La caña de bambú es una planta originaria de la India, según el Centro Nacional para el Estudio del Bambú Guadua, en Colombia existen 40.000 hectáreas sembradas y además de ser alimento para especies como el Panda Gigante, sus cultivos se utilizan principalmente como material de construcción, ya que es un sustituto efectivo de la madera, que resulta más económico, ecológico y sostenible.
Una investigación realizada por el químico Alexander Puentes Parra, magíster en Ciencias Farmacéuticas de la Universidad Nacional (UNAL), que buscaba un compuesto orgánico que permitiera reducir los efectos adversos del ibuprofeno en el estómago como las úlceras, encontró en el almidón del bambú un alto potencial para la elaboración de medicamentos.
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De acuerdo con la explicación del químico “el estudio buscó formar un complejo de inclusión molecular, en el cual los polímeros del almidón forman hélices similares a las de las proteínas, para que el fármaco, en este caso el ibuprofeno, quede incluido allí y la molécula con el activo del medicamento sea protegida frente a condiciones adversas en el tracto gastrointestinal, que son ácidas”.
Como resultado de una prueba, en la que se simularon las condiciones del intestino delgado y grueso para liberar el medicamento modificado con las propiedades de la planta, se evidencio que el uso del almidón de bambú logra liberar el 10% de los compuestos del medicamento luego de 6 horas de su ingesta, lo que garantiza el efecto para disminuir una dolencia sin afectar el tracto gastrointestinal.
Cabe destacar que, según el investigador, aunque hace falta más estudios en función de esta planta, es viable utilizar el almidón de bambú no solo a nivel farmacéutico, sino también como aditivo (elemento que aporta consistencia, sabor o forma) para productos cosméticos, de aseo y para la industria alimentaria.
Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona – Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.