Un jaguar, un oso de anteojos y una danta de páramo. Puede que los niños de Putumayo que han logrado ver estas tres especies se cuenten con los dedos de las manos. Pero desde hace unos años, gracias a un fuerte trabajo en las aulas de clase, estos magníficos animales dejaron de ser seres lejanos para convertirse en compañeros de aprendizaje, en vecinos que hay que proteger.
En 2011 WWF, en alianza con Corpoamazonía y la Empresa de Energía de Bogotá, elaboraron herramientas didácticas y pedagógicas especificas donde se introdujeron elementos de la biodiversidad local.
El trabajo se centró en las escuelas primarias Aborígenes de Colombia de Yunguillo- Mocoa; Institución Educativa San Antonio Del Porotoyaco -San Francisco Alto Putumayo – y en la Institución Educativa Villa Amazónica en la vereda La Castellana del municipio de Villagarzón. En ese momento se realizaron tres Proyectos Ambientales Escolares (PRAES) con el lenguaje del piedemonte amazónico.
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Había que acabar con una situación absurda. Los niños, que viven en uno de los lugares más biodiversos del planeta, aprendían a contar con hipopótamos, elefantes y leones. Ahora colorean jaguares, aprenden a distinguir los tamaños con huellas de oso de anteojos, cuentan con dantas, hacen juegos de roles imitando las voces de los animales de la selva y estudian inglés con palabras como “andean bear”, “monkey” o “tapir”.
Para seguir con este ejercicio, en 2013 se lanzó un concurso entre los alumnos de cuarto y quinto grado de las tres instituciones para que escribieran el final de un cuento donde los protagonistas fueron animales del piedemonte. Las primeras páginas fueron escritas por María Teresa Dávila Narváez y los niños tenían la tarea de encontrarle un final.
Un jurado, compuesto por gente de WWF, de Corpoamazonía y de la Empresa de Energía de Bogotá, recibió cerca de 50 textos con todo tipo de trama. Algunas tristes, otras fantásticas, algunas fuertes. Después de leer los relatos, la alumna Yuliana Camila Villota Perafán ganó el concurso. Su historia fue ilustrada por Jean Loui Camacho y publicada en los medios de WWF Colombia y Corpoamazonia.
Esta es la historia amazónica de Inty el jaguar, los hermanos osos Wayra y Jena y de Benbe la danta:
Los más pequeños aprenden sobre conservación en Putumayo
Hace cinco años que la institución educativa Aborígenes de Colombia “Resignificación de la vida y madre tierra” ubicada en Yunguillo (Putumayo) le apuesta a un proceso de educación ambiental que fortalece en los estudiantes los valores ancestrales, el respeto y la conservación del territorio.
WWF Colombia, en alianza con Corpoamazonía y la Empresa de Energía de Bogotá (EEB) han estado acompañando durante este tiempo la incorporación de temas ambientales de manera transversal en el plan de aprendizaje de los colegios.
El acompañamiento en la formulación de los PRAE (Proyectos Ambientales Escolares) que incorporan elementos acordes al contexto en el que viven, los estudiantes aprenden a sumar dantas de montaña, construyen textos sobre el jaguar y oso andino, reconocen las características de su territorio, los animales que en el habitan y su función ecológica. Además, de la importancia de las fuentes hídricas.
“Ahora los más pequeños se están involucrando en los procesos de protección y conservación del medio ambiente”, explica Ilvia Niño, Oficial para el Programa Piedemonte de WWF-Colombia.
Por un futuro en el que los humanos vivan en armonía con la naturaleza.
Fuente: WWF Colombia.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.