Nuestros antepasados empleaban la expresión “cuidemos la tierrita” con frecuencia. En la actualidad poco o nada se escucha. Y cuando se dice, ¿de qué tierrita hablamos, a qué nos referimos? Pues al lugar donde vivimos, nos movemos y estamos en este planeta azul, la tierra.
Por: Dr. Luis Alejandro Salas Lezaca
Del planeta hablaban en el pasado, como la madre tierra. Pero algunos quizás pensaron en el terruño, en el pegujalito, en el pueblo, la comarca o el país donde nacieron. Y en mayor o menor escala a ello hacemos alusión.Cuidar es guardar, conservar, asistir. Cuidar es poner atención, solicitud, asistencia cuando se hace o ejecuta algo.De verdad, los terrícolas, los terrestres tenemos que cuidar la tierra. O ¿vamos a esperar a que vengan a hacer esto los marcianos? Tal vez cuando lleguen ya sea tarde, porque mucha gente está abusando del suelo, malgastándolo, lesionándolo, descuidándolo.
La tierra es nuestra riqueza, nuestra madre pródiga y fecunda, somos tierra y en polvo hemos de convertirnos. Los seres orgánicos e inorgánicos provenimos de la tierra, los cuerpos animados o inanimados tenemos ese origen. Tenemos que ser hijos conscientes, dadivosos, generosos, cuidadosos y cuidadores.
La tierra es viva, no la matemos, nos da la subsistencia. Tiene el agua, el aire, el suelo y los recursos del subsuelo son inmensos pero no debemos malgastarlos. Gracias a la tierra hay minerales y vegetales y seres animales y humanos. Hay que saber aprovechar lo que la tierra nos ofrece. Como se dice, hay que sacarle el jugo, pero sin lesionarla; hay que explotarla bien pero sin que se estalle; hay que usarla y utilizarla pero sin maltratarla, sin dañarla; hay que dominarla sin sojuzgarla.
Nosotros los mayores tenemos que pensar y reflexionar, aprender y practicar buenas acciones y comportamientos que sirvan a la tierra y no la perjudiquen. Requerimos de una educación progresiva y progresista, a la vez que respetuosa y abierta. Que los jóvenes y los niños puedan observar nuestra enseñanza y nuestro ejemplo.
Pequeños y grandes proyectos deben considerar la tierra para protegerla, para enriquecerla elaborando el humus y el abono, para defenderla de la erosión y las cárcavas, para prevenir las inundaciones y los incendios, para controlar el uso de pesticidas, insecticidas, herbicidas y tóxicos, para no aplastar el piso con los caminos, las vías y las carreteras. Las explotaciones mineras y petroleras deben salvaguardar la tierra, así como las grandes herramientas y maquinarias, así como las edificaciones y construcciones deben regularse y planearse para no invadir el ambiente y los transportes para no contaminar. Cuidemos la tierrita, es empresa de todos.