Desde el pasado 15 de enero y hasta el 15 de marzo pescadores del Pacífico colombiano no podrán pescar camarón de manera legal, de acuerdo a la veda impuesta por la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca – Aunap. Al respecto el Director General de la entidad, Otto Polanco, indicó: “Aunque no lo parezca, tiene ventajas respetar la veda para la cadena de comercialización, porque nos permite garantizar la preservación de la especie, y por lo tanto, que el negocio sea sostenible en el tiempo”.
Es oportuno aclarar que la veda se refiere a la prohibición por ley de alguna acción, que en este caso se aplica a las temporadas de caza o pesca que se llevan a cabo a diario en la región pacifica colombiana, medida que se toma primordialmente por la conservación de la especie (camarón) y sostenibilidad de la producción en el modelo de negocio.
Esta medida se estableció según las resoluciones 1889 de 1 de noviembre de 2016 y 2259 del 22 de diciembre de 2016 en el Litoral para proteger la reproducción y el crecimiento del camarón blanco, así los pescadores artesanales contribuyen con la recuperación de los ecosistemas donde habitan estas especies.
Sin embargo y según lo explicó Polanco “El Gobierno no solo restringe la captura, sino entrega recursos que les permite adentrarse mar afuera para capturar otros recursos. No los vamos a dejar solos”, es por eso que la Aunap ha entregado 336 tabletas a los pescadores donde encontrarán contenidos como buenas prácticas pesqueras, información de bancos de peces, normativa vigente, trámites y varios aplicativos que se actualizarán para mejorar la competitividad.
Durante los dos meses de restricción, los pescadores recibirán talleres de sensibilización y kits de buenas prácticas de manufactura y cavas; los beneficiarios expresaron su agradecimiento por los incentivos recibidos que contribuyen a disminuir su brecha tecnológica, asistieron además representantes de la Armada Nacional y funcionarios de la Aunap.
Cabe indicar que se permite comercializar las especies de camarón provenientes de importación que ingresan por los puertos de Buenaventura y Tumaco, para ello se deberá contar con los permisos requeridos por las autoridades competentes.