Ángel Bayona Ortiz, candidato a doctor en Ingeniería – Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, quien hace parte del Grupo de Investigación en Energías Alternativas (GEAL), diseñó un recopilador de agua hecho a base de botellas plásticas PET, que es un tipo de plástico muy usado en envases de bebidas, por lo que normalmente se arrojan a la basura.
A partir de este recopilador se fabricó un calentador que en una temperatura ambiente de 27º centígrados hace que el agua alcance hasta los 43º centígrados, además, puede conservar el agua a 33º centígrados indefinidamente en su recipiente de almacenamiento.
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Según el ingeniero Bayona, el plástico es un material que posee un alto coeficiente de transmisión térmica, es decir, que permite fácilmente el paso de calor en vez de separarlo, por lo que permite aprovechar esa energía calórica. Por esta razón, el diseño de la UNAL Sede Manizales se diferencia de los calentadores tradicionales que suelen tener forma de tablero, conectado a una tubería de cobre y plástico en serpentín (un tubo de forma frecuentemente espiral), que es por donde circula el agua a calentar.
Debido a que el agua no se calienta directamente, se utiliza un vidrio que modifica su temperatura cuando se orienta en dirección al sol; mientras que el diseño propuesto es en forma de espiral formado por las botellas de plástico, con una manguera que las atraviesa y un tanque para almacenar el agua que se calienta en el trayecto sin necesidad de otros elementos.
Así, el equipo de trabajo de la UNAL Sede Manizales determinó que si hay una temperatura promedio de 27º centígrados y se mantiene, el recopilador garantiza que el agua permanezca a 43º centígrados en el espiral; sin embargo, si la temperatura disminuye o se trata de agua de climas fríos como el de Bogotá que el agua suele ser de 15º centígrados, el recopilador mantendría una temperatura de 20º centígrados.
Es importante resaltar que aunque el recopilador es novedoso por su diseño, el el uso que se le da a la energía solar es el factor importante, pues el desarrollo y fabricación de un prototipo así no tiene referentes en el país, sobretodo que cuenten con el uso de materiales reciclables como lo son las botellas de plástico. Por lo tanto, no solo se contribuye a la disminución del volumen de residuos contaminantes, sino también al ahorro de energía eléctrica.
Por otro lado, en la segunda fase de desarrollo, se proyecta un producto que cause gran impacto en el mercado, debido a que el costo de fabricación es de 90.000 pesos, lo que facilita su producción en serie. Además, se difundiría como un modelo de fácil acceso para diferentes usos como el doméstico en la cocina o para modificar la temperatura del agua en el baño; incluso se podría usar para climatizar piscinas.
Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.
