Este tipo de transporte es uno de los más antiguos en la historia de la humanidad, consiste en trasladar pasajeros o productos de un lugar a otro por medio de cuerpos de agua como ríos y canales fluviales que cuentan con una profundidad adecuada para navegar. En el país existe la Ley 1242 de 2008 por la cual se establece el Código Nacional de Navegación y Actividades Portuarias Fluviales con el que se busca la protección y seguridad de los usuarios que utilizan este tipo transporte.
Colombia cuenta con importantes ríos que han aportado en gran medida tanto a la economía como a la conservación cultural del país. Por el centro del territorio nacional el río Magdalena; como sistema oriental el río Orinoco y su afluente el río Meta; y finalmente un sistema en el sur compuesto por el río Amazonas, Putumayo y Caquetá. Además de las conexiones territoriales que permite el sistema fluvial, cabe mencionar que es un transporte mucho más barato en tanto se ahorra combustible y tiene mayor capacidad de carga.
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Teniendo en cuenta lo anterior, el investigador Néstor Flórez magíster en Ingeniería, Infraestructura y Sistemas de Transporte de la Universidad Nacional, realizó un estudio en Urabá, Antioquia sobre la elección del transporte fluvial para la logística humanitaria en atención de zonas de desastre. Esto por las condiciones orográficas e hidrográficas de la región ya que municipios como Apartadó y Turbo tienen acceso a los ríos navegables. En dicha investigación se tuvieron en cuenta factores como el tiempo, la cantidad de toneladas y el costo de transporte por viajes.
En la encuesta realizada a los encargados de los organismos de socorro del municipio se planteó como opciones de transporte en situación de emergencia la barcaza, el campero y el bus escalera; de los cuales el 75,52 % eligió la barcaza, seguido por el campero con un 20,73 % y el bus escalera con un 3,75 %. Afirmando entonces que a pesar de las posibilidades terrestres sobresale el transporte fluvial en tanto cuenta con más capacidad de carga y es más veloz frente a las otras opciones.
Así mismo, los participantes destacaron la importancia del tiempo en situaciones de desastre, pues según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres – UNGRD las ayudas deben ser entregadas en un lapso máximo de 48 horas, tiempo que es posible reducir a 24 horas con la implementación de la barcaza posibilitando una atención más pertinente con una entrega pronta de los kits para emergencias y el acercamiento de los organismos de atención médica.
Además, para las zonas que no son muy cercanas a los ríos el investigador propuso contar con un medio de transporte adicional como el helicóptero afirmando que “en la etapa de recoger la ayuda humanitaria se prefiere este medio por su rapidez para llegar a las bodegas de las ayudas humanitarias. Esta opción de transporte se podría manejar de manera alterna con la barcaza para llegar a la mayoría de las localidades de la subregión”.
Por: Karina Porras. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.