Siervas de Cristo Sacerdote, 98 años transformando y dignificando la vida de cientos de mujeres marginadas en Colombia.
Por: Juan Carlos Matiz
Con motivo del nonagésimo octavo aniversario de la fundación de la Congregación Colombiana Siervas de Cristo Sacerdote que se llevará a cabo el viernes 18 de noviembre, resulta importante resaltar la entrega, el servicio y el trabajo, que han venido realizando las hermanas de la Congregación, en favor, de las niñas y mujeres más desprotegidas de nuestro país.
La Congregación Siervas de Cristo Sacerdote es una congregación religiosa de Derecho Pontificio, que vive de la caridad, fundada en el barrio las Cruces en la ciudad de Bogotá en el año de 1918 por Madre Margarita Fonseca Silvestre, hoy en proceso de beatificación. Tiene entre sus carismas principales la hospitalidad, la educación, el servicio, y el cuidado de mujeres de todas las edades, a quienes la sociedad ha impedido gozar de sus derechos fundamentales.
Hoy, después de 98 años de fundación de la congregación, las hermanas Siervas de Cristo Sacerdote, viviendo y siendo fieles a los principios evangélicos, y asumiendo el legado que les ha dejado la Madre fundadora, buscan incansablemente transformar, enaltecer y dignificar la vida de miles de niñas, y ancianas en alto estado de vulnerabilidad, tanto en Colombia como en el Perú, a través de sus doce casas disponibles. 
Actualmente, la obra de las Siervas de Cristo Sacerdote está presente en Colombia, a través de once hogares y albergues ubicados en Bogotá, Neiva, Girardot, Cajicá, Medellín, Bello, Garzón, Piedecuesta, y Cartago. Cada uno de estos con la capacidad de albergar a más de un centenar de niñas, adolescentes, y adultas mayores, muchas de ellas con discapacidad cognitiva.
A través de estas casas, la congregación ha hospedado, alimentado, vestido, educado y cuidado de la salud física, mental y espiritual de miles de niñas y mujeres pobres, víctimas de la violencia, la drogadicción y la prostitución. También a las que han sufrido algún tipo de marginación por parte de la sociedad y que han encontrado en la hospitalidad de las hermanas el amor, el consuelo, y la comprensión de una verdadera familia.
La grandiosa obra que las hermanas Siervas de Cristo Sacerdote han realizado en nuestro país en favor de las niñas y mujeres más marginadas y desprotegidas, se ha convertido para la sociedad en todo un referente en lo concerniente al servicio desinteresado en favor de la dignificación de la mujer.
Es de admirar, aún más, la envergadura de su obra, si se tiene en cuenta, que esta ha sido posible gracias al espíritu de caridad y de servicio presente en estas religiosas, y a la gran generosidad y ayuda de miles de personas que con sus contribuciones económicas y, algunas veces, con su trabajo, han hecho posible que éstas Siervas de Cristo puedan cuidar y velar por la vida de miles de niñas y mujeres vulnerables durante su peregrinaje por este mundo.
