La situación política de la hermana República de Venezuela es cada día peor; observamos la difícil situación por la que están atravesando los hermanos venezolanos que están en contra del régimen dictatorial de una persona sin escrúpulos que solo busca el bien para él y para un puñado de lugartenientes ambiciosos de poder y dinero, mientras el pueblo muere a manos de los matones esbirros del gobierno.
Mientras tanto nos preguntamos: ¿dónde están los organismos internacionales que intercedan por los derechos humanos de los venezolanos?, ¿Dónde están los pronunciamientos de los gobiernos de los países vecinos?, ¿Será que el poder del petróleo tiene el peso suficiente para acallar cualquier reclamo por todas esas personas que quieren ver a su país gobernado decentemente?
Es que el panorama de Venezuela es escalofriante cuando observamos diariamente el incremento de muertos, la salida de los venezolanos en estampida cargando en maletas improvisadas sus sueños y a cuestas con su familia, buscando en países hermanos un mejor lugar para ellos y los suyos.
Y lo más grave es que Nicolás Maduro, actual presidente de Venezuela, realizó una jornada electoral con respecto a la Asamblea Nacional el pasado 30 de julio, jornada en la cual murieron una docena de personas en las protestas, y sin embargo, “El Gobierno cifra la participación en el 41,43% y la oposición en el 12%” aseguró el periódico El País.
Este plan del presidente Maduro sigue en pie y la nueva Constitución declarará clausurada la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, que fue democráticamente elegida en 2015 y le otorgará amplios poderes al gobierno.
El futuro de Venezuela luego de estos resultados, es casi predecible, pues muy seguramente se incrementará el número de muertes sin dolientes y se verá un mayor deterioro en el pueblo venezolano.
La comunidad internacional como la ONU, UNASUR, la OEA, y los países como Estados Unidos, Colombia, Ecuador, Brasil, Argentina, México, Canadá y algunos europeos como Alemania, España, Reino Unido, entre otros, deben continuar apoyando el país vecino en defensa de los Derechos Humanos, los cuales fueron golpeados con esa ilegitima votación para modificar la Constitución y clausurar la Asamblea Nacional.
Así mismo se deberían imponer sanciones económicas, políticas, comerciales y financieras; retirar a todos sus embajadores, además de sanciones para funcionarios del régimen.
Es que el viacrucis por el cual atraviesan los venezolanos se ha vuelto insoportable y muchos han preferido emigrar a países limítrofes como Colombia.
Pero los problemas sociales que acarrea la llegada de estos expatriados a los diferentes países ya se han hecho sentir, pues llegan a engrosar las listas de desempleados, de la prostitución, a ejercer la economía del rebusque y la informalidad. En muchas ocasiones son presa fácil de expendedores de vicio, sicariato, trata de personas, entre otras.
Autor: Luis Fernando Moreno Gallego, Facilitador EDC – Antioquia.
Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg
