App Indicadores de Labores Agrícolas es una herramienta tecnológica en pro de los procesos efectuados por los agricultores enmarcados en el municipio de Palmira, Valle del Cauca, diseñada en la tesis del candidato al magíster en Administración de Empresas en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), Carlos Humberto Atehortúa Millán.
El proyecto nace de la problemática por falta de herramientas que contribuyan a la recopilación y administración de los datos de las labores efectuadas por los agricultores colombianos, donde en la mayoría de veces, no se identifica el uso de los recursos del personal, de las maquinarias, implementos y equipos de riego, entre otros.
“Al final el agricultor no sabe a ciencia cierta si está recibiendo ganancias significativas en la gestión de sus cultivos. Por lo cual, diseñar una aplicación que permita aumentar la productividad agrícola influye directamente en el crecimiento económico y, al mismo tiempo, reflejaría una más alta competitividad y un mayor bienestar del cultivador y su entorno”, afirma Carlos Humberto Atehortúa Millán.
Así mismo, la investigación del candidato advierte sobre el desaprovechamiento de las zonas geográficas del país, para el uso adecuado de los cultivos, donde según la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), se calcula que Colombia tiene 40 millones de hectáreas para la producción de alimentos, sin embargo solo en 7,6 millones se está cultivando, lo equivalente a cerca del 20% la frontera agrícola nacional.
La App Indicadores de Labores Agrícolas se podrá descargar hasta el momento solamente por el sistema operativo de Android, permitiendo conocer exactamente las horas trabajadas por persona, las horas trabajas por hectárea de cultivo, horas por funcionamiento de máquina, volumen de agua aplicado, cantidad de semillas, abonos y fertilizantes utilizadas, entre otros factores.
Además, permite visualizar y alimentar bases de datos de manera general por zonas geográficas, donde los agricultores podrán interactuar y conocer de cerca los procesos de otros agricultores, inicialmente para de los cultivos de caña de azúcar y piña del municipio de Palmira.
La uchuva que generalmente es utilizada para la decoración de platos, ensaladas, acompañantes de bebidas, y para el consumo particular por su principal característica de tener un sabor exótico, ahora podrá ser utilizada como cepas de fermentación.
Gracias a la investigación de la magíster en Ciencias Biológicas de la (UNAL), Paola Andrea Martínez Muñoz, en la cual aisló, seleccionó e identificó levaduras no-Saccharomyces, presentes en la uchuva, se determinó que la fruta cumple con los elementos óptimos para la calidad en los procesos fermentativos del vino.
El estudio que se realizó en 40 tipos de cepas, arrojó que dos de ellas, Pichia kluyveri y Hanseniaspora uvarum, presentaron particularidades favorables para dicho proceso, como la tolerancia al etanol (alcohol), a la sacarosa (azúcar) y al anhídrido sulfuroso, compuesto de azufre y oxígeno, que es añadido al vino para el proceso como antioxidantes, antisépticos y desinfectantes.
La investigación abre la puerta para aprovechar en su totalidad la producción agrícola de la fruta, dado que según la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), se estima que el 20% de la materia prima se pierde por presentar algún tipo de rajado, no cumpliendo con los criterios exigidos para la exportación.
Así mismo, Analdex afirma que Colombia es uno de los mayores exportadores de uchuva en el mundo, dejando para el año 2018 un total de 32,4 millones de dólares en ventas, exportando más de 7.271 toneladas a países como Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Bélgica, Países Bajos, entre otros.
Por lo tanto, la oportunidad de innovación para este tipo de fruta, es fundamental para el crecimiento económico del país, principalmente para los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, y Antioquia, donde más se da la uchuva, reutilizándola para la elaboración de vino.
Dicen que la primera persona que llegó a la empozada carrera primera, había soñado que se sacaba un entierro y que no durmió tratando de descifrar el punto exacto del futuro hallazgo, hasta que alguien maldijo a un gobernante porque tenía las calles destapadas; que por ejemplo en esa primera se podía miniar perfectamente.
Entonces la frase retumbó en los oídos de la candidata a millonaria y, sin pensarlo dos veces, rebuscó entre sus chécheres la vieja batea con la que aprendió a buscar oro desde los cinco años, los cachos, la barra y el almocafre y con un improvisado roete, le armó una cuna a su instrumental de antaño y se hizo a la aventura de su sueño.
La gente del barrio la dio por loca porque ya en el Chocó no se minea; es que las dragas mataron las almas de los barequeros y todos se fueron muriendo de tristeza nadando en el lodo de su absoluta miseria.
Por: Óscar Alberto Molina Serna. Facilitador de ACPO en Chocó.
Llegó al lugar un poco agitada y se ubicó, luego de inspeccionar que no hubiera competencia (no fuera que su sueño se hubiera colado en otra cabeza insomne) en el hueco más grande que dejaron los contratistas del urgente pavimentado que ordenó un alcalde antes de irse de vacaciones.
El primer golpe seco de la barra estuvo acompasado de un quejido profundo. Un lamento, tal vez que salió de lo más profundo del alma. Se acordó de la abuela y cerró los ojos con todas las fuerzas de su corazón.
En una fracción de segundo, se vio en el arenal, cegada por la canícula oyendo los consejos de la anciana: que no se ponga así porque la batea se le comba y el oro se esconde, que no piense en ambiciones porque se nos va la mina pa otro lado; no se cruce cuando descanse…
Una algarabía la sacó de sus recuerdos y notó, con asombro, que una horda de nadies armados hasta los dientes con cachos y bateas se acercaban irremediablemente. ¿Habían soñado también con ella? Tal vez se trataba de soñadores viejos o de calificados sabuesos en las artes del hambre.
Por: Óscar Alberto Molina Serna. Facilitador de ACPO en Chocó.
Años atrás, la formación de la ética y los valores dependía del núcleo familiar, lo que se volvía un proceso de enseñanza informal y no planificado, observamos que los encargados de educar a la población joven eran aquellos adultos que se destacaban en la comunidad por su forma de actuar y pensar.
Hoy en día los cambios que se producen en la sociedad han provocado que el núcleo familiar se debilite; los padres o adultos se centran más en conseguir un sustento económico dejando a un lado las bases éticas y morales del individuo. Los infantes pasan más tiempo en una escuela que en sus propios hogares; es desde este punto donde las instituciones educativas empiezan a jugar un papel muy importante en la formación de nuestros niños y adolescentes.
Las escuelas tienen como objetivo el preparar a nuestras nuevas generaciones para que sean personas útiles para la sociedad. Hoy en día los Colegios no solo se deben enfocar en que el alumnado obtenga conocimientos en matemáticas, español, química, entre otros, sino en formar personas íntegras; sin embargo, no es de desconocimiento que hoy en día no se presta la atención necesaria a la formación de los valores cívicos y democráticos.
Es de suma importancia que el ser humano sea formado en valores cívicos y democráticos, tales como el respeto, la tolerancia, la honestidad, la solidaridad, ya que esto nos permite convivir en un ambiente más sano. No es beneficioso si el futuro de nuestro país está en manos de personas llenas de conocimientos teóricos en diferentes áreas, si como seres humanos no son personas que se destaquen por sus valores, los cuales son los lineamientos o la brújula que guía nuestro comportamiento y nuestra relación con los demás.
Es muy grato contar con el apoyo de instituciones como la Institución Educativa Verde Amazónico, la Institución Educativa Promoción Social y la Institución Educativa Nacional Dante Alighieri en el municipio de San Vicente del Caguán en el departamento del Caquetá, que abren las puertas a Acción Cultural Popular – ACPO, con el proyecto “Fortalecimiento de Valores cívicos y Democráticos”, demostrando así el interés en formar seres humanos íntegros útiles para la sociedad.
*Valores Cívicos y Democráticos es un proyecto financiado por la Embajada de Bélgica e implementado por la Registraduría Nacional del Estado Civil, el Centro de Estudios en Democracia y Asuntos Electorales – CEDAE y Acción Cultural Popular – ACPO.
Por: Sandra Liliana Riaño. Facilitadora de Acpo en Caquetá. Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
Le preguntamos a Marcelo ¿De dónde surge la idea de sembrar semillas de solidaridad en su hijo Samuel? y esto fue lo que nos contestó: “venimos sirviendo hace 2 años, los fines de semana a habitantes de calle los domingos en la mañana, solo sentimos el llamado de Dios, hoy después de 2 años de consagrarnos a esa comunidad, el pasado 21 de septiembre fue nuestra consagración oficial en la catedral de Lourdes”.
La comunidad, «servidores del Servidor, hijos del Padre Pio», es una comunidad católica cuyo carisma es la ayuda desinteresada al más necesitado, aquí puedes conseguir más información sobre la comunidad http://www.servidoresdelservidor.org/
“En casi todas las ciudades capitales hay un grupo de nosotros, en Medellín hay un grupo grande, tenemos comedores donde por medio de personas de buen corazón que nos donan alimentos podemos darles un almuerzo diario a adultos mayores, niños y habitantes de calle. Es una labor ardua porque consiste en recurrir al buen corazón de las personas, aunque muy pocas colaboran, sólo la providencia de Dios y la fe nos ayudan.
En algunas ciudades como Bogotá también les llevamos canelazo con pan en las noches a las trabajadoras sexuales y a los habitantes de calle que nos encontramos en la noche en el barrio Santafé. Es una labor bonita y requiere de mucha ayuda para poder lograr cada vez más a más personas y por medio del amor y la caridad tratar de que de algún modo salgan de ese mundo de las drogas, la prostitución, la mendicidad y retornen al seno de sus hogares o se reincorporen a la sociedad”.
¿Participan aparte de niños y jóvenes en las actividades?
Hay un grupo juvenil llamado Torreta donde jóvenes adolescentes hacen labor social, por medio de la ayuda al habitante en actividades de prevención al consumo de alucinógenos y por medio de la oración buscan que sus nuevos amigos se acerquen más a Dios.
Sí es posible ayudar, sí es posible generar cambios desde las acciones de formación en la familia, esta tarea no es de los docentes, es de padres, hermanos, abuelos, en fin, es una tarea de familia. Es por eso que extendemos la invitación a todos los padres de nuestro proyecto Valores Cívicos y Democráticos para que lleven a casa el ejemplo de Marcelo y Samuel y así hagamos de Colombia un mejor país.
Foto por: Miguel Ángel Arango. Facilitador de Acpo en Antioquia
Por: Miguel Ángel Arango. Facilitador de Acpo en Antioquia Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
La Inspección de Santafé, ubicada a orillas del Río Caguán, tiene como mayor actividad económica la ganadería. Está ubicada a una distancia aproximada de 1:30 minutos de la cabecera municipal y cuenta con una población emprendedora y abierta a nuevas oportunidades, siempre que sean para crecer como región.
Este territorio le abrió las puertas al proyecto Amazonia Joven: corredores amazónicos sostenibles para la paz liderados por jóvenes. Un proyecto que se adelanta en la cuenca media del río Caguán, en los municipios de San Vicente del Caguán, Puerto Rico y Cartagena del Chairá en Caquetá.
Entre otras cosas, el proyecto ha buscado aportar al crecimiento de la región a nivel educativo, pero también en infraestructura; por esta razón, en esta oportunidad, el proyecto apoyó la obtención de una valla publicitaria para la inspección. Una valla que cumple una función informativa, para propios y visitantes.
Así es la valla que se encuentra ubicada en el puerto de Santafé, donde como fondo se halla una atractiva fotografía del río Caguán y su puerto, junto con el año de fundación y municipio al cual pertenece; y a su vez el nombre del territorio, con una bienvenida que incita a la población a visitarlo. Igualmente, se encuentra el nombre del proyecto el cual hizo posible la instalación de la misma.
De esta manera, la comunidad de Santafé cuenta con su presentación visual cómo y en su territorio, que les permite su crecimiento comunitario, además de confirmar que el trabajo en equipo entre habitantes y diversos proyectos, les permitirá continuar con el avance de su territorio.
*Amazonía Joven es un proyecto financiado por el Fondo Europeo para la Paz de la Unión Europea, apoyado por Fundación Bolívar Davivienda e implementado por Corporación Manigua – CorpoManigua, la Diócesis de San Vicente del Caguán y Acción Cultural Popular – ACPO.
El Fondo Europeo para la paz que apoya este proyecto, fue creado en diciembre de 2016 y es un mecanismo de la cooperación al desarrollo de la Unión Europea. Este fondo tiene entre sus objetivos principales apoyar a Colombia en el desarrollo integral de las zonas afectadas por el conflicto y apoyar la reincorporación social y económica de los excombatientes en el marco de la implementación del Acuerdo de Paz. El Fondo cuenta 120 millones de euros (más de 345 mil millones de pesos) para apoyar el progreso de proyectos de paz y reconciliación comunitaria en 51 municipios de Colombia.
Durante este último trimestre del año el gobierno, por medio del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), adjudicará nuevas emisoras comunitarias.
Es un hecho que ha generado gran expectativa dentro de las comunidades, porque desde hacía 10 años no se abría una licitación pública para asignar más frecuencias de radios ciudadanas.
Para el propio gobierno, se trata de un “servicio esencial”, pues, en palabras de la ministra del sector, Sylvia Constaín, es clave que “las poblaciones cuenten con información local, puedan difundir sus opiniones, fortalecer la democracia y el acceso al conocimiento”.
Mauricio Beltrán Quintero, director ejecutivo de la Federación Colombiana de Medios Comunitarios (Fedemedios), considera que lo fundamental es que el gobierno entienda y asuma la comunicación como una política pública. Así hablamos con él en el programa de radio “Mundo Rural”:
M.R.: Después de los llamados que los medios comunitarios le han hecho al gobierno, ¿consideran que sí les ha declarado la paz?
M.B.Q.: Realmente nos falta mucho. Hay muchas palabras, pero a la hora de la implementación estamos muy lejos. El problema de fondo es la sostenibilidad. Muchas de las radios se han cerrado porque son insostenibles, y eso se debe a la estructura que tiene el Ministerio como empresa de cobranzas y de gestión policial ante la radio comunitaria.
Como en el Ministerio no hay una Dirección de Comunicaciones, pues MinTIC es una entidad que solo tiene ingenieros y abogados, es difícil entablar un diálogo, y así será mientras el tema de la comunicación ni se asuma ni se entienda como una política pública.
M.R.: Uno ve que en los últimos años la radio comunitaria en Colombia ha vivido un proceso muy difícil…
M.B.Q.: Realmente la radio comunitaria sufrió la peor persecución entre el año 2002 y el 2010, período en el que las multas consecutivas y los procesos de persecución fueron acabando con la radio. Pero también fue en ese momento cuando se hicieron las últimas convocatorias de radios comunitarias.
De los dos gobiernos de Juan Manuel Santos nos queda que, por no haberse abierto ninguna licitación, es decir, ninguna convocatoria pública, las radios comunitarias simplemente se fueron cerrando.
La crisis se fue profundizando debido a un acumulado de aumentos en los cobros por usar el espectro electromagnético, que se registraron en 2002; a la implementación de unos cobros arbitrarios en el año 2006 y al aumento de las persecuciones por temas técnicos. Pero durante los dos gobiernos de Santos el problema más grave consistió en que nunca se avanzó en una política pública, sino que se mantuvo ese fardo y no se le dio ninguna salida.
M.R.: ¿Entonces podríamos concluir que los gobiernos no escuchan a las organizaciones de medios comunitarios?
M.B.Q.: Realmente en Colombia solo existe una organización nacional, que es Fedemedios. Hemos mantenido una permanente relación con las entidades que tienen que ver con el sector. Nosotros hemos trabajado con todos los gobiernos, en términos de tratar de avanzar en una política pública. Pero el problema es que nosotros no podemos hacer las leyes.; nosotros podemos impulsar y hacer propuestas, pero generalmente las radios comunitarias son muy utilizadas; todo el mundo piensa en cómo usarlas, pero no en cómo promoverlas.
Entonces la gente hace programas de radio y luego piensa en pasarlos por las radios comunitarias sin pagar por la emisión; las entidades que compran pauta publicitaria lo hacen a través de centrales de medios que se quedan hasta con el 90 por ciento de la pauta publicitaria, llegándole a la radio una parte ínfima.
Por lo tanto, el problema no tiene que ver con nuestra capacidad de gestión sino con el limitado desarrollo que tiene en este país el tema del derecho a la comunicación, que está tan quedado como el derecho a la tierra. Y eso no es porque las organizaciones campesinas no sean fuertes, así como vemos que los derechos laborales tienen muchas dificultades, pero eso no es por culpa de los sindicatos.
M.R.: En medio de este panorama, ¿podemos ser optimistas? ¿Y podríamos esperar que emisoras que fueron archivadas, como Radio Semillas, de Tibasosa (Boyacá) vuelvan a estar al aire?
M.B.Q.: Nosotros somos unos optimistas permanentes. De otra manera, nunca estaríamos donde estamos. Cuando en el año 89 empezamos este proceso, el gobierno de ese entonces dijo que en Colombia jamás iba a haber radio comunitaria, y hoy en día tenemos 626, de las cuales 430 están agremiadas en Fedemedios.
Ahora bien, dentro del proceso de licitación en curso, lo más probable es que no vuelvan a estar al aire las emisoras que ya han sido cerradas. Pero ya sabemos que se han abierto licitaciones en municipios que perdieron su concesión.
Esperamos que esas organizaciones vuelvan a presentarse y con toda certeza tendrán los elementos para lograr la adjudicación. En este momento lo importante es que pasaremos a ser el país de América Latina con mayor cantidad de radios, en términos de frecuencias adjudicadas, no de potencia, que es un tema que sigue siendo muy delicado. En teoría, podríamos tener 582 nuevas radios en 577 municipios, con lo cual llegaremos a cubrir, esperamos, la totalidad de municipios de Colombia.
Sin embargo, en la práctica esto va a estar muy difícil porque, debido a los problemas de sostenibilidad, la gente no va a presentarse ni va a querer asumir la radio comunitaria, pues termina significando un costo muy fuerte, más aún si de parte del Estado reciben un trato más bien policial.
M.R.: Pero en medio de todas las dificultades, el balance sigue siendo positivo…
M.B.Q.: Ya son 30 años en este trabajo. Y yo creo que lo importante es que hay resultados. La radio comunitaria en Colombia es muy fuerte; tenemos experiencias maravillosas de la gestión para hacer comunicación, usando la radio como una de las herramientas…Porque si algo hemos aprendido en estos años es que el tema no es de medios sino de procesos de comunicación y la radio contribuye a esos procesos de manera significativa, en la medida en que se acopla a proyectos comunitarios fuertes.
Entonces tenemos procesos maravillosos que nos demuestran que tenemos con qué hacer muy buena radio. Y, con una política pública seria y ordenada, contaríamos con una excelente aliado de la paz y de la democracia en Colombia.
*Esta entrevista se desarrolló con el apoyo periodístico de Héctor García Ospina y Fredy Pinilla Escobar
Por: Juan Carlos Pérez Bernal. Consejo Editorial El Campesino.
La iniciativa llamada “Cada abeja cuenta”, nace como parte de una campaña ambiental creada por la alianza entre la agencia de comunicaciones, Avant Garde RP y el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional, promoviendo la conservación de las abejas, su importancia en la polinización y su aporte en la producción de alimentos esenciales para la supervivencia humana.
La campaña también hace parte de una estrategia de comunicación de Avant Garde RP, en celebración por los 16 años desde su fundación, mostrando que desde el ámbito comunicativo se puede crear conciencia ambiental y aportes a la sociedad, como lo afirma Julio González Liendo, Director de la agencia:
“Como comunicadores tenemos la responsabilidad de emprender acciones para ayudar a que nuestras naciones se desarrollen de la mejor manera posible y allí nació la idea de promover la conservación de las abejas, quienes vienen sufriendo no sólo por los agentes de fumigación, sino también por la tala indiscriminada de árboles y el desconocimiento de las especies, entre otros factores”.
La exposición estará abierta al público hasta el 31 de octubre, y la entrada es totalmente gratuita, se hablará sobre las clases de abejas que existen, porcentajes y tipos de alimentos que dependen gracias a su polinización, y la producción no solamente de la miel sino también de apitoxina, que es utilizada para propiedades medicinales como antiinflamatorios y analgésicos.
Además, la Profesora de la Universidad Nacional, Guiomar Nates Parra, invita a la comunidad a que se informe más sobre las especies de insectos, que junto a los cucarrones, a las moscas y a las mariposas, hacen parte de este importante proceso de la polinización en los alimentos de los seres humanos.
“Por favor no las matemos, la gente le tiene a veces miedo a las abejas porque de pronto los pican, pero hay distintos tipos de abejas y no todas ellas pican o tienen aguijón. Es cuestión de informarse bien”, habló para la Revista Enfoque.
Gracias al proyecto Valores Cívicos y Democráticos, financiado por la Embajada de Bélgica e implementado por la Registraduría Nacional del Estado Civil, el Centro de Estudios en Democracia y Asuntos Electorales – CEDAE y Acción Cultural Popular – ACPO, las vivencias de los estudiantes beneficiarios del proyecto, se ven reflejadas con las actividades socioeducativas que se llevan a cabo en las diferentes instituciones donde se ejecuta el proyecto.
Herramientas pedagógicas como Monstruolandia y la Caja de herramientas han permitido que los docentes conozcan los estados emocionales y psicológicos de sus estudiantes; problemas de bullying, de maltrato familiar, de baja autoestima, de autocuidado y autorespeto. Los anteriores han sido detectados gracias a las actividades lúdicas y didácticas que se realizan en el marco del proyecto de Valores Cívicos y Democráticos.
Foto por: Sandra Romero. Facilitadora de ACPO en Silvania.
Durante la realización de las actividades se hace una valoración de los comportamientos y las vivencias de los estudiantes, lo que le permite al docente identificar un poco sobre cómo es el contexto familiar, social y educativo de sus alumnos y así brindar herramientas de apoyo ante los posibles conflictos que se puedan presentar dentro o fuera del aula.
Promover actitudes y solución de conflictos es crucial para mejorar la convivencia, la participación democrática, el compañerismo, la justicia, la igualdad y la equidad y para ello se requiere de estrategias pedagógicas que ayuden a los estudiantes a proyectar un estilo de vida y una ciudadanía con principios y valores.
Es así como la cartilla Monstruolandia y la Caja de herramientas han permitido fortalecer espacios educativos y familiares donde se refleja una comunicación calidad, honesta respetuosa, comprensiva y en una sana convivencia con los demás y consigo mismo.
Foto por: Sandra Romero. Facilitadora de ACPO en Silvania.
Por: Sandra Patricia Romero. Facilitador de Acpo en Cundinamarca. Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
De sotanas a uniformes verdes. Así se vistió el GIS – Grupo de Integración Sacerdotal. Llegaron desde Santa Fe de Antioquia hasta Chiquinquirá, Boyacá, para dejar un mensaje de paz en la cancha y de paso, transmitir a Cristo desde el deporte.
Sí, la fiesta del fútbol también es católica. Desde hace seis años se reúnen sacerdotes colombianos y latinoamericanos en un campeonato único, la Copa de la Fe. Esta vez la sede fue Chiquinquirá, ciudad mariana de Colombia reconocida por ser centro económico y comercial del occidente de Boyacá.
Para el GIS, el fútbol es sinónimo de integración. Como no, si desde hace meses se reúnen presbíteros de la Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia para compartir experiencias de fe y por qué no, poner a prueba sus habilidades deportivas. Francisco Oquendo lo deja claro, pues ve en esos espacios de integración espíritu-deportiva, el fruto de un triunfo, el de su equipo ante la Diócesis de Ipiales.
Francisco es profesor del Seminario Santo Tomas de Aquino con sede en Antioquia, y aunque el oxígeno no le dio, como dice él, para continuar con su equipo en la cancha, está firme con una sonrisa y los gritos de ánimo para su equipo y para su tocayo, Pachito, el delantero estrella.
“Corra mijo, píquela”, le dice Francisco a Pachito, el delantero que segundos después anotaría el segundo gol, el de la victoria, que dejaría 2 a 0 el marcador ante Ipiales.
Foto por: Lina María Serna. Periódico El Campesino.
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El acostumbrado frío boyacense no se siente en la cancha del Estadio Primero de Septiembre, una de las sedes de la Copa. El calor humano de los nuevos rivales se hizo sentir desde que llegaron los sacerdotes de la Arquidiócesis de Barranquilla, de uniforme amarillo como el sol que está por salir. No les ha ido bien en el campeonato por situaciones físicas y de salud, pero confían que hoy serán vencedores.
Esta edición de la Copa, creada por la Conferencia Episcopal de Colombia y organizada por la Diócesis de Chiquinquirá y los Frailes Dominicos, trajo 32 equipos, 30 nacionales y 2 internacionales, en representación de sus diócesis y/o arquidiócesis y municipios. La responsabilidad es por cuenta doble, espiritual y regional, por eso los sacerdotes quieren dejarlo todo en la cancha.
Miguel Lucio Martínez, es el entrenador del equipo barranquillero. Es Licenciado en Educación Física de la Universidad del Atlántico y es también el motor del equipo. Tiene claro que hoy van por la revancha y su equipo lo demuestra en la cancha.
“Tengo un buen equipo, que trabaja y es muy unido”, dice Miguel convencido de los sacerdotes que lo acompañan.
El entrenamiento fue clave. “El lunes es sagrado para nosotros. Desde Semana Santa empezamos a entrenar todos los lunes”, cuenta Alirio Cantillo, párroco de la Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria en el municipio de Malambo y goleador del partido.
El marcador matutino se repite, esta vez fue 2 a 0 frente a la Arquidiócesis de Bogotá. La alegría no da espera y el equipo sale victorioso del Estadio.
Foto por: Lina María Serna. Periódico El Campesino.Foto por: Lina María Serna. Periódico El Campesino.
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Cinco días de Copa, México y Ecuador los países invitados, y octubre el mes elegido. La iglesia celebra varios acontecimientos durante este mes. Mes Misionero y mes del Santo Rosario. Además del Centenario de la coronación de Nuestra Señora de Chiquinquirá, de ahí que este municipio fuera sede este 2019.
La tarde es todavía más intensa, por el sol y por el entusiasmo de los equipos. La cancha de la UPTC – Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, otra de las sedes, se viste de azul y blanco. Ahora, la Arquidiócesis de Guadalajara y la Arquidiócesis de Bucaramanga calientan y preparan sus respectivas estrategias de juego. Llegó la hora.
“Búcaros, búcaros, búcaros”, así suena la arenga del equipo santandereano que viene con bastante barra. Los sacerdotes que están en la banca tienen claro que su apoyo es importante para quienes están en la cancha.
Hay risas, gritos, bubucelas y hasta tambores improvisados que los párrocos armaron. Ellos son “La barra de los toches” y no se quieren quedar atrás, pues México también trajo su propia barra.
El juego es intenso, cada equipo ha marcado un gol seguido del otro. El primer tiempo cierra con un 2 a 2. El técnico mexicano está preocupado, vienen de ganar varios partidos y este está costando un poco.
Los bumangueses tienen un reto, ganar al equipo internacional que fue campeón en la Copa del año 2018. No es fácil pero tampoco imposible, dicen los sacerdotes mientras ven a sus compañeros jugar.
“Mano perfílese”, grita Alejo, el sacerdote más animado de la banca. Los demás le gritan al Padre Juan Pablo Cote, el jugador 77 que ha marcado los dos goles del partido. “El campeonato ha sido muy especial, fraterno, solidario, participativo y alegre. Lo mejor que me llevo es el ambiente mariano y de fe que se vive aquí, en esta tierra de nuestra Patrona y Reina de Colombia”, dice el Padre Cote luego de terminado el juego.
“Se lo pedimos a Dios y pudimos ganarle a un equipo grande”, dice entre lágrimas el Padre Jhon Fredy Lizcano, quien anotó el último gol que dejó a la Arquidiócesis de Bucaramanga como victoriosa.
Foto por: Lina María Serna. Periódico El Campesino.Foto por: Lina María Serna. Periódico El Campesino.
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Esta edición de la Copa se llevó a cabo del 7 al 11 de octubre. Cúcuta, sede de la Copa del año 2018, fue el actual vencedor y dejó como subcampeón al equipo de Quito, Ecuador, luego de un intenso juego que se fue a penales.
Además de la copa otorgada al equipo ganador, este año se entregó un premio especial como signo de paz, la “Copa de la Paz” se le otorgó a la Diócesis de El Espinal, Tolima, por su actitud fraterna durante el campeonato.
El mensaje de paz y fraternidad durante la Copa fue contundente y tomó fuerza en las canchas. Por sexto año consecutivo, la Copa de la Fe es el campeonato deportivo más grande que emprende la iglesia católica colombiana, en pro de la evangelización a través del deporte.
Foto por: Lina María Serna. Periódico El Campesino.
Por: Lina María Serna López. Periodista – Editora.