El Encuentro de Asís permitió que el Papa Francisco y varios líderes religiosos de alrededor del mundo se reunieran para orar por la paz del mundo.
Por Diego Esneider Ortiz Rodríguez
El pasado martes, el Papa Francisco viajó a la población italiana de Asís, para asistir a los eventos de la Jornada Mundial de Oración por la Paz. En este encuentro ecuménico se reunió con representantes de otras religiones, como el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby, el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, Su Santidad Efrem II, patriarca siro-ortodoxo de Antioquía, el rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni y el jefe supremo del Tendai (Japón) entre otros representantes de diferentes Iglesias y religiones del mundo.
El Encuentro permitió a todos los representantes religiosos implorar por la paz en diversos lugares de Asís. Los cristianos se reunieron en la basílica inferior de San Francisco donde rezaron una oración ecuménica y se nombraron los países en guerra, por cada uno de los cuales se encendió una vela. El Santo Padre dio lectura a su meditación en la que, citando las palabras de Cristo en la cruz «Tengo sed», explicó que esa sed resonaba en la voz de los que sufren, el grito escondido de los pequeños inocentes a los que se ha negado la luz de este mundo y la súplica angustiada de los más pobres y necesitados de paz.
Seguido del acto religioso, los participantes del Encuentro de Asís se reunieron en la Plaza de San Francisco donde tuvo lugar el acto de clausura. El Santo Padre pronunció el discurso en el que reiteró el deseo de que los hombres y las mujeres de las diferentes religiones de todo el mundo se reúnan y susciten concordia, especialmente donde hay conflictos invitando a todos los creyentes a liberarse de las pesadas cargas de la desconfianza, de los fundamentalismos y del odio. La invitación se extendía a los líderes religiosos para que sean sólidos puentes de diálogo y a las autoridades de las naciones a crear y promover caminos de paz.
Al Encuentro de Asís asistieron en total 500 participantes: 4 nobeles de la paz, representantes de Naciones Unidas, los rabinos jefes de Turquía y Bruselas, ortodoxos, protestantes, hindúes y delegaciones musulmanas de todo el mundo. El Papa Francisco sigue los pasos de sus predecesores Juan Pablo II en 1986 y Benedicto XVI en 2011: visitar Asís para, junto a líderes de otras religiones, dar un mensaje de unidad en la diversidad.