Por: Luix Flow
Llevo esperando por horas
un bus interdepartamental
que me saque del área montañosa
del Volcán Galeras,
donde vive pujando
la civilización Pastuza
Entre esa espera, nacen poemas:
uno por cada ser viviente;
pasan, llegan, se sientan
hablan, piensan… observan:
cuando niños gritan
cuando jóvenes, llevan la moda repetitiva
cuando adultos siguen rutas de miedos
cuando ancianos recaen de tanto correr.
Al frente, un TV rebota imágenes
de programas telenovelescos
para mantener a los grandes grupos
ocupados en aquella rutina
pero… Todos no son televidentes
…una niña gatea y me observa,
una intelectual con gafas, analiza
mientras chatea su FaceBook,
una pareja dialoga…
un anciano se recuesta en sus experiencias.
Muchos se desvían entre los celulares
mientras los gritos van y vienen
mientras el chófer anuncia una salida
mientras el olor a fritanga se vende
mientras en las esquinas, la mediocridad
se pinta de color tercer-mundista, y
el frío cae firme y vertical, no se detiene
en Pasto, donde nace
el Carnaval de Blancos y Negros
pretendiendo unir las razas
con danzas que desvían las realidades…
es la comunidad del Galeras
entre una idiosincrasia humana.