De acuerdo con la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada – RAISG, la Amazonía es una región que se extiende en 7,4 millones de kilómetros cuadrados convirtiéndose en la selva tropical más grande del mundo. Este tesoro natural produce una quinta parte del agua dulce que fluye por el planeta y es el hábitat de gran diversidad natural y cultural.
Sin embargo, más del 40% de su totalidad ha sido degradada y cerca de 140.000 hectáreas de tierra son deforestadas cada año, razón por la que desde hace unos años diversas comunidades y organizaciones se encuentran en una constante lucha por la defensa de este territorio.
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En Colombia, el 65% de los suelos deforestados en la Amazonía son utilizados para ganadería de muy baja productividad, y es justamente ese el motivo que congregó a las autoridades ambientales y el sector productivo en el departamento de Putumayo para hacer parte de un hecho histórico de cara a las acciones estratégicas que buscan su protección.
Se trata de la conformación de un frente común para evitar la deforestación en la Amazonía colombiana que tiene más de 48 millones de hectáreas de pura biodiversidad y servicios ambientales que conectan 7 departamentos de Colombia con todo el planeta. El Sistema Nacional Ambiental presentó a la comunidad y al mundo el pacto por la Amazonia Viva, un esfuerzo de articulación nacional para fortalecer la lucha contra el comercio ilegal de madera que fue firmado por las Corporaciones Autónomas Regionales – CAR.
La unión, a la que denominaron Amazonia Viva, es una alianza por la sostenibilidad y la vida, que tuvo el acompañamiento del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y entes de cooperación internacional, se busca que este esfuerzo cuente con todo el despliegue logístico, técnico y de seguridad para el logro de buenos resultados.
Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.