En el municipio de Mosquera, Cundinamarca, específicamente en la zona conocida como Los Puentes, recientemente las consecuencias de la contaminación y el abandono de fuentes hídricas se hicieron evidentes ante la comunidad que allí habita.
Tras una semana de fuertes lluvias en la capital y los pueblos aledaños, el río Balsillas que pasa junto a Mosquera empezó a levantar una espuma blanca y de mal olor que fue creciendo con los días. Un fenómeno que cubrió calles y casas impidiendo el tránsito y la realización de actividades laborales y educativas.
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La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR, explicó que la espuma obedece a la gran cantidad de detergentes y demás sustancias químicas, mezcladas con las altas cargas de materia orgánica que llegan a la fuente. Al tratarse de un afluente del río Bogotá este recibe diversos desechos a lo largo de su recorrido.
Los habitantes manifiestan que debe mantener todo tapado ya que el viento mueve rápidamente la espuma, así mismo de la mano de expertos afirman que la exposición prolongada al material puede producir daños e irritación en la piel.
Ante esta situación la CAR ha iniciado un proceso de seguimiento y control a los vertimientos con el fin de disminuir el impacto de la carga contaminante en los ríos. Sin embargo, se hace un llamado al Estado para tomar medidas prontas y pertinentes en pro de la conservación ambiental.
Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.