Fiqueña es un sistema de desfibrado y separación de jugo y bagazo modular de fique, de fácil utilización, desarrollado por AGROSAVIA y la Universidad Jorge Tadeo Lozano, diseñada para mejor el aprovechamiento los subproductos del fique, mejorar la seguridad de los trabajadores “desfibradores” de esta agroindustria y base de la sostenibilidad y competitividad del fique bajo un modelo de economía circular en centros de beneficio.
Desde el pasado 20 de agosto, Fiqueña fue entregada a la Asociación Agropecuaria Internacional – AGROIN, ubicada en el corregimiento La Junta del municipio San Juan del Cesar, La Guajira. Este prototipo, que hace parte de una investigación participativa que beneficiará a más de 500 productores asociados como cultivadores y artesanos, entre los cuales están miembros de las comunidades indígenas wiwas, wayúu y afrodescendientes donde se destaca la participación de más de 100 mujeres cabeza de hogar.
Para Edwin Samir Barbosa Ángel, investigador máster del Centro de Investigación Tibaitatá y líder del proyecto Fiqueña “es la solución a los accidentes laborales que se presentan cuando los desfibradores operan máquinas tradicionales, y permite el aprovechamiento del jugo y bagazo generado en la operación de desfibrado. Además, Fiqueña permite iniciar la definición y valoración de un nuevo modelo de negocios a través de centros de beneficio donde los contextos sociales y culturales específicos de cada región productiva del país modificarán su desarrollo futuro”.
Fiqueña integra un modelo de negocios novedoso e importante para el desarrollo sostenible de La Guajira, que cuenta hoy con cerca de 2.100 hectáreas de cultivo en los municipios de Fonseca, Dibulla, Riohacha y principalmente en el municipio de San Juan del Cesar.
“El traslado, instalación, puesta en marcha, capacitación y operación de Fiqueña beneficia la mano de obra local en el fortalecimiento de técnicos mecánicos, eléctricos y de mantenimiento de esta máquina que ofrece una nueva alternativa de producción agroindustrial más segura, ambientalmente más responsable y socialmente más incluyente” comentó César Augusto Forero Camacho, investigador Ph.D del Centro de Investigación Tibaitatá.
De forma general, en el país la productividad del cultivo de fique es un poco más de una tonelada de fibra anual por hectárea, exceptuando a Nariño con 2 toneladas y La Guajira que supera esta cantidad por mucho. Sin embargo, en la mayoría del país solo se aprovecha el 4% de la hoja. correspondiente a la fibra con la cual se elaboran productos tradicionales como costales para café, papa, zanahoria, cuerdas, artesanías y textiles.
Con esta alternativa tecnológica que llega al mercado, se podrá aprovechar agroindustrialmente el jugo y bagazo, con el 96% de la hoja, elaborando biodesengrasantes, biofertilizantes, compostaje, alimento balanceado, acolchados y rellenos para vehículos, cuero vegano, telas para jeans y muchos productos más.
Por: AGROSAVIA.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.