Los primeros cultivos registrados de café fueron en la zona oriental del país, los cuales arrojaron aproximadamente 2.560 sacos guardados y tratados en Cúcuta para exportarlos a Venezuela y más tarde repartirlos por las zonas de departamentos de Santander y Norte de Santander, en el nororiente del país, con su consecuente propagación hacia el centro y el occidente a través de Cundinamarca, Antioquia y la zona del antiguo Caldas; siendo así como el café fue consolidándose como un producto de exportación en Colombia.
Durante muchos años la figura patriarcal ha determinado que el ícono representativo del café Colombiano sea un hombre: Juan Valdez, sin embargo, el departamento del Caquetá también tiene sus propios representantes del café, y no precisamente son hombres.
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A lo largo de la historia, las mujeres han jugado un papel fundamental dentro de la industria cafetera colombiana, es así como se destacan organizaciones como es el caso de la Asociación de Mujeres Cafeteras de Paujil – AMUCAPA, liderada por Olivia, una mujer líder quien reside hace más de 20 años en la vereda de Sonora en este municipio.
Su trabajo ha sido reconocido y exaltado, por lo que hoy es una de las 23 mujeres trabajadoras y empoderadas, no solo en el fortalecimiento de la producción cafetera dentro del municipio, sino también por aspecto como la equidad de género.
Es así como Olivia y el grupo de mujeres que la acompaña, trabajan fuertemente para distribuir su café fuera del Caquetá, no ha sido fácil por los meses de declive financiero que no permite la salida del producto; sin embargo, ellas están organizadas en pequeñas ramas donde se distribuyen la tostada, la molida y la empacada del café, permitiendo de esta manera la comercialización de muchas libras mensuales.
Olivia afirma que “una buena líder no es la que se echa todo al hombro, sino la que sabe repartir funciones a todas, para que todas marchemos por el mismo camino”.
Por: Cristian Gutierrez. Facilitador de ACPO.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
