Para muchas personas la palma de aceite es solo un elemento que hace parte de los paisajes del país. Pero, además de nutrir la naturaleza colombiana, el aceite extraído de esta palma es una rica fuente de vitamina A y E. También se utiliza para las producciones de muchos de los elementos que utilizamos a diario.
Colombia es el primer productor de aceite de palma en América y el cuarto a nivel mundial; según datos de Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma) actualmente en el país existen 483.733 hectáreas sembradas en 124 municipios de 20 departamentos del país. Existen 64 núcleos palmeros que agrupan a 5000 productores de palma de aceite, los cuales generan más de 140 mil empleos directos e indirectos que benefician económicamente a miles de familias.
Anualmente, se generan más de un millón de toneladas de aceite. Este sirve para la producción de aceites comestibles, alimentos concentrados para animales, cosméticos, jabones, detergentes y cremas dentales. Además, esta grasa de origen vegetal, sirve para sustituir la manteca de cacao, la grasa animal y los derivados del petróleo. A partir de este aceite se genera biocombustible, que ayuda a mitigar los efectos negativos al medio ambiente producidos por los combustibles fósiles.
El aceite de esta palma es el más consumido en el mundo, pues ayuda a proteger la salud cardiovascular. Es un antioxidante que protege el cerebro y el corazón, debido a que es un aceite libre de grasas trans. Puede prevenir enfermedades como el cáncer y el alzheimer.
Actualmente, el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Minas y Energía, están trabajando con todos los productores de palma de aceite, para que sigan mejorando sus producciones y sus ingresos económicos, teniendo en cuenta la responsabilidad con el cuidado del medio ambiente.
Lamentablemente la manera en que ese aceite es utilizado por las marcas y grandes cadenas, es casi vano,llena de contaminacion que la tierra no puede mitigar y consumismo por donde se mire; no es culpa de los campesinos, si la tierra les brinda su sostenimiento. Nosotros en general somos un peligro para nosoros mismos