Julián Andrés Pinilla Bedoya estudiante de Ingeniería Física de la Universidad Nacional de Colombia sede Manizales y quien actualmente trabaja en el Grupo de Laboratorio de Física del Plasma, realizó una investigación en la que se presume el aguacate como anticorrosivo natural, el trabajo contó con la supervisión de profesores del departamento de física y química de la institución.
Para la investigación Julián trabajó con el extracto producido por el árbol de aguacate papelillo, de la familia Persea Americana Mill que se cultiva en la región centro-sur del departamento de Caldas, este se adapta fácilmente a climas fríos, se caracteriza por ser de cáscara delgada, superficie lisa y un contenido en grasa de cerca de un 30 %, y el proceso de maduración de su fruto tarda de seis a ocho semanas, lo cual permite durante el proceso físico haya mejoras en la producción de este extracto.
Con el fin de lograr retardar su proceso de corrosión, se usan los inhibidores como sustancias que se pueden aplicar en forma de aerosol en ambientes controlados formando una capa adicional al material. Frecuentemente en construcción de puentes, vigas y estructuras, se usa el acero al carbono A36, por su habitual uso en la industria, muestra este tipo de deterioro químico demasiado fácil y rápido.
“Con esa información se empezó a investigar qué elementos en la naturaleza tenían esta propiedad y cuál era el indicado para este acero, ya que según el material que se utilice es necesario tener en cuenta cuál inhibidor se va a emplear”, explicó Pinilla.
Se realizaron dos pruebas en el laboratorio perteneciente a la Universidad Nacional sede Manizales, con el fin de determinar si este inhibidor contrarrestaba la corrosión en este tipo de acero: curvas de polarización tafel y espectroscopia de impedancia electroquímica (EIS), en un equipo llamado potenciostato/gasvanostato.
De acuerdo a estas dos técnicas se realizaron tres pruebas con pulpa, pepa y cáscara del aguacate, utilizando un medio electrolito de cloruro de sodio (NaCl) al 3,5 % en peso, que permite simular el medio (solución) corrosivo, las pruebas preliminares presentaron una gran eficiencia del inhibidor, en comparación con las pruebas realizadas al acero en la solución corrosiva y mediante imágenes ópticas se pudo determinar el cambio en la corrosión generalizada, basado en lo anterior el investigador ratificó la eficiencia del inhibidor en un 17,97 %.