La cultura caribe está de luto, Calixto Ochoa uno de los músicos más importantes del genero vallenato falleció en la madrugada de este miércoles en una clínica de la ciudad de Sincelejo a los 81 años de edad. El legado musical y cultural quedará para siempre en las fiestas y los llamados picos no dejaran de reproducir las canciones que alegraron las fiestas populares de los pueblos en la costa.
Por: Andrés A Gomez Martín
Para hablar del maestro Calixto Ochoa no podemos dejar atrás la que es una de sus composiciones más famosas, una de esas canciones que hacen parte de la cultura musical colombiana y que cada diciembre o en cada fiesta popular en la costa caribe genera y crea un sentimiento de jolgorio, alegría y de parranda.
A mediados de la década de los años sesenta los corraleros de majagual eran los representantes más famosos de la música vallenata, música campesina que se había tomado las emisoras del país gracias a su contagioso ritmo y letras nacidas de los viajes de los músicos que cantaban de caserío en caserío y de pueblo en pueblo. Vea: Calixto Ochoa, Caranga campesina
De piel morena, de ese bello tono de piel de caracteriza a los campesinos del Cesar, manos gruesas y de una inigualable capacidad de composición y oído musical, el maestro Ochoa compuso decenas de canciones en distintos géneros, las letras de algunas de sus canciones son verdaderas historias de los campos, las chivas, los amigos, los cultivos, las parrandas, las mulas y la alegría típica de la idiosincrasia campesina, las cantó magistralmente en sus canciones.
“ Cuando llegan las horas de la tarde que me encuentro tan solo y muy lejos de ti, me provoca bordear los guayabales de aquellos sabanales donde te conocí, mis recuerdos son aquellos paisajes y los estoy pintando exactos como son, ya pinte aquel árbol del patio que es donde tu reposas cuando calienta el sol, y yo aquí pintando el paisaje sabanero, porque allí es donde estan todos mis recuerdos…”
¡Hasta siempre maestro Calixto Ochoa¡