Las BPA son herramientas pedagógicas que refuerzan los conocimientos del campesino par que trabaje la tierra más eficientemente.
Por: Periódico El Campesino
El trabajo en el campo es, sin duda, una de las labores más importantes para la alimentación tanto de las comunidades rurales como para el desarrollo productivo y social en los centros urbanos.
Las prácticas agrícolas, con el pasar de los años, se han trasformado debido al creciente aumento de la demanda de productos alimenticios. Los pequeños productores de frutas u hortalizas deben producir más alimentos y de mejor calidad, para estar acorde con lo que pide el mercado. En ese sentido resulta útil conocer estrategias que les permiten a los productores mejorar la calidad de sus productos y que hacen que puedan competir con los grandes almacenes de cadena y con el resto de la competencia. Las prácticas BPA o buenas prácticas agrícolas, son una estrategia que le permite a los productores ponerse a tono con las necesidades del consumidor final.
Todo comienza con la planeación correcta y acertada del cultivo, conocer los antecedentes de la tierra, el historial de agroquímicos aplicados, las plagas que se han presentado y si se ha sembrado otro tipo de producto en la tierra que se utilizará. En un segundo momento debe tener certeza sobre la cantidad y la calidad de las fuentes hídricas que se utilizarán para el riego del cultivo. Se debe tener en cuenta, entre otras cosas, que en algunas regiones las corporaciones autónomas expiden permisos para el aprovechamiento de fuentes hídricas con fines agrícolas. Y en la medida de lo posible certificar la calidad del suelo, los niveles de humedad, de acidez y de precipitación en la región.
También es importante evaluar otros elementos que resultan importantes en toda la cadena productiva del cultivo: las vías de acceso, los servicios de salud, las comunicaciones y la disponibilidad de trabajadores para ser empleados en el cultivo.