Distintas plazas de mercado en el país paulatinamente están siendo clausuradas por motivos de sanidad; unas por un tiempo estipulado y otras de manera definitiva por su infraestructura. El problema de esta situación afecta principalmente a comerciantes y campesinos que venden sus productos en estos lugares que son icónicos para la historia del país.
Las plazas de mercado son centros de compra y venta de productos alimentarios que dan garantía económica a poblaciones rurales; también son espacios de esparcimiento y difusión de información económica, política y social. Por esto, se convierten en lugares importantes para los municipios y ciudades que se han configurado en la historia de Colombia.
Los cierres en su mayoría se están realizando por problemas de salubridad y se han tomado medidas; sin embargo, se establecen patrones en todos los casos, demostrando que no se ha hecho un trabajo de manera colectiva entre entidades y población que usa las plazas de mercado, es decir, que no existe capacitación total en salubridad, no hay un seguimiento y las infraestructuras tienen mucha antigüedad, siendo propicias para la propagación de plagas. Por lo tanto, se refleja la necesidad de un trabajo colectivo entre población y entidades públicas.
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En el caso de la plaza de mercado de Villanueva, Santander entró en estado de clausura temporal por motivos sanitarios. La alcaldesa del municipio Lillyam Chaparro señala lo siguiente: “limpiamos el lugar y en la parte de lo que tiene que ver con verduras sacamos toda la madera, que es donde se pueden criar insectos que ocasionan enfermedades”. También agregó que se harán los arreglos más urgentes para reabrir la plaza y luego proseguir a mejorar la infraestructura y cumplir con lo estipulado en las normas y leyes.
Otra plaza cerrada ha sido Samper Mendoza en Bogotá que afectó el mes pasado a más de 400 comerciantes y vendedores, mientras se hacían los arreglos correspondientes.
Un factor que se suma a las causas de los cierres son los tratamientos y métodos de trabajo en los pabellones cárnicos frente al Decreto 1500 de 2007 el cual establece el marco normativo frente a la venta y conservación de las distintas proteínas, ya que no se está cumpliendo debidamente. Pero este de decreto no ha regido en un ámbito pedagógico para la población que vende en estos espacios y podría poner en práctica. En este mismo sentido, necesitan de apoyo económico para instaurar los equipos necesarios para la conservación de ciertos alimentos.
Cabe resaltar que la venta de alimentos en plazas de mercados es un tradición que se ha perdido en las nuevas generaciones y existen plazas de mercados con decenas de puestos vacíos hace varios años, y la población vigente son campesinos o comerciantes mayores de 60 años que intentan abrir sus puestos a los consumidores todos los días.
Por otro lado, muchas plazas de mercado se han configurado como centros comerciales que retiran al campesino con un manejo elevado de impuestos para instaurar locales de marcas extranjeras que imitan las tradiciones colombianas, pero no están siendo realizadas por la misma población.
Por: Daimer Fernando Losada Bermeo. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora
