viernes, junio 20, 2025
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Opinión: Los maestros rurales, verdaderos héroes en tiempos de emergencia

Javier Serrano Ruiz forma parte de la Mesa nacional de Educación rural en la que participan líderes y maestros rurales de todo el país. Él me compartió la grabación de la más reciente videoconferencia en la que se inscribieron el máximo número de participantes que acepta la plataforma zoom (100 participantes) de todo el país y del extranjero y con muchos otros que siguieron la conversación fuera de esta plataforma.

Las respuestas dadas por los educadores me motivan a escribir este homenaje a los maestros rurales que ponen a prueba toda su creatividad para diseñar nuevas maneras de enseñar para llegar hasta los hogares de sus estudiantes en apartadas zonas rurales de Colombia.

A pesar de todas las limitaciones y barreras que frenan el desarrollo educativo en el campo colombiano y que se hacen más evidentes en estos momentos de crisis, los maestros están decididos a servir a los más de doce millones de habitantes de las zonas rurales del país. Los maestros rurales se han “puesto la camiseta” para impedir que los niños, niñas y adolescentes campesinos estén condenados al aislamiento y a la privación de su derecho a la educación en tiempos de pandemia.

Acceso a internet

Este es un recurso vital para comunicarse con quienes están aislados y no pueden ir a las instituciones educativas. Sin embargo, mantener un sistema de clases virtuales en el sector rural colombiano hoy es sólo una ilusión.

El coronavirus ha desnudado la verdad sobre la crítica falta de conectividad a internet en gran parte de las zonas rurales colombianas. Donde hay señal a internet, muchísimos estudiantes no tienen computador. “Descargar” e imprimir guías para el trabajo escolar desde un teléfono celular es imposible. Sólo unos cuantos estudiantes pueden usar el teléfono “inteligente” del papá o de la mamá porque ellos salen a trabajar. Muchos sólo tienen el teléfono básico “flechita”, para hacer y recibir llamadas telefónicas. Además, el costo de los datos móviles resulta oneroso para una familia campesina.

Ante esta situación, el grupo de conectividad e información de la Fundación Planeta Rural, elevó una petición a las empresas privadas de telefonía móvil y al Ministerio de las tecnologías de información y comunicación (MINTIC) para que se atienda con urgencia este problema y obtuvo una respuesta. Además, cincuenta organizaciones campesinas enviaron una carta al Presidente de la República con la petición de que sea gratuito el uso de whatsapp.

El MINTIC prometió pagar un GIGA de datos a líneas telefónicas existentes en las comunidades rurales, para que se puedan usar los teléfonos con acceso a whatsapp con propósitos educativos. Igualmente prometió este servicio gratuito por un mes para “descargar” archivos adjuntos, datos y chatear. Ya hay algunas zonas donde está llegando señal de internet. Aunque hasta la semana pasada la promesa del Ministerio aún no se había cumplido, la iniciativa caló y se obtuvo una respuesta. Esta iniciativa y la esperanza de que su respuesta se haga efectiva es también un logro en medio de la crisis.

Capacitación en uso de tecnologías de la información y la comunicación

A pesar de la falta de internet, en varias instituciones educativas de diferentes regiones, los profesores han recibido capacitación en el manejo combinado de tecnologías de la información y la comunicación y han resuelto problemas que antes les parecían muy difíciles.

Los profesores han hecho censos y crearon bases de datos de las familias de los estudiantes. Esto permitió identificar quiénes tenían teléfono celular y quiénes no. En donde es posible, se ha logrado acompañar el aprendizaje con el teléfono celular. Muchos profesores han pagado minutos extras de sus planes de internet para hablar con los estudiantes. A veces son llamadas de media y una hora explicando las guías. Los padres de familia no están solos, y esto ha servido para acompañar la experiencia emocional de las familias.

Diseño de nuevos currículos de aprendizaje significativo. El agro es el aula

Los profesores saben que muchos de sus estudiantes viven junto a la parcela o en “la finca”. Por eso, son varios los esfuerzos para diseñar un currículo novedoso que convierta el contacto con la tierra en valiosa experiencia educativa, teniendo en cuenta que muchos niños y jóvenes colaboran en el trabajo familiar cotidiano, en especial por estos días.

Aplicando los principios del mejor aprendizaje significativo, los hijos son animados a unirse a la labor agrícola de los padres como campo de aprendizaje. Se han diseñado y rediseñado “guías” de aprendizaje que tienen en cuenta su entorno y su vida diaria. Se anima a los padres y madres de familia para que acompañen el trabajo de sus hijos, de modo que la dura experiencia de aislamiento social se convierta en crecimiento de toda la familia.

Se presentan casos en que, siguiendo las guías y los contenidos curriculares, se ha logrado crear huertas familiares. Ahora se habla de participación familiar en el proceso de aprendizaje, nutrición, auto-sostenibilidad. Se trabaja como familia en aspectos psíquicos, en darse ánimos y tener mejor convivencia. Los estudiantes están ayudando en las labores de la casa como parte de su instrucción. Se están realizando trueques y los estudiantes llevan una bitácora de sus trabajos.

Enseñanza por proyectos integrales

Los profesores de varias instituciones están aplicando la metodología de “proyectos de aprendizaje” integrando en ellos todas las áreas de conocimiento. En realidad, se trata de que el trabajo agrícola, por ejemplo en el café, en los frutales, en el arroz o en labores pecuarias, sirva para enseñar y aprender de manera integral, matemáticas, lenguaje, “ciencias naturales”, lenguaje y literatura, incluso valores éticos y cívicos, compromiso ciudadano y democracia.

Por medio de preguntas motivadoras escogidas entre profesores de varias áreas, se anima a los estudiantes a “contar”, “pesar” cantidades de café, comparar y describir en un “cuento” ilustrado con sus dibujos las diferentes maneras de sembrarlo o a describir las características de las plantas, el proceso de germinación, siembra y cosecha. Estas son metodologías innovadoras que hasta ahora se habían aplicado en medida muy limitada y que ayudan a integrar el saber y los conocimientos de todos los profesores y crear comunidades pedagógicas y de aprendizaje.

Sistemas “multi-mediales” de enseñanza

Los profesores reportan que utilizan diversos medios de comunicación y enseñanza para estar en contacto con sus alumnos. En ocasiones, con aportes del Ministerio de Educación, y también sin ellos, se han impreso materiales y se entregan kits escolares a los estudiantes, usando todos los medios posibles de transporte, tales como los camiones que recogen los productos de las veredas.

Los profesores consideran que el seguimiento y la retroalimentación del aprendizaje de los niños y jóvenes es más difícil que preparar las guías. En algunos lugares las guías se complementan con indicaciones transmitidas por las emisoras comunitarias o en la radio y la televisión locales. Igualmente se sugiere el estudio de los contenidos de programas de Radio nacional o de Señal Colombia, por ejemplo.

Aunque la virtualidad y los medios “a distancia” no reemplazan el contacto pedagógico cálido y directo entre docentes y estudiantes, sí son un complemento muy importante que puede mejorar la calidad del proceso educativo. Además, en el futuro se tendrán en cuenta estos medios de apoyo para que estas medidas nacidas de la coyuntura sean de uso normal en el trabajo escolar.

Desde varios lugares se ha pedido que renazca “Radio Sutatenza” con su enseñanza pausada, paciente y clara, con la que el docente radial guiaba a los aprendices en el desarrollo y en la comprensión de un tema.

Grupos profesionales de voluntarios para apoyo psicosocial

Se creó un frente de apoyo psicosocial campesino. Veinticinco psicólogos atienden consultas gratuitas por teléfono y whatsapp para apoyar a las comunidades, gracias al trabajo de la Fundación Planeta rural. No es una atención de urgencias, pero se brinda apoyo y orientación familiar y se están invitando más profesionales para vincularse a la iniciativa.

Formación comunitaria para diseño y formulación de planes de desarrollo

La red de gestores de paz de Montañita y Curillo en el Departamento del Caquetá pretende formar personas y comunidades que incidan en la estructuración y revisión de los planes de desarrollo municipal y regional, y se busca que los planes incluyan recursos importantes para mejorar la educación y la salud campesinas, la formación para la participación política y partidas para la reconciliación, la construcción de paz y convivencia, entre otros asuntos.

Esta red ha pedido que la aprobación final de los planes de desarrollo se aplace hasta cuando termine la emergencia sanitaria, de modo que la comunidad pueda participar en su diseño y formulación. Aunque la petición se ha hecho a nivel nacional, aún no hay respuestas y ya están comenzando a salir borradores de los planes en varias zonas del país. Esto causa preocupación, pues las justas reclamaciones comunitarias pueden quedar sin recursos asignados.

Seguridad, soberanía alimentaria y economía solidaria

Los maestros también se han convertido en orientadores que preparan a los estudiantes para enfrentar retos como la auto-sostenibilidad y las dificultades para comercializar sus productos. Las familias tienen que ser unidades productivas sostenibles que garanticen su seguridad alimentaria. Se destaca la necesidad de que el país se encamine hacia su soberanía alimentaria, a la par con la seguridad alimentaria de las familias. Hay que rescatar y conservar las semillas nativas y saber qué es lo que nos estamos comiendo.

Comunidades protectoras de la niñez

En este momento, con un llamado de verdadera urgencia, desde el Caquetá se levanta la voz de los maestros: ¡Ni un niño más en la guerra! No hay que permitir que se los lleven. La educación debe brindar habilidades, conocimientos y herramientas que permitan a los estudiantes y a sus familias tener alternativas de una vida mejor y que impidan su vinculación a los grupos armados.

Todas estas voces y estos esfuerzos nos dicen que en nuestra Colombia rural hay verdaderos héroes. Educar a nuestros niños, niñas y adolescentes campesinos se ha convertido en una labor de auténticos titanes que tienen que ser apoyados por todos y desde el gobierno central, particularmente, con recursos blindados contra la epidemia de la corrupción. Desde estas líneas felicitamos y acompañamos a quienes siguen reuniéndose para compartir experiencias, ideas y darse ánimos en esta dura labor de educar a los niños y jóvenes de las zonas rurales del país.

*Esta nota periodística no representa la postura de Acción Cultural Popular – ACPO organización dueña de la marca registrada Periódico El Campesino y elcampesino.co. Con ello, tampoco compromete a la organización ni al periódico en los análisis realizados, las cifras retomadas, los entrevistados que aparecen, entre otros. 

Por: Bernardo Nieto Sotomayor. Equipo Editorial Periódico El Campesino.

Panela, algo más que solo un dulce

Durante mucho tiempo este ha sido un endulzante artesanal hecho del jugo de la caña de azúcar que no falta en las casas de estos pueblos paneleros, pero no solo es por su sabor también tiene muchos componentes beneficiosos, lleno de vitaminas lo que la hacen mucho más que solo por su sabor.

Algunos de estos beneficios son:

  • Energía y fortalecimientos del sistema inmunológico en los niños, ayudando a prevenir enfermedades como raquitismo y anemia.
  • Ayuda con las cicatrices haciendo de bactericida.
  • Hidrata la piel utilizándola en mascarillas y aplicándola diluida sobre la piel.
  • Tiene un efecto balsámico y expectorante en casos de gripa.
  • No produce un desgaste del esmalte dental evitando las caries.
  • Puede ser consumida moderadamente por pacientes con diabetes y alto colesterol.

Podemos ver como este alimento es más que simple azúcar compactada con sus diferentes usos, al ser un alimento procesado de manera natural, lo que deja fuera de su producción químicos y agentes que suelen tener efectos dañinos a corto o largo plazo, dándonos un poco más de tranquilidad en cuánto a como nos estamos alimentando.

Por: Andrés Sastoque. Integrante Proyecto Maripanela.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

Proyecciones de producción cafetera colombiana van en alza

Para el año 2019, la producción de café en Colombia cerró con 14,8 millones de sacos de 60 kilos, un 9% más que el cierre de 2018. Volumen de producción que no se registraba desde hace más de 25 años. Entre marzo y junio del 2020 se espera recoger la cosecha de primer semestre, de unos 6.5 millones de sacos de café.

Para esta labor se requiere a unos 135 mil recolectores para que la actividad cafetera no se detenga. El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea Navarro, manifestó que a pesar de la coyuntura del COVID-19. «La cosecha cafetera contará con la mano de obra que necesita».

Para esto desde el Ministerio de Agricultura se establecerán bolsas de empleo que permitan emplear la mano de obra local, para que apoyen las labores de recolección de la cosecha cafetera, beneficiando tanto a los caficultores como a sus municipios en el desarrollo económico y el avance social.

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Desde el Gobierno Nacional, y junto a la Federación Nacional de Cafeteros y las autoridades locales, se está implementando el protocolo de cuidados básicos para proteger del COVID-19, a los cafeteros y recolectores. Desde la campaña “la salud de todos, es asunto de todos” invita a los caficultores a protegerse y tomar las medidas pertinentes para la prevención del COVID-19.

«En nuestros 93 años de historia, hemos enfrentado otros momentos también adversos y siempre hemos salido adelante gracias a nuestro valioso equipo de trabajo, lo que incluye al Servicio de Extensión como el vehículo de comunicación más estrecha con los productores«, Roberto Vélez Vallejo, Gerente General de la FNC.

Dentro de los protocolos de actuación encontramos, 7 puntos a cumplir dentro de las medidas que son necesarias para el cuidado entre caficultores, estos son:

  1. Cuidados básicos de interrupción de la cadena de contagio de COVID–19.
  2. Preparación y uso de soluciones desinfectantes.
  3. Uso de elementos de protección personal.
  4. Actividades de limpieza y desinfección.
  5. Medidas de aislamiento preventivo.
  6. Medidas para fincas que requieren mano de obra local.
  7. Medidas para fincas que requieren mano de obra externa.

Con el aumento de mano de obra, es necesario tomar acciones de cuidado entre los mismos caficultores. Dentro de estas mismas, en la   contratación, se tiene en cuenta los municipios en los cuales aún no se registran casos de contagio. Todo esto con el fin de recurrir a la conciencia colectiva, para entender; «que la salud de todos, es asunto de todos».

Por: Jessica Beltrán. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.                                                                                                                                                                                                                                         

Las Redes Solidarias del Común que se tejen entre el campo y ciudad

Economías Sociales del Común – ECOMUN, es una organización que reúne a 135 cooperativas que tienen como fin la reincorporación económica y social de excombatientes y la materialización del acuerdo de paz realizado en el año 2016 entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC-Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

Como principio fundamental está el fortalecer los proyectos productivos que beneficien a la comunidad; por lo que se proyecta como una gran confederación de cooperativas, cuyos socios son otras cooperativas y proyectos de excombatientes. Esto a su vez garantiza el desarrollo solidario entre las personas afectadas por el conflicto armado en el país.

ECOMUN acompaña, organiza, asesora y gestiona a favor de todas las iniciativas productivas de los exguerrilleros y las comunidades en el marco de los principios. Ya son más de 4.960 exguerrilleros que la integran y trabajan a diario en el campo para empezar a competir en el mercado con sectores como: Agricultura, ganadería, apicultura, artesanía, turismo entre otros.  

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«Es por medio de estas cooperativas, donde los excombatientes aportan a la construcción de la paz, encaminada al desarrollo agrario del país«, Fanny Castellanos, Vicepresidenta ECOMUN.

Los desafíos de la implementación del Acuerdo de Paz son mayores ahora por las medidas de aislamiento, las restricciones a la movilidad y específicamente del apoyo técnico directo a los proyectos de reincorporación.

Nuevas oportunidades de reincorporación económica

Entre tanto, para otras cooperativas y proyectos esta crisis ha sido una oportunidad y afrontan la pandemia creativamente. El Oso, el proyecto de piscicultura de la Asociación de Mujeres (ASOMAPROSO) le vendió su producción de 26 arrobas de truchas a la empresa que abastece de alimentos frescos el antiguo ETCR ubicado en el Tolima, así no perdieron el producto y la empresa cumplió su entrega.

En Riosucio, Caldas, el proyecto piscícola en el resguardo indígena Cañamomo Loma prieta, vendió su primera cosecha de 200 kilos de tilapia naranja a comunidades locales. Mientras que, en Carmen del Darién, Chocó, excombatientes del antiguo ETCR Las Brisas, cuidan un extenso cultivo de pepinos que sembraron al inicio de la cuarentena.

Excombatientes del taller “Hilando la Paz” están produciendo de manera artesanal tapabocas para la comunidad, con un material biodegradable conocido como cambrela, un tipo de tejido no textil que se produce como resultado de procesos de reciclaje.

Los relacionados con la seguridad alimentaria, como proyectos avícolas, han jugado un papel fundamental en la cuarentena para el autoabastecimiento. En Pondores, el único de los proyectos del agropecuario que no ha parado es el avícola apoyado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la ONG Paso Colombia.

“La producción está al máximo, producimos 150 canastas de huevos diarios (cada una de 30 unidades) y se está garantizando la demanda del ETCR y la venta de excedentes a un proveedor del mercado local de Fonseca, en plena época de escases del producto”, explica David Díaz, coordinador de la Granja Nueva Colombia.

Siguen creciendo las redes

Ahora mismo, ECOMÚN trabaja en la creación de Redes Solidarias del Común, una iniciativa que busca realizar intercambios solidarios de alimentos como respuesta a la necesidad de crear lazos de solidaridad entre el campo y la ciudad.

“Desde Ecomún estamos impulsando la iniciativa de redes solidarias del común porque creemos firmemente que la solidaridad es el valor y la práctica más importante en la construcción de un movimiento de economías sociales y solidarias”, explicó Juan Camilo Londoño, quien hace parte del Consejo Administrativo de Ecomún.

El propósito es que estos intercambios se realicen entre productores de Zonas de Reserva Campesina, Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), Nuevas Áreas de Reincorporación (NAR), con organizaciones solidarias en las diferentes ciudades del país.

Para quienes se encuentren interesados en formar parte de esta Red, la organización pone a disposición su línea telefónica y WhatsApp 3209095126.

Por: Jessica Beltrán. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

Así fue la primera clase virtual en La Chipa, Caquetá en época de pandemia

El caserío de La Chipa se encuentra a cuatro horas vía carretera desde Puerto Rico y a cinco horas vía fluvial desde Cartagena del Chairá en Caquetá; tiempo que puede variar de acuerdo a las condiciones climáticas. Este recorrido lo hacía Lorena Reyes, facilitadora del proyecto Amazonía Joven, cada lunes y viernes con el fin de transmitir sus conocimientos en tecnologías a la comunidad. 

En vista del inicio de la cuarentena por la Covid-19, el caserío de La Chipa se aisló por completo por el bienestar de sus pobladores. Teniendo en cuenta este panorama mundial, Lorena convocó a sus estudiantes a una sesión virtual, la cual contó con apoyo de uno de los maestros de la Institución Educativa Rural Villa del Río.

Entusiasmo por aprender

Con puntualidad llegaron los quince estudiantes, tanto  del caserío, como los participantes de las fincas que viajan en sus caballos para recibir la formación. A pesar de las fallas de conectividad a Internet en un principio, los estudiantes guías que capacitó Lorena una semana antes, lograron entrar en contacto con su maestra por videollamada.

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“Se sintió de inmediato una emoción de todos ellos, pues para algunos era la primera vez que se comunicaban a través de videollamada. Esta experiencia virtual permitió que avanzaran en el curso de Alfabetización Digital”, comenta Lorena Reyes, Facilitadora de Amazonía Joven.

Foto por: Lorena Reyes, facilitadora proyecto Amazonía Joven.

La clase tuvo como base la creación de correos electrónicos para los nuevos estudiantes vinculados antes del inicio de la cuarentena y el refuerzo para usar las herramientas del correo en el caso de todos los demás participantes. Creada cada cuenta, Lorena dio el paso a paso para que los estudiantes vincularan sus correos con el de la maestra. 

Logrado con éxito este paso, ella se contactó con cada uno vía chat para enseñarles cómo compartir sus pantallas y mostrar sus avances en las actividades virtuales. Pero sobre todo, usar las herramientas que les ofrece el correo electrónico para enviar y recibir información, vincularse a programas educativos, pagar recibos, entre otras funciones.

“Revisamos sus cuentas, aprendieron a compartir sus pantallas. Al principio estaban nerviosos de cometer un paso mal en el proceso, pero todo resultó de manera positiva y fueron muy ágiles en seguir las indicaciones para navegar libremente. En momentos como estos, todo lo que han aprendido del curso lo han podido poner en práctica para conectarse con el mundo”, dice Lorena. 

Compromiso con las comunidades rurales

Las clases virtuales no han podido continuar debido a que el colegio no está abriendo sus puertas por la pandemia o emergencia sanitaria. Sin embargo, la comunidad de La Chipa espera continuar con el proceso de formación; cumpliendo las medidas establecidas   para la cuarentena y  evitar así la propagación de la Covid-19. De esta manera, se podrá seguir contribuyendo a la educación de digital en zonas rurales y a la disminución de la brecha digital. 

Mientras tanto, el proyecto Amazonía Joven, financiado por el Fondo Europeo para la Paz de la Unión Europea e implementado por CorpoManigua, Acción Cultural Popular – ACPO  y la Diócesis de San Vicente del Caguán, reafirman su compromiso para continuar con los procesos de formación bajo nuevos modelos pedagógicos.

Por: Daimer Fernando Losada Bermeo. Comunicador proyecto Amazonía Joven en Caquetá.

Recomendaciones para mercados mayoristas frente al COVID-19

Para mejorar la sanidad de los mercados mayoristas durante la pandemia de COVID-19, la Federación Latinoamericana de Mercados de Abastecimiento (FLAMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han estado trabajado en una serie de medidas prácticas que sirven como una guía para todos los países de la región.

Hace tres semanas que los mercados mayoristas de la región, la FAO y la FLAMA han estado impulsando una serie de medidas que aseguran que estos mercados sigan cumpliendo su papel estratégico en el suministro de alimentos de las ciudades, reduciendo al mínimo los riesgos de contagio entre sus operadores, proveedores y quienes acuden a ellos a comprar alimentos.

Según la FAO, durante la pandemia global del COVID-19, los mercados mayoristas son más importantes que nunca, ya que son una parte clave de la cadena de distribución de alimentos.

“En América Latina y el Caribe hay 300 mercados mayoristas que son claves para mantener el abastecimiento alimentario de la población, en especial de zonas las urbanas”, dijo Joao Intini, Oficial de Políticas de Sistemas Alimentarios.

“Los mercados de abastos asumieron rápidamente el costo de las medidas de prevención y el compromiso de seguir abasteciendo. Un alto porcentaje de su oferta proviene de Pymes y a la producción de la agricultura familiar. Latinoamérica está abastecida gracias a los mercados mayoristas y a sus redes de comercialización minoristas”, explicó Arturo Fernandez, Presidente de FLAMA.

“Los mercados mayoristas son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria. Además, son especialmente importantes para ofrecer productos a precios bajos a una población con restricciones de ingresos financieros cada vez mayores”, explicó Raúl Giboudot, Secretario General de FLAMA 

Las diez medidas prácticas, que ya están en implementación en países a lo largo de la región y que deberían ser tomadas en cuenta por todos los mercados mayoristas, son las siguientes:

1)     Los operadores y comerciantes deberán manipular los productos usando guantes y mascarillas.

2)     Disponer surtidores con alcohol o gel desinfectante en los mercados, para el uso de los operadores y del público en general.

3)     Mantener comunicación estrecha con las autoridades locales para promover las prácticas de cuidado del personal que trabaja en los mercados mayoristas y de las personas que frecuentan los mercados.

4)     Coordinar con los organismos de salud para realizar actividades de monitoreo de salud y de orientación al personal de los mercados.

5)     Implementar un sistema más ordenado de reparto de alimentos para disminuir la concentración de personas.

6)     Limpiar y desinfectar las instalaciones destinadas a la venta de productos varias veces al día.

7)     Si algún trabajador presenta síntomas de gripe, fiebre, tos, secreción nasal o dolor del cuerpo, se recomienda que se retire a su hogar y permanezca en cuarentena.

8)     Realizar desinfecciones permanentes en bodegas, corredores, baños y otros lugares comunitarios. 

9)     Reorganizar los estacionamientos para evitar aglomeraciones y atascos.

10)  Evitar en lo posible hacer compras acompañado de adultos mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas.

Por: Organización de las Naciones Unidas Para la Alimentación y la Agricultura – FAO.

Colombianos contarán con nuevas emisoras comunitarias

Actualmente Colombia cuenta con 626 emisoras comunitarias que prestan un servicio social y fortalecen la identidad regional, aportando desde su trabajo a la construcción de una sociedad más empoderada e informada. 

El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones – MinTIC, publicó en los últimos días el informe final de evaluación de propuestas para el proceso de asignación de concesiones de emisoras comunitarias. En este se especifica cuales son las comunidades organizadas que contarán con la viabilidad para operar estos canales.

Se ofertaron 582 canales para igual número de posibles emisoras en 577 municipios y frente a dicha oferta se recibieron 706 propuestas para 317 de estos municipios. Según el informe final, 187 iniciativas en 185 municipios del país serán viabilizadas con el otorgamiento de la licencia de concesión.

“Desde hace 10 años, el Estado tiene una deuda con los ciudadanos en la asignación de emisoras comunitarias. Este servicio es esencial para que las poblaciones cuenten con información local, puedan difundir sus opiniones, fortalecer la democracia y el acceso al conocimiento”, estas fueron las palabras de la ministra TIC, Sylvia Constaín.

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Las comunidades contarán con un plazo determinado para cumplir con los requisitos de documentos técnicos. Una vez cumplidos, se darán los otorgamientos de las licencias de concesión correspondientes. Las comunidades que terminen el proceso y pongan en funcionamiento sus canales, se sumarán a las 625 emisoras comunitarias que actualmente prestan un servicio social en el país.

El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones – MinTIC, próximamente anunciará el inicio de nuevos procesos para asignación de concesiones, relacionados con emisoras comunitarias de enfoque étnico y emisoras comerciales.

Por: Jessica Beltrán. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

Propuestas para la resistencia de la ruralidad frente al COVID – 19

Este evento virtual se desarrolló el pasado jueves 16 de abril con la intervención de algunos líderes sociales pertenecientes a las comunidades indígenas y asociaciones campesinas del departamento del Cauca. Quienes expusieron el panorama que se vive en sus territorios y las necesidades presentes respecto al COVID – 19. Además contó con los aportes del académico Boaventura de Sousa y el jurista Rodrigo Uprimny.

La desintoxicación de un mundo globalizado 

Jaime Díaz Noscue, consejero de la Asociación de Cabildos del Norte de Cauca – ACIN dió a conocer  uno de los modelos que los pueblos deben cambiar para asegurar el desarrollo económico, aseguró que es necesario  «desintoxicar nuestra mente, desintoxicar nuestros pensamientos de tanta sobreexplotación que nos deja un mundo globalizado». Esto refiriéndose a observar el panorama de las acciones que se deberían hacer y las que no.

Resulta urgente un sistema de salud para indígenas y campesinos, el cuidado y preservación de los saberes ancestrales, la implementación de una seguridad alimentaria que fomente la nutrición de los pueblos más apartados y ayude al crecimiento en la economía y el trabajo en el campo. Además, mencionó como a través de la historia los pueblos del mundo han sobrevivido a muchas clases de pandemias que han afectado significativamente el área rural y como se siguen cometiendo los mismos errores de exclusión a las personas que habitan en estas zonas.

Garantías para los campesinos ante la emergencia 

Así mismo, Cristóbal Guamanga,  presidente del Sindicato de Pequeños Agricultores del Cauca- SINPEAGRIC, vicepresidente de la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina-ANZORC, integrante de la Coordinación Departamental Cauca del Proceso de Unidad Popular del Suroccidente Colombiano-PUPSOC y vocero e integrante de la Junta Patriótica aseguró  que el territorio está trabajando en el cuidado de la vida y del campo.

Cumpliendo los parámetros de desinfección entre los cultivadores y asumiendo medidas de protección desde ellos, ya que hasta el momento no han recibido ayuda del gobierno en cuanto implementos de cuidado personal para la prevención del virus. Y también se refirio a que la problematica principal es el sistema de salud y de alimentación, pues no se están garantizando los recursos para las personas que viven del día a día. 

Afirmó que como movimiento campesino, quieren garantías de parte del Estado para poder minimizar la problemática que no solo abarca la pandemia, si no además  lo relacionado a la falta de reconocimiento de los derechos de los campesinos. 

Pandemia intermitente 

Por su parte, Boaventura de Sousa, Doctor en sociología del derecho y considerado uno de los académicos e investigadores más importantes en el área de las  ciencias sociales a nivel mundial enfatizó en lo que la pandemia representa para las poblaciones asegurando que «es un acontecimiento histórico que va a tener un impacto de grandes magnitudes, este mismo está dando lecciones importantes. El problema es sí se podrá aprender de ello, no se pueden seguir los mismos modelos de privatización». 

Habla sobre lo que él llama una  pandemia intermitente «se pasará de una pandemia a otra, si no se toman las medidas correspondientes». Poblaciones campesinas, indígenas y afrodescendientes ya han pasado por problemas similares. Esta es una más a la pandemia del abandono del Estado, la violencia de cuerpos armados, la falta de educación, el hambre y la corrupción. 

El estado tiene que mirar la realidad de sus países, para que pueda implementar políticas que sean adecuadas, para esto habrá que realizar cambios en el modelo de desarrollo económico de los pueblos. Es el caso de la explotación del petróleo, la minería y los megaproyectos.

Igualmente, propone la realización de una lucha distinta, que será a la vez la enseñanza que debe dejar la pandemia a la población, algunas soluciones son: la soberanía alimentaria, la relocalización de la economía, la transformación de impuestos (que favorezcan a las comunidades más afectadas en Colombia), alternativas de desarrollo en base al conocimiento ancestral y la defensa de la vida cumpliendo lo estipulado en el Acuerdo de Paz.

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La triple emergencia 

Finalmente, Rodrigo Uprimny Jurista especialista en derecho constitucional expone algo llamado «la triple emergencia» a los problemas que tienen que atravesar los pueblos en la ruralidad, y esta resalta las consecuencias sanitarias que ha logrado visibilizar. Implica una concentración de poder en el mundo legitimando los derechos humanos para ello.

Además, recalca que la importancia de asumir un enfoque de derechos humanos es una necesidad vital ya que esto a su vez permite reducir riesgos de autoritarismo y fortalece la idea de poder enfrentar la pandemia y que de allí surja un mundo mejor. Igualmente menciona unos elementos de enfoque de derechos humanos para enfrentar temas importantes que abarca esta crisis: el derecho a gozar de los desarrollos científicos y de sus aplicaciones (Artículo 27 de la declaración universal de los derechos humanos) y la transparencia en  el acceso a la información y la libre expresión.

 Ha planteado que para combatir la crisis que deja la pandemia en el sector informal de la economía, desde lo rural a lo urbano se deberán implementar políticas que favorezcan a los más desprotegidos. Como impuestos a los patrimonios altos, medidas especiales a las personas en estado de vulnerabilidad y medidas especiales para las  poblaciones más afectadas.

Por: Jessica Beltrán. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

Receta de arepas con calabaza o calabacín

Recogiendo un poquito de la sabiduría de las abuelas, ya que ellas son un libro lleno de secretos por descubrir. Hoy nos encontramos en el Municipio de Une, Cundinamarca  con  Georgina, una abuela quien a sus 85 años  de vida y con una lucidez que nos asombra, nos cuenta tanta historias y vivencias de su juventud que al escucharla parece que fue ayer que le ocurrieron.

Su juventud la vivió con su esposo y sus hijos en una vereda del páramo, llamada «Fruticas». Hoy nos comparte una, de las preparaciones que aprendió de sus papas, arepas hechas con calabaza o calabacín.

En la época antigua, hubo temporadas en que escaseaban las cuajadas, y también que en donde ella habitó las casa vecinas quedaban distanciadas por varios kilómetros, porque con sus vecinos se prestaban algo que les hiciera falta mientras podían ir al pueblo a proveerse de lo necesario.

Generalmente les tocaba caminar unas tres horas o en su caballito para comprar su mercado y lo hacían al menos una vez a la semana

Muchas  familias  no contaban  con una vaca lechera  para proveerse de las cuajadas. Ellos, entoces encontraron una alternativa para preparar las arepas para sus desayunos y descubrieron que la calabaza, que comúnmente se usa para hacer tamales, guisarla, de alguna manera reemplazaba este ingrediente.

¿Dónde azar las arepas? Nos relata Georgina, «En la antigüedad debíamos desplazarnos a un lugar llamado San Salvador, a una mina de piedra y buscar una especial que servía para colocarla en el fogón de leña y esperar hasta que estuviera bien caliente, se le untaba cebo de res o aceite y ahí si poner a azar nuestras arepas y acompañarlas con un delicioso chocolate de harina y así mitigar el frío del páramo».

Foto por: Mery Adelaida Dimaté. Reportera rural.

Ingredientes

Una calabaza o un calabacín tierno

1 Libra de harina de maíz blanco

Azúcar al gusto

Sal

Una pizca de bicarbonato.

Un cuarto de mantequilla.

Un puñado de harina de trigo.

Preparación

Pelar y cocinar la calabaza o el calabacín por media hora aproximadamente. Dejar enfriar y escurrir mezclar  poco a poco junto con  la harina de trigo, mantequilla,  sal y el azúcar, un pizca de bicarbonato, seguir mezclando hasta que quede una masa Homogénea, luego moldearlas y ponerlas a azar.

Esta cuarentena es un tiempo en el que podemos sacar provecho de nuestra imaginación.

Desde el Municipio de Une, Cundinamarca, su reportera rural.

Mery Adelaida Dimaté Ardila.

Radio Mundo Rural: Sin el campo no sobrevivimos

En esta emisión de Radio Mundo Rural la mesa de trabajo dialogó sobre la importancia del campo en medio de la coyuntura del Covid-19, además del trabajo de los campesinos y la situación de abastecimiento en el país.

Si bien, los efectos de esta pandemia han afectado a las grandes industrias, también nos encontramos con otra realidad, y es que los campesinos continúan trabajando la tierra como forma de responder a la demanda nacional de alimentos y evitar el desabastecimiento. Entonces, en las grandes ciudades del territorio nacional, solo hay una preocupación: que no falte la comida y el agua.

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En Colombia, las agriculturas familiar y campesina representan más del 70% de la producción y son los principales abastecedores de los alimentos en el país. Se muestra fundamental que los responsables de las políticas presten  especial atención a sus necesidades, afirma Máximo Torero, economista en jefe de la FAO.

Colombia tiene una fortaleza agrícola importante, más del 80% de los alimentos que se consumen en el país son sembrados en el mismo territorio. Se tiene una gran ventaja y es el clima, pues se pude obtener cualquier tipo de alimento y la riqueza de su suelo se puede evidenciar en cada producto cosechado.

La pandemia sugiere una necesidad, y es reconocer la importancia de los campesinos. Hoy la mayoría de la población depende del campo y lo que este provee; sin embargo, varios sectores se han visto afectados, entre estos el floricultor con pérdidas superiores a los dos millones de dólares diarios por cancelaciones de pedidos en el exterior,  según Asocolflores.

Igualmente, la demanda de pollo ha caído 50% por la afectación del Covid-19 en la avicultura local, pues el consumo per cápita pasó de 3 kilos a un rango entre 1,5 kilos y 2 kilos al mes, según cálculos hechos por la Federación Nacional de Avicultores de Colombia.

Por lo anterior, y dada la coyuntura actual, instituciones como la FAO sugieren a los gobiernos en toda Latinoamérica, otorgar garantías para que los pequeños productores mantengan sus niveles de producción y a la vez, ayudar al sostenimiento de las pequeñas y medianas empresas del agro.

Temas en la mesa de Radio Mundo Rural: 

  • Lecciones de la crisis: sin el campo no sobrevivimos. Análisis de Mundo Rural.
  • Pequeños productores de alimentos reclaman apoyo efectivo de los gobiernos.
  • En «Las cartas del campo» campesinas y campesinos reportan cómo va la comercialización de alimentos.
  • Municipio invitado, Palmira (Valle del Cauca).

*Esta nota periodística no representa la postura de Acción Cultural Popular – ACPO organización dueña de la marca registrada Periódico El Campesino y elcampesino.co. Con ello, tampoco compromete a la organización ni al periódico en los análisis realizados, las cifras retomadas, los entrevistados que aparecen, entre otros. 

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