A finales del 2017 el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras “José Benito Vives De Andréis” INVEMAR, junto con la Corporación Autónoma Regional del Magdalena-CORPAMAG, identificaron que la mayor incertidumbre acerca de la dinámica actual de la Ciénaga Grande de Santa Marta radicaba en la falta de conocimiento sobre los flujos de agua actuales, debido al intrincado y complicado sistema de lagunas, ciénagas y caños que comprende el complejo lagunar.
Esto llevó, a través de un convenio entre las dos entidades, al inicio de la Fase II del estudio “Caracterización y diagnóstico topobatimétrico, sedimentológico e hidrológico de la CGSM”, el cual comprende la implementación de modelos para el complejo lagunar, entre los que se incluyen modelos numéricos (hidráulico e hidrosedimentológico) y de balances (biogeoquímico).
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El Convenio, el cual tiene un costo total de 766 millones de pesos, implementa estos modelos a través del monitoreo mensual de caudales, niveles y turbidez en la zona. Los resultados obtenidos hasta la fecha han permitido identificar que existe una heterogeneidad en cuanto a la dispersión de sedimentos vinculada con procesos hidrológicos y sedimentológicos.
Así mismo, y apuntando a obtener información sobre la dinámica sedimentaria en la columna de agua, se ha realizado monitoreo con 10 trampas de sedimento, las cuales cubren gran parte de la Ciénaga, con las que se captura material cuantificable, que se produce tanto por procesos biogeoquímicos en la columna de agua y material que ha sido transportado a partir de las fuentes hídricas que alimentan el sistema lagunar y que se encuentran en suspensión, resuspensión y finalmente se depositan, así como por procesos fotosintéticos y de secuestro de CO2 respectivamente.
Este muestreo arrojó que los valores más altos de Flujo de Masa Total se presentaron durante el mes de junio, cerca de Caño Grande y en la desembocadura del Caño Clarín en la parte central de la Ciénaga Grande y perpendicular a la línea de costa a 5.50 km.
Mientras que uno de los valores más bajos se registraron en la muestra de flujo total del mes de marzo. En la ciénaga de Pajarales, se presenta una reducción paulatina de febrero a junio, con un pico en marzo.
Los flujos se asocian a la disminución de las velocidades del viento
En la zona suroriental de la Ciénaga, sector de Bocas de Aracataca hasta Río Sevilla, la estación TS3 presenta un aumento gradual mensual en los flujos, con un valor máximo en junio. La muestra TS4 por su lado, es la muestra más homogénea al no presentar grandes variaciones en el flujo. Por último, en el centro de la ciénaga se encuentran las trampas TS6 y TS8, alejadas de las principales fuentes hídricas que la alimentan. Estas particularmente presentan valores bajos de flujos. Al estar en esta zona central, se asume que la dispersión de sedimentos que aportan los ríos es menor y por lo tanto la sedimentación es baja.
Los flujos obtenidos pueden estar asociados a la disminución de las velocidades del viento, lo que beneficia la acumulación de material, y a su vez al incremento de la descarga de material que proviene de Pajarales a través de Caño Grande.
Lo anterior, puede indicar que la zona suroriental de la Ciénaga se encuentra influenciada por las descargas de sedimento que provienen de la Sierra Nevada a través de los principales afluentes como el río Aracataca, río Fundación y río Sevilla.
Por otro lado, el estudio identificó que los caños Renegado y Aguas Negras son los que más aportan agua y sedimento a la Ciénaga Grande de Santa Marta, dado que para todas las configuraciones de flujo tiene un gradiente hidráulico mayor que el caño Clarín, el cual, al estar ubicado en el costado norte del complejo cenagoso y estar conectado tanto al río Magdalena como a la Ciénaga, se encuentra influenciado por el comportamiento de las mareas.
Adicionalmente, la instalación de las trampas de sedimento permitió evaluar las condiciones de recambio entre agua dulce y salada dentro de la Ciénaga de una manera indirecta. Con estos estudios físicos se contribuye al proceso de recuperación de la Ciénaga Grande de Santa Marta, ya que se continúa recolectando información ambiental actualizada para la toma de decisiones frente a las problemáticas y el desequilibrio del complejo lagunar.