El Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono del Ideam y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible anunciaron que en 2015 se reportó la deforestación de 124.035 hectáreas, un 12% menos que en el 2014.
El reporte de las dos instituciones mostró que los niveles de deforestación están declinando. Sin embargo, la disminución a 124.035 hectáreas anuales no deja de preocupar a las autoridades. El ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, reconoció que falta mucho por hacer.
Desde el Ministerio esperan que para el 2018 el número de hectáreas baje a 90, para eventualmente acabar con el problema de la deforestación. También resaltó que, gracias al proceso de paz que se lleva a cabo con las Farc, las autoridades han podido entrar los lugares donde anteriormente no lo podían hacer por el conflicto armado. Esto ha permitido poder proteger zonas aisladas y disminuir el riesgo para la seguridad de las personas.
Las principales causas de la deforestación son los incendios forestales, provocados por situaciones como el fenómeno del niño y manos criminales; la minería ilegal y los cultivos ilícitos. La siembra de coca y marihuana es preocupante, ya que actualmente hay 37 mil hectáreas de bosque que fueron reemplazados por cultivos de coca.
Según la información entregada por MinAmbiente, los departamentos donde más se han acabado bosques son Guaviare, Meta Antioquia, Putumayo y Caquetá. De nuevo la Amazonía fue la región más azotada por la deforestación, para abrir caminos y cultivos ilícitos. Mientras tanto, en departamentos como Norte de Santander, Cauca y Nariño se presentaron altas tasas de deforestación por tala ilegal e incendios forestales.
Para el Ideam y MinAmbiente, este tipo de informes permite seguir con los programas para acabar con este daño a los ecosistemas, como también para cumplir con los compromisos adquiridos internacionalmente, que exigen a Colombia. Con la vinculación del país al Acuerdo de París contra el cambio climático, ratificado por el Congreso hace poco, hay un compromiso para acabar con la deforestación indiscriminada de los bosques. Una labor que, sin duda, es un trabajo mancomunado de las entidades públicas, privadas, la fuerza pública y todos los ciudadanos del país.