El embrujo de la Manigua como encanto del verde amazónico

Se habla de una magia extraña, de un embrujo que vulnera la voluntad de visitantes y extraños, arrastrándoles a lo más profundo del corazón amazónico.

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Foto: Cerosetenta

Para muchos, el departamento del Caquetá y los municipios que le comprenden son completamente desconocidos o tildados como zonas de peligro, debido a su relación con el conflicto armado y la guerra en Colombia. Pero este departamento ha demostrado que es mucho más que guerra y que sigue siendo con orgullo el gran portador del nombre de “Puerta de Oro de la Amazonia”, nombre dado al municipio de Florencia en orgullo a la gran biodiversidad que cobija esta zona.

Cuentan los pobladores que este departamento está conformado por la mixtura de muchas culturas; colonos procedentes de Antioquia, Bolívar, Atlántico entre otros, realizaron su migración a estas tierras dando origen y forma a lo que hoy son los municipios del departamento.

Desde ese entonces se habla de una magia extraña, de un embrujo que vulnera la voluntad de visitantes y extraños, arrastrándoles a lo más profundo del corazón amazónico.

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Esa magia particular es adjudicada a la “Manigua” o como vulgarmente le dicen los locales “La picadura de la Manigua”, como si se tratase de un insecto que te infectase con una enfermedad tal que quedes ciego y perdidamente enamorado del verde predominante de la Amazonia colombiana.

A lo largo del tiempo le han ido agregando elementos a la historia, al punto de convertirle en un mito local. Desde bañarse en aguas de la Diosa del Chairá hasta enamorarse de mujeres caqueteñas, portadoras orgullosas de la belleza de la diosa; todas estas ya hacen parte del colectivo de historias que pretenden vender una imagen mucho más atractiva del departamento y sus alrededores.

Actualmente, el departamento del Caquetá pasa por un proceso de cambio positivo y de inclusión, donde la llegada de visitantes locales y extranjeros es mucho más frecuente y ellos, también son atrapados por la Manigua, la magia de la selva.

Así es como algunos definen a la Manigua

En realidad, embrujo y manigua tienen una relación semántica. La palabra manigua es de origen Taíno, un grupo indígena de la familia Arawak de las Antillas mayores.

Con ese término los naturales significaban el bosque, la selva. Sin embargo, no era la selva en el sentido del espacio puro, era un hábitat que recogía las emanaciones de la cultura de los grupos que la habitaban. De esta manera la palabra manigua fue transmitida a los blancos y sobrevivió al exterminio de los Taíno.

El uso que hoy se hace de la palabra sigue teniendo la connotación de espacio selvático donde imperan las emanaciones mágico-religiosas de las culturas de sus habitantes. Escogimos las palabras para señalar la selva como el lugar del encantamiento, porque eso es lo que sentimos en la infancia y hemos vuelto a experimentar ahora al visitar lugares donde parecen concentrarse las fuerzas del universo para celebrar la belleza de lo que significa el proyecto de la naturaleza que nos comprende a todos

Por: Cristian Gutirrez. Facilitador de ACPO
Fuente: Selva.com.co.

Editor: Lina María Serna. Periodista- Editora.

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