Las mujeres rurales del Catatumbo, ubicado en la región Norte de Santander de Colombia, se han embarcado en un viaje transformador que combina emprendimiento, sostenibilidad y desarrollo social. Con el apoyo de organizaciones institucionales, estas mujeres no sólo han cultivado y comercializado cacao sino que también han establecido una planta procesadora de cacao. Esta instalación les permite producir una gama de productos de chocolate de alta calidad, incluido chocolate de mesa oscuro y semioscuro, chocolates rellenos de frutas y barras de chocolate. Gracias a sus esfuerzos, no sólo han generado oportunidades de empleo para ellos mismos, sino que también se han convertido en agentes de cambio en sus comunidades históricamente desfavorecidas.
El viaje del empoderamiento
El viaje de empoderamiento de las mujeres rurales del Catatumbo comenzó con el establecimiento de la Asociación de Productores Agroecológicos del Corregimiento Campo Dos (Apacdos). Esta asociación, formada por 20 mujeres y un hombre, ha estado a la vanguardia de la transformación de la industria del cacao en la región.
“Nos ha cambiado la mentalidad. Ya podemos dirigir, salir adelante, ver que nosotras sí podemos porque nosotras no nos la creíamos”, explicó Emilce García, lideresa de Apacdos que en promedio, transforma unas 60 libras de grano.
Con la implementación de una planta procesadora de cacao, Apacdos ha podido agregar valor a sus granos de cacao transformándolos en diversos productos de chocolate. La planta está equipada con una amplia gama de maquinaria, que incluye secadora, tostadora, refinadora, pulverizadora y vitrina refrigerada para los chocolates. Esta inversión no sólo ha aumentado su capacidad de producción sino que también ha mejorado la calidad de sus productos.
Diversificar la gama de productos
Las mujeres rurales del Catatumbo no se limitan únicamente a producir chocolate de mesa. Han ampliado su gama de productos para incluir una variedad de delicias de chocolate que se adaptan a diferentes gustos y preferencias. La introducción de chocolates rellenos de frutas, barras de chocolate y chocolates semiamargos les ha permitido acceder a un mercado más amplio y atraer una base de clientes diversa.
Para garantizar que sus productos lleguen efectivamente a los consumidores, las mujeres rurales del Catatumbo han adoptado varias estrategias. Participan activamente en mercados de agricultores locales, ferias comerciales e incluso utilizan aplicaciones móviles para ventas en línea. Estas iniciativas no sólo han aumentado su visibilidad, sino que también les han permitido conectarse directamente con sus clientes, lo que se ha traducido en mayores ventas y un mayor reconocimiento de marca.
Impacto socioeconómico: empoderamiento de las comunidades rurales
El impacto del proyecto cacaotero va más allá de los beneficios económicos. Al ofrecer oportunidades de empleo y empoderar a las mujeres rurales, la iniciativa se ha convertido en un catalizador del desarrollo social. Las mujeres rurales del Catatumbo han ganado confianza, han desarrollado habilidades empresariales y se han convertido en modelos a seguir para la generación más joven. Gracias a su éxito, están rompiendo los roles de género tradicionales e inspirando a otras mujeres a perseguir sus sueños.
Apoyo Institucional: El Campo Emprende
El éxito del proyecto cacao en Catatumbo se puede atribuir, en parte, al apoyo brindado por El Campo Emprende. Esta iniciativa, liderada por el Ministerio de Agricultura y Ecopetrol, tiene como objetivo financiar y cofinanciar emprendimientos rurales. Al brindar asistencia financiera, orientación técnica y programas de desarrollo de capacidades, El Campo Emprende ha jugado un papel crucial en el desarrollo de la industria del cacao en el Catatumbo.
El impacto positivo del proyecto cacao en el Catatumbo no ha pasado desapercibido. El Campo Emprende ha destinado importantes fondos para apoyar el emprendimiento rural en la región. Un total de $16.880 millones se han destinado para cofinanciar 422 proyectos de emprendimiento rural, beneficiando a 4.465 familias en varias regiones de Colombia, entre ellas Arauca, Bolívar, Boyacá, entre otras. Sólo en el Catatumbo se han invertido $2.120 millones en 53 proyectos emprendedores, beneficiando a 576 familias de Cúcuta, El Tarra, Tibú y Toledo.
El viaje de las mujeres rurales del Catatumbo es un testimonio del poder del emprendimiento, el empoderamiento comunitario y la sostenibilidad. A través de su dedicación, innovación y el apoyo de organizaciones institucionales, no solo han transformado la industria del cacao sino que también han creado un efecto dominó positivo en sus comunidades. Su historia de éxito sirve de inspiración para otras mujeres rurales y demuestra que, con determinación y apoyo, ellas también pueden convertirse en agentes de cambio y contribuir al desarrollo económico y social de sus regiones.
Fuente: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural
Editor: Natalia Garavito