La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR, denunció que el pasado 12 de febrero fueron abandonadas un gran número de llantas de vehículos en el Páramo de Sumapaz, el más grande del mundo y una de las fuentes hídricas más importantes de Colombia.
El hecho, que se registró cerca de la quebrada Honda en Sumapaz, localidad rural de Bogotá, fue considerado por el director general de la CAR, Néstor Guillermo Franco González, como un acto vandálico contra el Páramo, toda vez que las llantas son un “material peligroso que afecta el medio ambiente y la salud de los lugareños«.
En un comunicado de prensa de la página web oficial de la entidad se rechazó esta acción. En él se afirma que “La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR rechaza estos actos vandálicos que afectan el medio ambiente del páramo más grande del mundo y que pueden originar incendios que dañan la flora y fauna de la región”.
En el mismo documento se informa que la CAR está articulando, con la Alcaldía Local y el Batallón de Alta Montaña No. 1 “TC. Antonio Arredondo”, la recolección del total de las llantas abandonadas. También, que se están tomando las medidas necesarias para encontrar a los responsables de esta grave infracción e imponer las respectivas sanciones.
En 2010, Leticia Baselga, responsable de residuos de la ONG Ecologistas en Acción, en entrevista publicada en Portafolio.co, recordó los daños que las llantas ocasionan al medio ambiente. Al respecto dijo: “Un neumático al aire va librando muy lentamente los contaminantes, como los bifenilos policlorados (PCB), tóxicos muy peligrosos. Otro de los riesgos de los neumáticos tiene que ver con su forma. Debido al diseño de las llantas, cuando cae agua de lluvia reiteradamente es dificilísimo sacarla una vez que ha entrado en ella y siempre quedará un fondo dentro de la cubierta. Ese agua es el caldo de cultivo ideal para que aniden ratas, insectos y otros animales que pueden resultar 4.000 veces más peligrosos que los que se multiplican en una charca»
En algunos municipios de Colombia, incluso en la capital del país, es muy común quemar llantas para deshacerse de las mismas, acción que va en contra de las normas ambiental y que además acelera el proceso de contaminación por causa de este material peligroso.
Cuando una llanta se quema, se generan productos como monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, dióxido de carbono, óxidos de zinc, benceno, fenoles, óxidos de plomo o tolueno, que se dispersan en el aire y son muy perjudiciales para la salud. Particularmente, el zinc resulta altamente tóxico para la fauna acuática y también existe el peligro de que, al ser muchos de estos componentes solubles en el agua, pasen a la cadena trófica y vayan a parar, finalmente, a los seres humanos.
Así que es mejor hacer respetar el medio ambiente, reciclar para cuidarlo y evitar sanciones y/o multas por daño ambiental, así como denunciar cualquier acto sospechoso que afecte el enotrno. Ahí sí, como dicen en un popular noticiero de televisión en Colombia: “Denuncie, no se quede callado”.
Autor: David Ruiz Guzmán , Facilitador EDC – Cundinamarca. @dvdruiz
Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg