La digitalización del mundo está avanzando con una velocidad cada vez más intensa. Tecnologías nuevas, especialmente en los medios de comunicación, se difunden en todas las esquinas y les dan nuevas oportunidades a muchas comunidades que conocen mucho acerca de la globalización: una economía que se caracteriza fuertemente por la integración de mercados internacionales.
Hoy en día, en muchos negocios hay que entender las redes de información y del mercado que cruzan continentes para ser competitivos. Esta evolución del negocio tiene su base en la proliferación de la internet.
En marzo de 2017, ya unos 3.7 millares de personas, la mitad de la población mundial, tiene acceso y usa internet, según datos de Internet World Stats. Gobiernos y empresas al torno del globo están trabajando incesantemente para extender este acceso, especialmente en las zonas menos desarrolladas, como las rurales.
De esa manera, los cursos virtuales de las Escuelas Digitales Campesinas (EDC) de la Fundación Acción Cultural Popular (ACPO) forman parte de un movimiento global y son la puerta a perspectivas globales para los campesinos en toda Colombia. No obstante, EDC son mucho más que la difusión de tecnología.
Educan sus estudiantes para un uso responsable del internet y lo conectan con el desarrollo social y personal de los participantes. Esto es una parte muy importante, especialmente si se consideran las consecuencias para la vida social del acceso a la información por parte del individuo en un mundo más conectado.
El avance del Internet lleva una nueva era de acceso a información y poder del pueblo que tiene consecuencias significativas. El aumento de infraestructura digital no solo da nuevas oportunidades para promover el negocio y los conocimientos del mundo, sino que también forma parte de una democratización de a la información. Las personas encuentran mucho más fácil acceder al conocimiento acerca de lo que está pasando a sus alrededores, y en todo el mundo.
Sin embargo, el acceso a mucha información también establece nuevas dificultades. ¿Cómo sabemos qué información es relevante y correcta? ¿Quién provee la información y con qué fin lo difunden? Es importante recordar estas preguntas cuando se aprovecha el internet y sus infinitas posibilidades.
Además de la democratización de la información, la tecnología digital y la conectividad amenazan a las estructuras sociales tradicionales con las redes sociales que representan una libertad de crear espacios digitales de vivir, con conexiones a personas e instituciones con las que no se puede relacionar físicamente.
Estudios en varios países indican que la digitalización facilita la polarización de la sociedad. Muchas empresas personalizan los espacios digitales que se acceden en los móviles y computadoras , especialmente Google y Facebook. Por esto, solo vemos lo que, según los datos que tienen estas empresas, queremos ver. No se nos presentan otras opciones y opiniones.
Esta posibilidad puede ser muy peligrosa. Si nuestros canales de información digitales nos llevan a ignorar otros puntos de vista, nuestras opiniones e ideas acaban de ser extremas y perdemos la habilidad de crear compromisos que mejoran la sociedad.
Por eso es muy importante que ACPO, como proveedor de la entrada al mundo digital, también tenga cursos que formen al estudiante como un ciudadano independiente y responsable. El fortalecimiento del liderazgo, los conocimientos sobre problemas de la sociedad como la convivencia y el cambio climático, y especialmente la formación en comunicación, sirven para que el campesino colombiano pueda tomar acción propia, informarse sobre los problemas que le afecten y formar opiniones propias. Solo así se pueden aprovechar las oportunidades de internet sin el riesgo de fiarse de información manipulativa y las opiniones extremas.
Entender cómo el uso de medios digitales de comunicación se está convirtiendo en una habilidad básica para participar en procesos del progreso cívico y la libertad de difundir ideas a más personas en un tiempo muy corto. Tanto el progreso tecnológico como el cívico, de la convivencia social, se pueden organizar y llevar a cabo más efectivamente. Para formar parte de esta transformación, la alfabetización digital es el primer paso.
Al mismo tiempo, no se deben ignorar los peligros de una digitalización sin formación sobre el uso responsable de la tecnología. Tras los sucesos de promover el empoderamiento del pueblo colombiano con Radio Sutatenza, ACPO ahora es un líder en la nueva fase de llevar a los campesinos las habilidades para ser competentes en el siglo XXI: la alfabetización digital, que es fundamental para usar la tecnología existente y mejorar la calidad de sus vidas, y los otros cursos que promueven una ciudadanía colombiana responsable e independiente.
Además de formar a las personas, los cursos también racionalizan demandas para un aumento de infraestructura digital en las áreas rurales de Colombia porque ya hay las habilidades para hacer el mejor uso de las computadoras y el Internet.
Así, EDC toma un rol insustituible y único en el proceso de conectar los campesinos colombianos con los avances tecnológicos del día. Con estos cursos, ACPO puede ser un modelo para otros países y regiones del mundo que se encuentran con los mismos desafíos.
Autor: Adrian Stein, Voluntario Alemán ACPO, Estudiante de Minerba Schools at KGI (EEUU)
Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg