Una parte importante de la zona rural de Bogotá autogestiona su acueducto.
Por Daiana González
Bogotá tiene aproximadamente 33 sistemas de acueductos comunitarios, que han apostado de forma autogestionada e independiente a otras soluciones que propenden por el bien de la comunidad. Este es el caso de la localidad de Usme y su red de acueductos comunitarios.
Libardo López, representante legal del acueducto de la vereda Olarte y de la Red Territorial de Acueductos Comunitarios de Bogotá y Cundinamarca (Retaco). Libardo tiene las mejillas coloradas, la voz de un hombre de 60 años pero la apariencia de uno de 30, conoce al derecho y al revés el Permiso de Concesión de Aguas Superficiales y lleva 12 años trabajando para el acueducto comunitario de su vereda.
Quienes conforman el comité organizativo del acueducto de su vereda se consideran gestores sociales y públicos del agua. «Nos hemos distinguido a lo largo de la historia por nuestra incidencia en el desarrollo local e integral en los territorios. Somos un legado que ha pasado de generación en generación, consolidando y defendiendo la identidad de nuestras comunidades», comenta uno de los representantes a Penca de Sábila, una de las organizaciones que ha promovido el fortalecimiento de estos sistemas organizativos.
«El construir y reunir los acueductos comunitarios de la localidad fue algo que hicieron años atrás, antes de nosotros. Había una necesidad y eso lo tramitaron a través de las juntas de acción comunal. Cada vereda creó el sistema de acueducto de forma distinta, algunas se crearon desde la iniciativa de una familia, otras se conformaron con vecinos, pero finalmente todos llegamos al mismo lado que es el Fondo de Desarrollo Local», dice Libardo López quien ha representado con gallardía la voz de los acueductos comunitarios en la ciudad.
También, organizaciones como Enda América Latina, apoyan el proceso con financiamiento y capacitaciones. Andreiev Pinzón es uno de los miembros de esta organización y ha acompañado de cerca el sistema de acueductos comunitarios en Bogotá. «Para los campesinos los acueductos no son los tubos o las redes de distribución, es el entorno: la cuenca, el nacimiento, la fuente y el bienestar sobre todo de los usuarios», dice Pinzón.
me parece interesante por que este tipo de agrupaciones para trabajos en comunidad deberían ver en mi comunidad