Por: David Ruiz Guzmán – Facilitador Escuelas Digitales Campesinas Cundinamarca
Tras décadas de conflicto en Colombia en donde los daños al medio ambiente se han visto afincados, entre otras por el reemplazo de zonas boscosas para dar paso a los cultivos ilícitos, y la voladura de oleodúctos que han vertido gran cantidad de agentes contaminantes a nuestros ecosistemas, la paz también conlleva un riesgo que lo advirtió Las Naciones Unidas Colombia.
En un documento de 122 páginas titulado Construcción de una paz territorial, estable, duradera y sostenible en Colombia, las Naciones Unidas Colombia aborda un análisis minucioso del medio ambiente en el marco de la firma de la paz, temas que incluye el desarrollo rural, la minería ilegal, el desarrollo sostenible, entre otros.
En el documento se afirma que “La gran paradoja del posacuerdo y del proceso de construcción de paz, puede ser la de sus implicaciones en el medio ambiente del país. De la incorporación de consideraciones de sostenibilidad ambiental en la planificación e implementación de los acuerdos, dependerá que la construcción de paz se convierta en una oportunidad para desarrollar modelos sostenibles; Ignorar o desconocer ese aspecto, podría conducir a la destrucción del patrimonio natural de la nación y al fracaso económico y social de muchas de las intervenciones que se implementen”.
El documento atribuye a la siembra de minas antipersona, episodios de violencia en áreas protegidas, deforestación por cultivos ilícitos y el crecimiento de la minería ilegal como los mayores generadores de deterioro a los ecosistemas.
No obstante, si bien el conflicto ha causado grandes daños al medio ambiente, también a ayudado en algunos lugares a la conservación de los ecosistemas gracias a que el desarrollo ha sido limitado por la violencia vivida.
En total, son cuatro grandes recomendaciones que Las Naciones Unidas Colombia hace a través del documento para la implementación de la Paz sin deterioro del medio ambiente:
- Lo primero es que se debe avanzar en procesos de ordenamiento territorial que tengan como principal fin la construcción de paz sostenible y la concertación entre los gobiernos, los sectores productivos y las comunidades.
- Lo segundo es que lo rural se debe ver más allá de lo agropecuario y desarrollar modelos locales de aprovechamiento sostenible de la gran biodiversidad de Colombia y de los servicios que presta.
- El tercero establece la necesidad de analizar la actividad extractiva, caso concreto la minería, y sus implicaciones en la construcción de paz.
- Y la cuarta recomienda apoyar a la institucionalidad ambiental en el fortalecimiento de capacidades para la construcción de paz.
El citado documento también precisa que es necesario redefinir las relaciones de la ciudad con el campo para que sean más justas, analizar lo rural más allá de lo agropecuario, lograr que el desarrollo local sostenible se realice con alta participación de todos los actores público-privados y sociedad civil, e invita a identificar experiencias de aprovechamiento del patrimonio natural para ser replicadas con víctimas del conflicto y excombatientes.
Enhorabuena por estas recomendaciones para el posconflicto y el cuidado del medio ambiente. Recuerde que la paz no es sólo entre los seres humanos, también es necesaria la reconciliación con la naturaleza.