El municipio de El Bagre, Antioquia, denunció que grupos paramilitares hacen presencia en sus territorios y los tiene azotados con su violencia
La Asociación de Hermandades Agroecológicas y Mineras de Guamocó (Aheramigua) pidió a las autoridades presencia en la zona de El Bagre, que afirman está controlada por la organización paramilitar conocida como el ‘Clan del Golfo’. Los ciudadanos reclaman que desde septiembre del año pasado el pueblo está sumido en una “ola de violencia sin precedentes”.
En una carta a la opinión pública, acusaron a la banda criminal del acoso a líderes sociales. Aheramigua los responsabiliza de asesinatos como el de William Castillo, líder campesino de la región. La alarma de la comunidad avisa que se están dando “masacres, mutilaciones, desplazamientos, homicidios y amenazas”.
El documento de Aheramigua denuncia dos hechos puntuales ocurridos la semana pasada. El 22 de agosto, denuncian que un joven del pueblo fue atacado por un sicario menor de edad, quien le disparó en cinco ocasiones. Afortunadamente logró sobrevivir y contar su historia a la Policía, aunque tuvo que llegar por sus propios medios al centro de salud, con una grave herida en el pecho.
Apenas dos días después, Jesús Alberto Reyes no contaría con la misma suerte y fue asesinado en la puerta de su propia casa, en el barrio Portugal. El joven estaba recién llegado de Medellín, donde había sido desplazado hace dos meses. Había tenido que huir de El Bagre después de recibir un atentado con una granada explosiva.
La organización social dice que la comunidad del pueblo estima que en los últimos dos meses el ‘Clan del Golfo’ ha cometido cerca de 80 homicidios en la zona. Aunque Aheramigua no se atreve a confirmar esta cifra si afirmó que “la crisis humanitaria continúa en escalada y las medidas tomadas por los gobiernos nacional, departamental y local han sido insuficientes”.
Ante la grave situación en El Bagre, se requiere la acción inmediata de las autoridades locales y nacionales. Aheramigua pidió que organizaciones de Derechos Humanos respalden su petición y presionen por acciones concretas para proteger a la población. Repetidamente la comunidad ha pedido protección y sigue viendo cómo se agravan sus condiciones de vida. En medio de un territorio inmensamente rico en oro, cientos de sus pobladores originales han sido forzados a huir por el miedo a convertirse en víctimas.
