Un 13 de octubre, hace 18 años, más de 30 personas fueron injustamente asesinadas por un grupo de paramilitares, al mando de alias El Negro ‘Adán Rojas’. Este nefasto y siniestro suceso, sucedió en las veredas La Secreta y La Unión, del municipio de Ciénaga, Magdalena. Aunque han transcurrido varios años, Enrique Pérez campesino desplazado de la región, afirma que nunca perdió la esperanza de hacer parte de los procesos de restitución de tierras.
Este año fue proferida una sentencia en la que el Estado ordena proteger y reconocer el derecho elemental a la restitución de tierras, que han sido retiradas a sus propietarios de manera forzosa. La Unidad de Restitución de Tierras comprometida con la devolución de las fincas y terrenos perdidos a causa de la guerra, no se detiene en su labor. En el caso del Magdalena, más de 200 familias retornaron en el año 2003, después de la desmovilización de las AUC. A partir de ese momento iniciaron el proceso de restitución de propiedad y oficialización de los predios, pero solo hasta el 2012 fueron atendidas sus solicitudes.
Enrique Pérez es uno de ellos. Tiene una finca con 49 hectáreas de extensión, ubicada en la vereda La Secreta, municipio de Ciénaga, Magadalena, y jamás se rindió en su ánimo de recuperar lo que le pertenece. Los procesos de restitución de tierras son demorados, por eso sólo fue atendido por la Dirección Territorial del Magdalena nueve años después. (Lea: Regresan 186.336 hectáreas de tierra que estaban en manos de las FARC)
Este no es el único caso. Un adulto mayor con discapacidad auditiva desplazado de su vereda, después del asesinato de su padre en 1995 y la masacre de 1998, recobró sus tierras, ya que le decretaron la restitución y oficialización de 72 hectáreas. Con esta ya son 85 las familias campesinas, de esta zona del departamento que se han visto beneficiadas con los 55 veredictos declarados a la fecha.