En el departamento de La Guajira en medio de la brisa y el sol, entre paisajes y cultura, desde las Instituciones educativas Eusebio Septimio Mari y Nuestra Señora de Fátima, los niños y jóvenes se unen a participar de manera activa y cotidiana por el fortalecimiento de sus valores en la búsqueda de una verdadera democracia en sus comunidades educativas y en sus entornos.
Con la participación de los grados de primaria y secundaria se trabajan talleres que permitan reconocer la importancia de los valores cívicos y democráticos, a partir de actividades que incentivan la imaginación, la creatividad, la motivación, la libertad de expresión y a ponerle corazón a cada cosa que hagan; y en especial a la gran tarea que vienen a cumplir cada día, la cual es acrecentar sus conocimientos para ser mejores seres humanos y como dicen ellos mismos “A ser personas de bien”.
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Desde las aulas de las instituciones educativas se busca plasmar lo que involucra la democracia, y que esta democracia somos todos. Por ello, cuando hablamos durante nuestras actividades con los niños y jóvenes buscamos transformar las palabras en acciones que permitan contextualizar lo que representa la democracia en nuestros entornos tanto educativos, como comunitarios, familiares y resguardos indígenas, etc.
Desde el proyecto Fortalecimiento de Valores Cívicos y Democráticos, financiado por la Embajada de Bélgica y llevado a cabo por la Registraduría Nacional del Estado Civil, el Centro de Estudios en Democracia y Asuntos Electorales – CEDAE y Acción Cultural Popular – ACPO, ACPO recrea, con la utilización de cartillas como Monstruolandia, de manera divertida pero muy puntual los valores que permiten que construyamos entre todos, una verdadera democracia, incluyente y participativa.
Es aquí donde el interés de los niños y jóvenes se despierta e inicia el camino de mantener la voluntad de lograr mantener la tan anhelada paz. Por esto, ACPO seguirá llegando a las comunidades más vulnerables para convertirse en un escalón más que les permita cada día fortalecer sus valores y preservar su cultura.
Por: Erika Correa. Facilitadora educativa de ACPO.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora