En la mayoría de los casos, se piensa que la adquisición de conocimiento para que un ser humano se convierta en una persona exitosa y útil para la sociedad, depende exclusivamente de las Instituciones Educativas a las que asiste el niño, niña, joven o adolescente.
Pero si se ve a fondo el proceso de formación, se logra identificar que no es así, pese a que el estudiante pasa la mayoría de tiempo en las instalaciones de la institución educativa, los padres de familia son los encargados de ser sus guías, sus mentores, son los encargados de brindar ese apoyo motivacional que se requiere para el cumplimiento de las actividades.
Esto no quiere decir que el colegio no sea importante o fundamental en el proceso de formación, ya que estos dos componentes como lo son las I.E. y el entorno familiar son los pilares para que se logre un aprendizaje eficiente y eficaz donde se obtenga como resultado una persona íntegra y que pueda realizar aportes a su entorno.
Cuando se llega a presenciar la educación en el sector rural, se ve claramente las dificultades que se presentan, ya sea por la lejanía de las Instituciones Educativas respecto a los lugares de residencia de los estudiantes, las malas condiciones de infraestructura, la falta de conectividad, entre otras.
Así mismo, se observa un nivel de desentendimiento por parte de los padres con respecto al proceso de formación de sus hijos, dado el estilo de vida que se lleva desde años atrás en estas zonas, ya que los campesinos están enfocados en sus cultivos, sus cosechas, sus actividades agropecuarias, dejando de lado los procesos educativos, lo que se puede demostrar con la tasa de deserción, donde según el Ministerio de Educación, en el sector rural es del 10,9% mientras que en las ciudades es del 2,5 %.
Como estrategia para lograr disminuir dicha tasa de deserción se debe crear una reflexión en los padres de familia sobre la importancia de los procesos formativos de sus hijos, viendo la educación como una alternativa para mejorar su calidad de vida. Es por esto que desde el Proyecto Pescado Para el Desarrollo se propone incentivar a la comunidad educativa (padres de familia, profesores, alumnos, personal administrativo) a fortalecer competencias en los jóvenes campesinos por medio de proyectos productivos que puedan convertirse en unidades productivas prósperas para la región.
Es de resaltar el apoyo incondicional que se ha tenido por parte de los padres de familia de los alumnos que participan en este proyecto, ya que ha permitido crear lazos más cercano con los alumnos, de igual forma han sido un factor motivador constante para los jóvenes, así como un apoyo en los hogares para realizar seguimiento a la realización de las actividades, logrando así que el proyecto se vaya ejecutando de una forma efectiva.
Por: Sandra Liliana Riaño. Facilitadora proyecto Pescado Para el Desarrollo.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.