En las profundidades de la Amazonía colombiana, en el municipio de Leguízamo, se encuentra Yarinal, un cabildo indígena perteneciente al pueblo Murui. Desde su fundación el 27 de septiembre de 1994, esta comunidad ha sido un bastión de la cultura ancestral, arraigada en los principios sagrados de la fe, la familia, el territorio y la cultura.
Sin embargo en los últimos años, Yarinal ha enfrentado un desafío monumental: el ocaso de la generación fundadora. El fortalecimiento de algunos abuelos ha llevado consigo la pérdida de invaluables conocimientos y habilidades ancestrales. Entre los legados extraviados se encuentran liderazgos, artesanías, prácticas de supervivencia y métodos de caza, esenciales para la subsistencia y la identidad cultural del pueblo Murui.
Ante esta encrucijada, la nueva generación de comuneros de Yarinal ha asumido el desafío con valentía y determinación. Inspirados por prácticas milenarias, como el mambeo y el uso ceremonial de plantas sagradas como el tabaco y la coca, así como la veneración de alimentos como la yuca dulce, han emprendido un ambicioso proyecto de revitalización cultural.
En el período comprendido entre 2012 y 2020, estas iniciativas cobraron forma con la elaboración y puesta en práctica del «Plan de Vida Einamaki Wai Jenuano». Este plan, cuyo nombre evoca la búsqueda de la huella ancestral, tiene como objetivo primordial conservar los usos y costumbres del territorio y su biodiversidad amazónica.
Con este propósito, la comunidad de Yarinal ha emprendido una serie de acciones concretas. Desde la promoción de actividades culturales hasta la revitalización de técnicas ancestrales de agricultura sostenible, el Plan de Vida Einamaki Wai Jenuano se erige como un faro de esperanza en medio de la oscuridad del olvido.
El compromiso de esta nueva generación de comuneros no solo busca preservar la riqueza cultural y ambiental de su territorio, sino también transmitir estos conocimientos a las futuras generaciones. En un mundo cada vez más dominado por la modernidad, Yarinal emerge como un oasis de tradición y resiliencia, recordándonos la importancia vital de honrar nuestras raíces ancestrales en el camino hacia el futuro.
Yarinal, el hogar del pueblo Murui, se levanta como un testimonio viviente de la lucha por preservar la identidad cultural y la biodiversidad en la Amazonía colombiana. Su historia, marcada por la resistencia y la renovación, nos invita a reflexionar sobre el valor inestimable de nuestra herencia ancestral y el deber moral de protegerla para las generaciones venideras.
Escrito por: Organización Yarinal, Conservando la Vida en el Territorio Amazónico
Editado por: ElCampesino.co