Al municipio de San Carlos en Antioquia llegó un grupo de ciudadanos extranjeros quienes fueron atendidos en el Centro de Acercamiento para la Reconciliación y Reparación – CARE, centro que hace parte de la Red de Sitios de Memoria Latinoamericanos y Caribeños.
El motivo de estas visitas es que el extranjero experimente las sensaciones de las comunidades con toda esa memoria histórica de resurgimiento, de emprendimiento, de esas ganas por salir a flote, del renacer de una comunidad que tal vez fue una de las más golpeadas por el conflicto armado en el país.
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Al mejor estilo boyacense, aparece con un estilo particular Diego Humberto Osorio, a quien cariñosamente sus amigos le dicen lagartijo, él presentó su negocio del turmequé o tejo como comúnmente se llama en nuestro país, al grupo de extranjeros que se paseaba por el municipio. “Campo de tejo Lagartejo” que hace reconocimiento casual a su apodo.
Lagartejo es un lugar de sano esparcimiento y de ambiente familiar donde el elemento principal es el turmequé, un juego ancestral declarado como deporte nacional y en el que Diego fundamenta de manera especial el ejercicio de valores como, el respeto por el otro, la tolerancia, la sana convivencia y la comunicación asertiva; ¡Sí! Todo esto en un campo de juego.
El campo de tejo “Lagartejo” es propiedad de dos líderes comunitarios que hoy día hacen parte del programa Escuelas Digitales Campesinas para la Paz, llevado a cabo por Acción Cultural Popular – ACPO, con el apoyo de ADVENIAT. Los líderes son Fanny Aminta López y Diego Humberto Osorio, quienes orgullosamente hoy en su campo de tejo proclaman lo aprendido en este programa.
Durante la visita, Diego dedicó su tiempo para que los visitantes aprendieran el arte del turmequé, en medio de los valores como el respeto, la tolerancia, la justicia y tal vez el más importante, la equidad unida a la democracia.
Después de tantas adversidades, esta pareja ya es experta en dirimir conflictos en el juego y ejercen democracia con equidad, fue así como durante la visita se organizaron los equipos y se dio comienzo al juego con el primer grito de uno de los extranjeros “meucha pues”. Pocos entendieron, pero disfrutaron como dice Fanny “de esta Colombia hermosa y rica que es la que todos los extranjeros quieren saborear”.
El campo de tejo “Lagartejo” invita a todos los habitantes del mundo a compartir la experiencia del tejo entre mechas, tejos, una que otra cerveza y especialmente muchos valores, paz y convivencia, que nos permitan demostrar que esta Colombia, y especialmente el municipio de San Carlos es destino digno de mostrar al mundo.
Por: Miguel Ángel Arango. Facilitador de Acpo en Antioquia
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
