El municipio de Mutatá se encuentra localizado en el departamento de Antioquia, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, tiene una población de 12.609 personas, de los cuales 1.636 indígenas embera que habitan en los resguardos Chontadural Cañeros, Jaikerasavi y Coribi Bedadó, que dependen principalmente de actividades como la agricultura y las artesanías.
Esta comunidad ancestral actualmente custodia 34.000 hectáreas de selva tropical comprometidas en un proyecto REDD+ (Reducción de Emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación de los bosques) apoyado por el Programa Páramos y Bosques de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo – USAID. Por ello, la agencia ha trabajado por más de dos años para contribuir al desarrollo integral del territorio, apoyando apuestas productivas como el cultivo de cacao a través de asistencia técnica.
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En el ejercicio de su labor, el pasado 6 de septiembre del 2021 USAID anunció que se logró concretar una alianza comercial entre el Cabildo Embera de Mutatá y la compañía francesa La Finca Brava, la cual se dedica a buscar el mejor cacao en el país para producir chocolatería gourmet. Así mismo, la entidad detalló que este negocio fue posible gracias a que el grano que produce el pueblo originario además de ser orgánico tiene gran aroma y textura.
Como avance de esta nueva alianza, Laura Marcela Suescun Goez, Gloria Esther Bailarin Domico y Argelia Bailarin , pertenecientes a la etnia embera eyabidá y productoras de cacao, viajarán a Francia entre el 11 y 22 de septiembre del presente año para capacitarse en alta chocolatería con destacados pasteleros y chocolateros de ese país. De igual manera en Mutatá, la comunidad seguirá fortaleciendo sus conocimientos en buenas prácticas agrícolas para obtener una materia prima de alta calidad.
“La estrategia de mercado es promover el cacao de Mutatá como un producto orgánico de origen étnico, producido por mujeres que unirán sus conocimientos ancestrales a nuevos conocimientos de chocolatería para crear un producto único. Se proyecta que para el 2022 el Cabildo indígena de Mutatá envíe las primeras cantidades de cacao orgánico y posteriormente el producto transformado en barras de chocolate” aseguró USAID.
Por su parte, Gregory Le Heurt, gerente de La Finca Brava manifestó que con este proyecto no sólo se impactará a la comunidad indígena, si no que “impactarán también a mujeres francesas, a chef pasteleros y chocolateros del país, con un producto exquisito que consumen en 15 días alrededor de 36.000 toneladas de chocolate, aproximadamente 2/3 de la producción anual de Colombia”.
Así, el cacao cultivado por este pueblo autóctono, comienza a dar sus primeros pasos para ingresar al mercado francés, lo que representa una oportunidad para mejorar su calidad de vida y fortalecer su economía local.
Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.