¿Perdón puede ser posible después de tanta barbarie y atrocidad?
Por Rubén Gil
Perdón es una actitud que muchas personas no quieren aceptar, pues en algunos casos es más fácil odiar que perdonar. Tras los atentados terroristas que ocurrieron en Francia, hace algunos días, por parte de los grupos extremistas islámicos, gran parte de los franceses siente repudio, rechazo y hasta sed de venganza. Muchos franceses están confundidos y no se explican el porqué de este trágico acontecimiento. París está conmocionado por los 129 muertos y más de 300 heridos que dejaron los ataques de los yihadistas en el teatro Bataclan y otros lugares de la llamada Ciudad Luz. Durante este año Francia ha sido víctima de numerosos ataques terroristas perpetrados por el estado islámico. París es conocida como la ciudad de la luz o la ciudad del amor, pero este año y específicamente el mes de noviembre la ciudad ha sido para los parisinos un lugar de caos, tinieblas y abominación. Es posible entonces perdonar tal como lo ha pedido Dios por medio de su hijo Jesucristo? Jesús dice en San Mateo 6,14-15: “Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.” Y en San Marcos 11, 25-26 dice: “Y cuando ustedes se pongan de pie para orar, si tienen algo en contra de alguien, perdónenlo, y el Padre que está en el cielo les perdonará también sus faltas”. También dice en San Lucas 6, 36-37: “Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.” Así mismo en San Mateo 18, 21-22 dice: «Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: —Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces? —No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete —le contestó Jesús—».
Jesús es claro y contundente cuando comunica el mensaje del perdón, y no lo dice por los demás sino por él mismo lo dice. Cabe recordar que cuando Jesús se encontraba crucificado dice: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.», refiriéndose a sus verdugos. Con estas palabras Jesús demostraba que el perdón al que tantas veces se refirió, sí era posible. Pero Jesús no solo pedía perdonar sino incluso amar a los agresores, en San Mateo 5,44 dice: “amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen”.
La práctica del perdón sólo es posible para quien ha sido ofendido, agredido o atacado. Nadie está obligado a perdonar, sólo que quien quiera llamarse cristiano debe entender que el perdón es un requisito. Pero para llevarlo a cabo hay que estar convencido de que el perdón le da sentido a la vida del cristiano, porque si para los terroristas islámicos inmolarse y matar tiene sentido cuanto más sentido tiene el perdonar para un cristiano.