El confinamiento que se vivió a causa de la pandemia por COVID – 19, hizo de la tecnología una gran ayuda para poder continuar con labores de trabajo, estudio y otras actividades con conectividad, sin embargo esto no fue un beneficio para todos.
La situación representó desventajas en ciertas zonas que no cuentan con acceso a internet, siendo las más afectadas aquellas de carácter rural, donde se dificulta poder disfrutar de los beneficios del servicio.
Su relevancia se debe a que a través de él y haciendo uso de las diferentes plataformas tecnológicas, se pueden realizar actividades en los campos de la educación, trabajo, comunicación y vida social.
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Las familias que residen en zonas rurales deben hacer recargas de datos móviles, pero no todas tienen la facilidad, además muchas veces es una solución ineficiente ya que la señal no les permite hacer buen uso de estos recursos.
Las cuatro comunidades rurales del municipio de Riohacha, La Guajira, que son beneficiarias del proyecto Alfabetización Digital para la Gestión Comunitaria del Agua, coinciden en que les hace falta el servicio de internet.
Principalmente para que las personas que estudian puedan realizar consultas y búsquedas de información, así cumplirán con sus objetivos educativos. Como facilitadora educativa de Acción Cultural Popular – ACPO, me uno a este llamado.
Para que a estas comunidades se les pueda garantizar el acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicaciones – TIC. Hay que brindarles un servicio de internet sostenible que les permita dar ese salto tecnológico para gozar de dichos beneficios.
Por: Yeimy Oyola Vides. Facilitadora educativa del proyecto Alfabetización Digital Para la Gestión Comunitaria/COSUDE.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.