El ciclismo no podía faltar en esta serie de juegos campesinos. Si bien no es un deporte autóctono podemos decir que los colombianos lo representamos muy bien.
Por: Andrés A. Gómez Martín
El ciclismo cuando es mencionado en este país inmediatamente evocamos ‘La vuelta a Colombia’, competición que recorrió por primera vez las trochas nacionales en 1951. El primer ganador fue el “Zipa” Forero, un hombre origen rural nacido en la Zipaquirá de los años 30. El “Zipa” fue el primer corredor cafetero en darle una medalla de oro a Colombia en unos juegos Centroamericanos, para ser precisos los juegos Centroamericanos de Guatemala de 1950. Para aquella época, el país aún sentía los dolores de la “violencia” bipartidista de los años 30 y 40. Fu en el muy corto paso por la presidencia de Laureano Gómez que se inició este evento deportivo para demostrarle a propios y foráneos que el país ya estaba en paz y que era seguro viajar a los territorios nacionales.
Las condiciones no eran fáciles, apenas las carreteras estaban siendo construidas para conectar a los pueblos, así que los ciclistas pedaleaban sobre piedras, charcos y barro. Imagine todo este relato en blanco y negro, la Colombia de los años 50 era rural, de tal modo que los corredores eran en su mayoría campesinos.
Se sabe que el evento paralizó las chicherías y las tiendas del centro de Bogotá, pues el evento de moda era escuchar los reportes de los corresponsales en la radio. Según el escritor y crítico de cine, Eduardo Silva, fue mediante la radio y ‘la vuelta’ que se empezó a crear un sentimiento colectivo de nación, pues gracias a los relatos que explicaban con pelos señales los hechos de la carrera, la gente en los pueblos y los campos esperaba a escuchar qué se decía de su región en los reportes.
Desde entonces el ciclismo le ha dado momentos de gloria y emoción al país. Lucho Herrera, por ejemplo, ganó la vuelta a España en 1987, las imágenes muestran a Herrera llegando a la meta bañado en sangre, pues kilómetros atrás se había caído. Otro representante más contemporáneo es Santiago Botero que, aunque no ganó ninguna de las vueltas europeas, sí ganó varias etapas de contrarreloj.
Ahora gozamos de una de las mejores épocas del ciclismo gracias a Nayro Quintana, propio de Aracabuco, Boyacá; ganador del “Giro” de Italia y dos veces subcampeón de la vuelta a Francia. Aunque son miles los ciclistas en potencia que suben y bajan morros y montañas, con Rigoberto Urán, de Urrao Antioquía, uno de los mejores escaladores de la historia del ciclismo despedimos despedimos este artículo.