Ya es 24 de diciembre, para muchos la fecha más esperada del año, la familia se reúne en casa, los regalos, la cena y sobre todo la alegría llevan alegría a las personas. EL CAMPESINO.CO les desea feliz navidad.
Por: Periódico El Campesino
La navidad es una fecha muy importante para todos los colombianos, culturalmente tenemos muchos hábitos que han ido naciendo por diferentes causas, muchos celebran el nacimiento de Jesús, el país por su vocación católica amanece el 24 celebrando esta fecha con un profundo sentido religioso.
Así mismo se pinta la calle con los colores verdes, blancos y rojos que convocan a los vecinos de la cuadra, al parque a la salsa de la casa para compartir en colectivo, como una gran familia la fecha de la navidad.
Desde la redacción de EL CAMPESINO.CO les queremos desear felices fiestas, con alegría, afecto y cariño les enviamos un fuerte abrazo a cada uno de ustedes, les agradecemos por seguir este portal en donde periodistas, facilitadores, diseñadores e ingenieros trabajamos todos los días para mantenerlos informados sobre acontecer del campo colombiano.
La solidaridad es uno de los valores que debemos rescatar en toda la sociedad ya que la desconfianza y el individualismo o egoísmo no nos deja buscar el bien común.
La solidaridad es un valor que da conciencia de las necesidades de los demás y el deseo de contribuir y de colaborar para su satisfacción. Es uno de los principales valores que se deben fomentar tanto en la familia como en la escuela, y en todos los ámbitos de la sociedad. La solidaridad, busca el bien común y el desarrollo de los individuos y las naciones, está fundada principalmente en la igualdad de todos los hombres, sin importar su raza, edad, sexo, credo, nacionalidad o partido.
La solidaridad se desarrolla a través del ejemplo. Los padres deben ejercitar la solidaridad entre ellos, con sus hijos, vecinos, amigos y otros familiares.
La solidaridad se asume como dar limosna a un indigente o persona de la calle, cuando es demostrar unión y cooperación, participando en iniciativas que nos impulsen a servir en nuestra comunidad como visitando a los enfermos en un hospital, haciendo colectas de ropa y alimentos para los más necesitados, colaborando en campañas de cuidado y limpieza de calles y áreas recreativas. En los momentos difíciles dar un abrazo o una palabra de aliento, auxiliar a quienes son víctimas de alguna catástrofes.
La solidaridad nos impulsa a tomar las problemáticas en nuestras manos. Solo hace falta con quién empezar a trabajar y juntos lograr un cambio. No esperemos que las cosas cambien por sí mismas.
En el campo la chicha es la que manda, esta bebida prehispánica que nació a partir de la domesticación del maíz por varias culturas indígenas se centro américa y sur américa.
Por: Periódico El Campesino.
La adaptación del maíz que lograron realizar los indígenas fue extraordinaria. Los modelos de cultivo y modelos agrícolas prehispánicos lograron adaptar decenas de alimentos a las necesidades alimenticias de los indígenas. La chicha, la bebida fermentada más popular en en los campos, tiene siglos de antiguadad.
Ya lo describían los cronistas de indias en sus textos, como la bebida que todos los aborígenes consumían en los rituales sagrados, eventos de pagamento, posesiones de los caciques o cacicas, desde el punto de vista de los europeos era una bebida negativa.
En las fincas se consume chicha, los campesinos la fabrican por su cuenta, le agregan clavos, canela, vainilla y es la bebida preferida para tomar un pequeño descanso en medio del jornal, a la sombra de un árbol se sirve en una totuma, se bebe y retoman las fuerzas para continuar con las labores de la finca o del cercado.
A principios del siglo XX y con la llegada de la cerveza, en Bogotá se prohibió el consumo de la chicha, pues según la pauta pagada por las cerveceras, era una bebida que embrutecía, que no era limpia y que era únicamente para aquellos que no sabían de las buenas cosas del mundo moderno.
En épocas independentistas, los españoles ya debilitados en el poder de la colonia, se dieron cuenta que era en las chicherias en donde el pueblo se encontraba para debatir y ponerse de acuerdo para realizar motines y ataques en pro de la gesta libertadora.
San Andrés, Providencia y Santa Catalina son las islas más bonitas del caribe colombiano, su historia es de libro o de novela de piratas y eso por que allí vivieron corsarios tan famosos como el pirata Morgan.
Por: Periódico El Campesino
En el paradisíaco caribe se encuentran las islas de San Andres, Providencia y Santa Catalina, la historia de estas islas esta ligada increíbles historias de piratas ingleses, holandeses y franceses. En el caribe por la época del inicio de la colonia, los barcos que legaban del viejo continente en búsqueda de nuevas tierras, se toparon con las islas del caribe.
Jhony Cay – (cc) por Mario Carvajal
El archipiélago fue base naval de corsarios ingleses y holandeses que desde allí organizaban ataques a los galeones españoles que regresaban a Europa con lo extraído de las nuevas tierras. España reclamo las islas, pues desde finales de los años mil cuatrosientos, se habían expedido cartas de propiedad y de titularidad sobre las islas que fueron invadidas.
Estuvieron a cargo de Panamá y de Nicaragua, sirvieron como punto de paso de las rutas mercantiles del tabaco y del algodón. Con la llegada de los esclavos negros, se estableció allí la cultura creole, una mezcla entre afro, inglses, españoles, holandeses y franceses dieron forma a la cultura típica de la isla.
Seria hasta 1817, cuando un reconocido pirata francés, ayudaría con las causa independentista, Luis Aury colaboró con Simón Bolívar y desde la isla generó constates ataques martimos a las tropas que venias desde España a reconquistar los territorios que se estaban liberando.
El tratado Esguerra– Barcenas determinó la territorialidad de las islas, dese los años treinta se reconoce legítimamente a las islas y sus habitantes como ciudadanos colombianos.
Gaitán es considerado el último caudillo liberal, la historia del abogado bogotano esta llena de pasajes interesantes, la carrera del político liberal estuvo marcada por los contrastes, en la época en donde desarrollo su carrera política, el país vivía difíciles momentos en materia social y económica.
Por: Andrés A. Gómez Martín.
El populoso barrio las cruces vio nacer a Gaitán, hijo de una maestra de escuela y de un librero liberal, fue el mayor de seis hermanos. Guiado por las enseñanzas de Doña Manuela Ayala de Gaitán, su madre, ingreso a estudiar leyes en la Universidad Nacional de Colombia.
En época de estudiante ya empezaba a mostrar los primeros indicios de lo que sería su futuro, participó en debates en donde se analizaba la gestión del presidente conservador Marco Fidel Suaréz y creo un movimiento de estudios políticos y literarios que respondía el nombre de Rubén Darío.
Muy joven fue elegido a la asamblea de Cundinamarca y para 1926 ya estaba en Italia ahondando en los estudios de derecho penal y criminal en la Real Academia de leyes de ese País. Su tesis de grado le valió el mayor reconocimiento y se convirtió en texto de estudio.
Elegido Alcalde de Bogotá por el partido liberal, fue destituido por ordenar a los taxistas y lustra botas no usar ruanas ni alpargatas, lo que valió una docena de huelgas, inmediatamente sería designado como Ministro de Educación en donde gozaba de gran respaldo de los maestros, para aquella época el gaitanismo ya era un movimiento popular con presencia nacional.
Gaitán marco una época, dejó su selló como congresista, llevado a cabo el debate de la masacre de las bananeras, como abogado dejó decenas de enseñanzas publicas como defensor y penalista, pero aun en la mente de los abuelos vive el recuerdo del que fue el mejor orador liberal colombiano.
Experiencias, desde la lente del productor, relacionadas con la creación de la infraestructura física,agronómica y legal para la exportación de aguacate hass desde la meseta de Popayán
Por: CCI
El agroempresario está enfrentado en forma continua, como todo negocio, a los retos de supervivencia en busca de la sostenibilidad de su actividad, estatus que teóricamente es fácil de discernir pero más difícil de materializar en especial del pequeño y mediano productor ya que en su largo camino encuentra dificultades de todo orden como son el conocimiento del negocio; la infraestructura física, agronómica y legal básica para la realización de su objeto social; la asociatividad, pasión, compromiso y sentido de pertenencia reales y no las simplemente declaradas entre miembros de un mismo sector productivo; la falta de capital de trabajo; los fenómenos meteorológicos y el cambio del clima; la comercialización de sus productos; el manejo eficaz de los intermediarios financieros y comerciales que acechan para quedarse con la mejor “tajada” de su esfuerzo con el menor riesgo, entre otros.
El agroempresario que logre superar eficiente y eficazmente estos obstáculos será exitoso en su intento de mantenerse en un mercado cada vez más competitivo, en donde prevalece el más fuerte, el que produzca al menor costo, el que acredite el músculo financiero suficiente, el que aplique una agricultura de precisión ajustada a sus necesidades, el que conciba el desarrollo de la tecnología como un aliado, el que aproveche las oportunidades que le ofrece el sector privado y público, el creativo, el innovador, el emprendedor, el que analiza y concibe los errores como una oportunidad de mejoramiento, el perseverante, el que asume una actitud positiva frente a las dificultades que se le presenten y son connaturales con el negocio y situación de hecho del productor.
El pequeño y mediano agroempresario operando individualmente dificulta la superación de aquellos obstáculos distorsionando el mercado, presionando los precios hacia la baja, pero… avizora una luz en el camino llamada “ASOCIATIVIDAD”; si nos agrupamos, léase “TRABAJAR EFECTIVAMENTE EN EQUIPO”podemos sumar esfuerzos suficientes para enfrentar la problemática enunciada. Desafortunadamente el asociado asume posiciones dependientes y por consiguiente pasivas con pocas excepciones, tan pocas, que solo dos o tres integrantes asumen el peso comunitario, pero esa gran mayoría expectante a la sombra invocan y exigen resultados que favorezcan a todos.
Algunos agroempresarios del Cauca nos hemos agrupado y creado una sociedad agraria de transformación, Caucahass S.A.T., a través de la cual aspiramos a comercializar el aguacate hass que producimos y en un futuro cercano la transformación industrial de la pulpa de aguacate dándole valor agregado, creando puestos de trabajo para los productores y/o familiares incrementando el ingreso del núcleo familiar, pero para ello son requisitos necesarios además de la asociatividad comentada, la captura de mercados del exterior ya que el interno se sobresatura rápidamente por la oferta de gran cantidad de fruta proveniente de microrregiones como Antioquia, Tolima, eje cafetero y otras con más experiencia acumulada, costos de producción bajos, incipiente cultura de consumo local ante la preferencia ancestral de las variedades papelillo y la falta de promoción de las bondades de la fruta que se ofrece y como consecuencia microeconómica, los bajos precios remunerativos..
La estrategia comercial es la exportación: “EXPORTAMOS O MORIMOS”es el estribillo institucional extractado de la experiencia de cerca de cinco años de comercialización del producto. Así como se plantean las cosas, la demanda externa de la fruta en fresco exige unos requisitos de seguridad de consumo, entre otras, la práctica de una agricultura competitiva con responsabilidad social, certificaciones que rotulen el producto como apto para el consumo humano en donde la inocuidad, la salud y bienestar del trabajador y su familia y la protección del medioambiente son requisitos básicos para la conquista de estos mercados.
Pero como a todo colombiano lo protege su ángel de la guarda y no en vano estamos consagrados al corazón de Jesús, hemos contado con el acompañamiento de instituciones públicas y privadas que nos vienen facilitando el proceso como son la Corporación Colombia Internacional, Asohofrucol, el Instituto Colombiano Agropecuario, Corpoica y otras para la obtención de certificaciones en Buenas Práctica Agrícolas y Global G.A.P. y registro de predio exportador, logro alcanzado por más de sesenta socios en su etapa inicial.
La Corporación Colombia Internacional presidida por la doctora Adriana Señior Mojica, la coordinación regional caucana del doctor Mauro Eliécer Alegría Peñafiel y sus profesionales adscritos ha liderado, patrocinado, asesorado y operado en todas las etapas del proceso desde su génesis hasta el presente donde Caucahass S.A.T. ha obtenido la certificación Global G.A.P. que nos abre las puertas de los mercados estadounidenses y europeos hasta el punto que ya hemos realizado los primeros pinitos en la exportación de la fruta. Cómo no recordar y agradecer los beneficios profesionales recibidos de Águeda Vásquez, Piedad Constanza Ciro, Delia Isabel Estrella Villota, Gina Rengifo, Elena Fernández Hurtado, Eduardo Narváez, Geinz Calambás Acosta, Dúber H. Mopán y otros.
El proceso grupal Global G.A.P. no ha sido fácil ni gratuito. Las dificultades socioempresariales, de manejo fitosanitario y culturales, de bienestar de los trabajadores y sus familias y la protección del medioambiente, normativamente más exigentes, fueron paulatinamente superadas mediante las capacitaciones recibidas, el acompañamiento incansable y motivador en todo momento de los funcionarios de la CC. y la concientización de la responsabilidad social ante el consumidor final de nuestro producto. El establecimiento del cultivo, la fertilización programada de las plantas, los monitoreos regulares de los cultivos, el control de plagas y enfermedades, la minimización de riesgos físicos, biológicos y químicos y… los benditos registros de todas las actividades, en forma cronológica, ordenada y consistente. Esta última dificultad es el “coco” especialmente de los pequeños agroempresarios, fundada en la poca importancia y valoración que le otorgan, la falta de conocimiento para realizarlos y utilizarlos como fuente de información y direccionamiento de las actividades regulares o imprevistas que se le presentan.
La certificación Global G.A.P. la tenemos que concebir como la fonda a la vera del camino y no como punto final. Su conservación y mantenimiento es nuestra responsabilidad de grupo, no nos podemos descuidar en la atención y mejoramiento continuo tanto de las instalaciones como del cultivo y de los registros que exige el sistema y el propósito indeclinable de producir el mejor aguacate hass del país, solo así seremos competitivos y nuestro agronegocio sustentable.
Son muchas las esperanzas alojadas en esta nueva etapa que afrontara el país a partir de mediados de 2016. El agro en Colombia de alguna forma se ha visto comprometido en asuntos que desenfocan su objetivo principal a raíz de tantos años de conflicto, pobreza, poca tecnología, desplazamiento forzado, falta de vías y para rematar el cambio climático.
Por: Nicolas Montañez
Es por todo esto que de ahora en adelante, además de trabajar en paz, la despensa agrícola de Latinoamérica debería estarse capacitando y preparando para implementar un desarrollo tecnológico urgente debido al atraso y abandono al que se ha visto sometida durante estas últimas décadas.
Colombia puede ser un país autosuficiente en muchos aspectos, y es así como podemos recordar algunas clases de geografía en los primeros años de colegio; país privilegiado con dos mares, pisos térmicos fértiles desde el mar hasta nevados, minería, petróleo, gas, agua y grandes extensiones de tierra aun sin explotación agrícola.
Entonces la excusa ahora no podrá ser el conflicto, el abandono forzado de tierras por parte de campesinos, las cosas deben ser ahora serias y la inversión en el campo rápida. Algo se debe hacer muy pronto con la implementación de tecnología, la construcción de vías adecuadas para sacar los productos, pensar en volver a poner en funcionamiento el tren, adecuación de puertos, facilidades en trámites de exportación de alimentos, convenios con muchos países, capacitación en asuntos climáticos y sobre todo sugerir a los que trabajan la tierra que tipo de cultivos deben cuidar y lo más importante que el campesino se sienta cómodo trabajando la tierra.
En este último aspecto el campesino que trabaje la tierra no debe tener la tentación de abandonar su oficio y cultivos en búsqueda de un mejor o por no poder comercializar sus productos o por que sus hijos no tendrán una adecuada educación.
La producción agrícola del país debe centrarse primero en poder alimentar a los 45 millones de colombianos que lo habitamos y después ver la posibilidad de exportar productos como frutas exóticas, café, flores, carne y tantas cosas que se puedan producir con la tecnología y especificaciones que otros mercados necesiten.
Aun cuando la minería es tentadora en un país tan rico, los que han trabajado la tierra por generaciones no deben abandonar la agricultura, la mala costumbre de conseguir la plata de forma rápida debe acabarse y ser parte de la apuesta que todos los colombianos hacemos por un mejor futuro en paz.
El Estado, además de tantos otros asuntos importantes, debe tener como prioridad el desarrollo del campo en estos tiempos de paz que se avecinan, que el campesino esté a gusto trabajando la tierra, que los productos se comercialicen adecuadamente, que exista un desarrollo tecnológico importante, que se trabaje cuidando la tierra y el entorno y lo más importante que se cree conciencia en la importancia de tener un país con un potencial agrícola que muchos otros quisieran tener.
Las hermosas y difíciles montañas de la cordillera occidental esconden tesoros, la diversidad, la fauna, la flora y el oro son los nutrientes y los atractivos de una región que fue habitada por Cartamas, Moragas y Curozapes. Sebastían de Belalcazar pasó por estas inclinadas laderas en búsqueda del preciado oro. Hoy los mineros artesanales de Marmato enfrentan lo que podría ser el fin del cuarto pueblo más antiguo de Colombia.
Por: Periódico El Campesino.
Por más de 200 años los marmateños han explotado los cerros de su pueblo, la minería artesanal ha sido el eje fundamental de la vida de este pequeño y extraño poblado. Las casas están empotradas en los cerros, no hay calles ni carreras, casi al lado de casa se ubica la entrada de un socabón.
La minería artesanal esta reconocida por la ley minera de Colombia, sin embargo durante la ultima década los titulos mineros de oro y de carbón aumentaron en más del 100 por ciento, según la periodista Maria Teresa Ronderos, en el anterior gobierno nacional, fueron 9 mil títulos los que se entregaron a empresas extranjeras, muchos de ellos en territorios protegidos por el estado.
A Maramato como era de esperar, llegaron los extranjeros, negociaron con los dueños de las minas, acordaron pagos de contado al 50, 50, acordaron intereses y aún hoy los habitantes siguen esperando el pago por las que fueron sus minas de oro.
Los pobladores ya no están contentos, han realizado decenas de manifestaciones luego de enterarse que una empresa extranjera tiene entre sus pronósticos trasladar el pueblo para crear una mina de oro a cielo abierto. Voceros de CONARARMINERCOL, han expuesto sus problemas, sienten que los han dejado solos, el estado no les ha renovado sus títulos y ahora deben trabajar de forma ilegal en las que fueron sus minas, todo porque a la empresa con la que habían realizado negocios las dejó en el abandono.
Manuel Ahumedo es el presidente de Agropez, una asociación de pescadores y agricultores artesanales del corregimiento de Pasacaballos, perteneciente a la ciudad de Cartagena, Bolívar, y asegura sentirse respaldado por el apoyo de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, Aunap.
Por: INFOAGRO.
Entre los habitantes de Pasacaballos es común encontrar este tipo de oficio, por lo general aprendido de sus ancestros. Por años, la pesca es considerada la principal fuente de sustento de las familias.
A pesar de ser una labor de tradición, actualmente los pescadores saben que una forma de crecer como empresarios es fortalecer su nivel organizativo, técnico y de infraestructura con el fin de generar mayor calidad de vida para sus hogares y progreso para la comunidad.
Manuel Ahumedo nació y fue criado en Pasacaballos, sitio donde vive con su esposa y sus cuatro hijos de 22, 20, 18 y 17 años.
“A los pelados los invito a las faenas de pesca para que aprendan de este bello arte”, comenta el pescador de 43 años.
En el 2003, a falta de una agremiación de pescadores en el corregimiento, junto con otros habitantes del sector, Manuel crea Agropez, una asociación de pescadores y agricultores artesanales que practican tres formas de pesca: línea de mano, atarraya y trasmallo.
Con ocho lanchas de fibras y otras seis en madera, los pescadores salen a buscar róbalo, lebranche, sierra y pargo en las aguas de la bahía cartagenera y Barbacoas.
Los pescados son trasladados a un centro de acopio, creado por ellos mismos, con el fin de reunir la producción del día y comercializar el alimento en el mercado local y de igual manera, abastecer a los restaurantes de la comunidad.
Sin embargo, Manuel asegura que nada de esto hubiera sido posible sin la ayuda de la Aunap.
A pesar de que el Centro de acopio ya estaba construido, la entidad pesquera los dotó con insumos necesarios para un buen funcionamiento. “Ellos nos capacitan y fortalecen nuestras falencias, como el centro de acopio”, asegura.
Además de eso, la Aunap les suministró unas embarcaciones con sus respectivos kit de seguridad que incluye salvavidas, chalecos y radios de comunicaciones.
Manuel cuenta que uno de los cambios más visibles desde que la Aunap apoya a Agropez hace tres años y dos meses, es el incremento de las ganancias repartidas entre las 57 familias que pertenecen a la asociación.
“Los pescadores vivimos contentos gracias a la Aunap, por eso deseamos que continúen apoyando a los pescadores colombianos, trabajando unidos, de la mano, para lograr todas esas metas que nos hemos propuesto para el año 2016”, finaliza el cartagenero.
Pesca en el Caribe
-En el corregimiento hay aproximadamente 230 pescadores agremiados en distintas asociaciones. La pesca es la mayor fuente de ingreso para las familias del sector.
-Más de 57 asociaciones de pescadores artesanales funcionan en la región Caribe Colombiana.
-La Aunap ha hecho un importante trabajo con los pescadores para priorizar los proyectos, como la sustitución de artes y aparejos, entrega de kits de seguridad marítima, capacitación en Buenas Prácticas Pesqueras y de procesamiento, mejoración del nivel tecnológico para adentrarse más al mar.
La leyenda del cacique indígena que se bañaba en oro en una laguna, los tesoros del imperio Inca e incontables leyendas de minas y de cerros cubiertos en el precioso metal, fueron el aliento de varias expediciones españolas que buscaban como financiar una posible guerra con Inglaterra.
Por: Periódico El Campesino
El oro ese brillante y cotizado metal tendría que financiar la guerra con Inglaterra, los expedicionarios españoles emprenderían temerarios viajes al interior de los desconocido, Pizarro, Ordás, Cedeño y decenas de españoles viajaron por ríos y cruzaron selvas, decenas de ellos morirían en las guerras con los indígenas, las enfermedades del trópico, los animales y el calor harían lo suyo.
Desde Panamá salió Pizarro, exploró el pacifico y en dos años no encontró lo que los indígenas del Itsmo le habían contado, en la mira estaba la lejana provincia del Perú, peleas entre los soldados fueron debilitando aquella expedición. Sin embargo, años más tarde serían conocidos los trece de la fortuna, aquellos españoles que encontraron el Perú.
Sebastían de Belalcázar conquistaría Quito y allí se enteraría de una lejana tierra, más al norte estaba Cundinamarca, allí una poderosa tribu, los Chizcas o Chinchas, bañaban a su cacique en polvo de oro en la laguna de Guatavita.
Gonzalo Jimenes de Quesada llegaría al interior, remontando el río Magdalena, mientras avanzaba por el río se dio cuenta que los indígenas consumían sal, entre más avanzaba la sal era diferente, estaba llegando a tierras Muiscas. En la laguna de Gutavita los Muiscas coronaban el nuevo cacique, con un amasijo de barro y oro en polvo pero también con esmeraldas, los indígenas realizaban el ritual que aquellos españoles habían buscado por años.
Guatavita era el centro religioso de los Muiscas, la leyenda rodó por las provincias como una forma de ejercer poder y presión sobre otras comunidades indígenas mucho antes de la llegada de los inquietos conquistadores.