El 12 de julio de 2021 se llevó a cabo un foro virtual con motivo del lanzamiento del informe: El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2021 – SOFI; una publicación anual escrita por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola – FIDA, la Organización Mundial de la Salud – OMS, el Programa Mundial de Alimentos – PMA y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia – UNICEF.
Dicho estudio hace un seguimiento y análisis de los progresos relacionados con la erradicación del hambre, la mejora de la seguridad alimentaria y la nutrición. Además, pone sobre la mesa los desafíos que enfrentan los países para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS al año 2030; que comprenden problemáticas sociales como la malnutrición y la falta de alimentos.
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El evento fue moderado por Lana Wong, líder de comunicación en la Comisión Internacional de la Educación. Como primer punto en la agenda se presentaron los resultados del nuevo informe, el cual determinó que en el 2020 811 millones de personas se enfrentaron al hambre en todo el mundo; 161 millones más en comparación con las cifras del 2019. Así mismo, 2.370 millones no tuvieron acceso a una alimentación adecuada, lo que supone un aumento de 320 millones en tan sólo un año.
Además, el documento evidencia que el panorama de la nutrición tampoco es alentador, ya que durante el mismo año 149,2 millones de niños de menos de 5 años presentaron retraso en el crecimiento, el 6,7% están en condiciones de emaciación (delgadez evidente o extrema), 88,9 millones tienen sobrepeso, y el alto costo de los alimentos saludables hace que cerca de 3 mil millones de personas no pueda tener a una dieta pertinente. Y lo más preocupante es que se estima que estas cifras podrían aumentar debido a los efectos duraderos del COVID – 19.
Ante estos alarmantes datos Qu Dongyu, director general de la FAO resaltó que las principales causas de estos problemas son la desigualdad, la pobreza, el cambio climático, y que a estas se le sumó la recesión económica mundial por la pandemia. Por lo que hoy, los gobiernos enfrentan un gran reto para cumplir con el objetivo número 2 de los ODS, hambre 0 para el 2030.
“La pandemia ha hecho que el camino hacia la cima sea más empinado, ha expuesto la fragilidad de nuestros sistemas alimentarios y nos da una oportunidad de reconstruir, pero sólo nos queda un decenio para hacerlo. De hecho, nos quedan sólo 9 temporadas, 9 campañas agrícolas para adoptar medidas contundentes y no debemos titubear, menos cuando vemos un informe como este que nos presenta cifras tan abrumadoras” afirmó Dongyu.
Por su parte, el presidente del Consejo Económico y Social – Ecosoc, Munir Akram, manifestó que para lograr un cambio positivo que permita hacer frente a la inseguridad alimentaria y la malnutrición; los estados deben garantizar el comercio justo para todos los productores, invertir en la infraestructura agropecuaria, y garantizar la conectividad y la tecnología para que los pequeños cultivadores tengan acceso a todas las cadenas del mercado local e internacional.
Finalmente, panelistas como Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF; David Beasly, director ejecutivo del PMA; Zsuzsanna Jakab, directora general adjunta de la OMS; y Dominik Ziller vicepresidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola – IFAD, concluyeron que para cumplir las metas al 2021 se debe trabajar mancomunadamente con un propósito específico: transformar los sistemas alimentarios para que sean más sostenibles y resilientes.
Por lo que todas las organizaciones que participaron del evento hicieron un llamado a la acción urgente, para que los gobiernos avancen en la implementación de políticas y estrategias que contribuyan a la construcción de un mundo más justo, en el que predomine el respeto y el correcto aprovechamiento de los recursos naturales.
Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.