Hoy les contaré un poco sobre mi historia, nací en Natagaima un pueblo del Tolima en un hogar lleno de amor, a los 5 años comencé mi primaria y a los 16 terminé la secundaria, pero por cuestiones económicas no pude continuar con la universidad.
A los 17 años decidí ingresar a las FARC porque consideraba que en esta lucha lograría propiciar equidad y acceso a las oportunidades de las personas más pobres, incluyendo mi familia. En el 2016 se consolidaron varios procesos para la paz, tuve la oportunidad de seguir estudiando y esa es una de las acciones más importantes para mí.
El proyecto Mujer Mestiza, Indígena y Afrodescendiente – MIA ha sido un gran referente para saber que se puede tener otro escenario en el que se logre crecer como persona y como mujer para resignificar la vida.
Cuenta con un componente pedagógico sobre el uso y manejo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones – TIC, además tiene un enfoque de emprendimiento y empoderamiento femenino.
También cuenta con un proceso de comunicación y periodismo rural, que ha sido clave para mí porque puedo seguir haciendo mi trabajo como reportera rural, es algo que me gusta para visibilizar el trabajo comunitario que realizamos diariamente.
La construcción de la sala de comunicaciones será ese sueño hecho realidad, porque es una labor significante poder crear nuestra propia página de reportería rural y así dejar la capacidad instalada en el territorio.
Una oportunidad que se nos da gracias a la Unión Europea a través del Fondo Europeo para la Paz, a Acción Cultural Popular – ACPO y la Diócesis de San Vicente del Caguán con quienes hemos trabajado articuladamente.
Por: Anyela Patricia Cardozo. Facilitadora educativa del proyecto MIA.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.