La lucha constituye la genética de las mujeres rurales

Las mujeres campesinas colombianas han estado en una constante lucha en la historia del país, y aunque han constituido una Ley y artículos en el PND, aparecen nuevos impedimentos que pretenden eliminar lo que han conseguido con esfuerzo colectivo, apartando la posibilidad de dar cumplimiento sus derechos.

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Foto: Voz Caribe

El tiempo ha dejado evidencia que la denominación de la mujer como sexo débil por una posición machista que se ha legitimado desde muchos siglos atrás, solo es un aspecto endeble de las sociedades que no reconoce en la actualidad la significación de las mujeres; sin embargo, esto para ellas solo son obstáculos que no son imposibles de vencer.

Luchan todo el tiempo por oportunidades, igualdad, autonomía; luchan por otras personas, dejando aún lado sus propios sueños; luchan por acabar con esas displicencias que existen entre ellas mismas, pues no hay una solidaridad de género en su totalidad.

Hoy sábado en el departamento de Cundinamarca se conmemora el Día de la Mujer Rural y aunque es una iniciativa departamental, también representa a las mujeres campesinas de todo el país que con el sudor de su frente contribuyen a la producción de alimentos, a la protección de los territorios, la defensa de sus derechos y la lucha porque se cumplan; educan a otras mujeres y con esfuerzo ellas mismas han abierto espacio en la participación política del país.

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Todo el esfuerzo anterior mencionado hizo que mujeres en Cundinamarca se unieran a través de un movimiento en el cual promovian la formación y capacitación en Derechos Humanos, la realización de proyectos productivos y la participación social y política. Fue gracias a esto que en 1998 se consolidó La Federación Departamental de Mujeres Campesinas en Cundinamarca -FEDEMUCC, teniendo como presidenta a Elsa Omaira Alvarez quien fue partidaria de la iniciativa al pensar siempre en el futuro de la mujer rural. 

Ana Velazco, socia fundadora y actual presidenta de La Federación expresa como han existido muchos impedimentos en su esfuerzo por mejorar la calidad de vida de la mujeres; «la dificultad económica y el machismo presente en la sociedad nos ha impedido acceder a la garantía de los derechos fundamentales de las mujeres rurales, pero de igual manera, nos sentimos complacidas por todo lo que hemos podido lograr hasta el momento».

Marco político de la lucha de FEDEMUCC

Y son precisamente grandes pasos que caben destacar como la Ley 731 o Ley de la Mujer Rural formalizada en el año 2002 gracias a  FEDEMUCC y tres organizaciones más. Esta Ley dicta las normas para favorecer a las mujeres rurales teniendo como prioridad aquellas en estado de vulnerabilidad; cumplir con los derechos fundamentales que establece La Constitución; el desarrollo productivo de sus territorios para mejorar sus economías; creacion de programas en su beneficio y el acceso a estructuras políticas para reconocer a la mujer rural como un eje vital  y poder crear nuevos mecanismos de participación que apoyen sus luchas. 

«No ha importado el maltrato que hemos recibido, seguimos trabajando constantemente, por ejemplo, el artículo 107 y el 232 en el Plan Nacional de Desarrollo 2014 -2018 se tuvo que luchar para que quedaran constituido en el Plan porque el DNP y el Gobierno estaban en contra; entonces, nos reunimos en un salón del Ministerio de Interior, nos organizamos y continuamos con nuestro fundamento», nos expresó Velazco. 

Estos artículos desde la constancia quedaron constituido en el PND; los cuales «obligan al Estado colombiano a crear una Dirección de la Mujer Rural, desarrollar una política pública integral de forma participativa, y adoptar las medidas necesarias para dar cumplimiento a la Ley 731 de 2002 o Ley de las Mujeres Rurales».

Lamentablemente, está dirección conseguida en el Ministerio de Agricultura en el actual PND (2018 – 2022) se conserva, pero en este,  no se declaran recursos para su funcionamiento y beneficio a las mujeres rurales en el país y pretenden como lo dice la presidenta, «tumbar el artículo 232»; pues para el Gobierno y Estado colombiano la Ley 731 les representa  un obstáculo.

Ahora las 439.000 mujeres rurales de Cundinamarca y las mujeres alcanzadas en Boyacá, Tolima y en la costa, trabajan en los lineamientos para impedir la eliminación de sus artículos y una nueva propuesta para el PND actual que incluya verdaderamente a las mujeres campesinas de Colombia que en la historia del país siempre han sido perjudicadas.

«También seguimos trabajando en un proceso de compartir conocimientos y permitir una educación política para las mujeres rurales, de esta manera, que entiendan como sus derechos han sido violentados, y desde luego, como pueden ejecutar medidas para exigir garantías para ellas, sus familias y sus territorios» nos comenta Velazco.

FEDEMUCC se ha enfocado en que  las mujeres sean incluidas en los concejos municipales y puedan contribuir con  su población; por otro lado, se han involucrado a los hombres para contribuir al reconocimiento y al debido cumplimiento de los derechos de las mujeres campesinas. Uno de sus últimos logros es el acuerdo con la Gobernación de Cundinamarca y la Vicepresidencia sobre la construcción de La Casa de la Mujer Campesina, un espacio de encuentro dedicado a la gestión de programas y proyectos que apoyen su bienestar. 

Han luchado en toda su existencia y no se detendrán en su trabajo por el bienestar social del campesinos colombiano, por esto, la lucha constituye su genética.

Por: Daimer Fernando Losada Bermeo. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

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