El chocolate de bola es una bebida riquísima, artesanal y ancestral, elaborada con especias e ingredientes característicos del país como lo son el maíz cariaco, cacao, canela, clavos y pimienta de olor. Viene en polvo o como su nombre lo dice, en forma de bola, se prepara en leche y se puede acompañar con pan, cazabe o queso costeño.
Ana Lucia Yánez Ensuncho, es una mujer de 62 años radicada en el municipio de Ciénaga de Oro, Córdoba desde hace más de 40 años. Su infancia y parte de su juventud la vivió con su familia en una vereda llamada Las Palmitas, a su mamá le aprendió a cocinar, acogiendo recetas, sabores y tradiciones gastronómicas.
Entre ellas el chocolate de bola, como popularmente se le conoce en la costa, especialmente en la sabana cordobesa, donde es muy tradicional preparar y consumir esta bebida ya sea en el desayuno, media tarde e incluso en los novenarios fúnebres. Este chocolate es muy aromático por las especias que contiene, su elaboración es un molino manual donde se combinan los ingredientes mencionados anteriormente.
Este producto es fácil de conseguir en tiendas de barrio y plazas de mercado de la costa, sobre todo en Córdoba y Sucre. Sin embargo, desde antes de la Semana Santa, época en donde se consume con más frecuencia, muchas personas no pudieron conseguirlo. La señora Ana Lucia, que hace parte del colectivo LORANA, expresó su preocupación ya que desde hace 3 meses no ha podido prepararlo a causa de la escasez del maíz cariaco.
Una de las razones es que no lo han cultivado por el fuerte invierno que sacude a la región, por otro lado, desde la pandemia por COVID-19 la semilla subió de precio y eso dificulto su tenencia. Al igual que Ana Lucia, muchas personas se siguen viendo afectadas porque sostenían sus gastos a partir de la venta de chocolate de bola.
Conocidos le han recomendado reemplazar el maíz cariaco por otro tipo de maíz, pero ella que conoce y respeta su tradición, dice que no es igual y que mejor espera a que se comience a cosechar el maíz cariaco. Una realidad que puede afectar significativamente las costumbres gastronómicas y los ingresos de personas que luchan día a día por sacar a sus familias adelante desde el emprendimiento y el saber ancestral.
Por: Víctor Guerrero Argel. Facilitador educativo del proyecto Encuentro de Sabores Tradicionales.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.