El reciclaje enfrenta tres desafíos grandes, el acopio y recolección adecuada desde las casas, instituciones educativas y oficinas, la volatilidad de los precios y la necesidad de estrategias para cambiar la percepción del consumidor que cree que las botellas solo son lavadas y luego reutilizadas. Desde la expedición de la Resolución 4143 de 2012 del Ministerio de Salud y Protección Social, se permite utilizar el material de botellas recicladas para ser procesadas de nuevo lo que permite favorecer la protección y conservación del medio ambiente.
Nuestro país recicla las botellas de PET (Tereftalato de polietileno) plástico, que es usado comúnmente en gaseosas, botellas de agua y en textiles; en Europa y Estados Unidos es el material más reciclado aunque suele ser un poco menos nocivo que otros materiales como el PVC, el cual si no se recicla expulsa sustancias irritantes para el medio ambiente por los metales pesados usados para su elaboración.
Colombia genera un promedio de 11.6 millones de toneladas de residuos sólidos al año de los cuales solo se aprovecha el 17 por ciento y solo se recicla el 26% de botellas PET, un porcentaje mínimo comparado con países como Holanda y Alemania donde solo un 2% de los residuos se depositan en un relleno sanitario, el porcentaje por su parte tiene una tasa de reciclaje de PET del 80%. Sin embargo en los últimos años han surgido en el país empresas emprendedoras en negocios verdes entre las que se destacan Agroplast, Enka de Colombia y Socya dedicadas a la reconversión tecnológica de estos materiales, para fabricar botellas, empaques para alimentos y textiles.
Desde los hogares o instituciones educativas también es posible la reutilización del PET, existen cientos de ideas y proyectos que permiten sacar ventaja y crear compromiso ambiental, sus usos más comunes son para manualidades, decoración y jardinería.
Cabe resaltar la recolección de las tapas de plástico de estos envases que están hechas de PoliPropileno, por parte de fundaciones que al venderlas a compañías de reciclaje obtienen una ganancia económica utilizada para atender causas sociales y solidarias como tratamientos para niños enfermos de cáncer y protección para animales maltratados o desamparados.