En la vereda La Capilla, ubicada en Cajibío, Cauca, la comunidad resiste ante el abandono estatal que se evidencia en diversas problemáticas, entre ellas las relacionadas con el acceso a agua potable.
Briyit Salinas Obando es una joven del territorio, que ante esta situación decidió tomar el rol de lideresa. Es presidenta de la Junta de Acción Comunal y hace parte del comité del acueducto comunitario; a este segundo espacio ingresó en marco de la pandemia, ya que tuvo que retornar al municipio tras haberse mudado a otro pueblo.
Cuenta que una madre comunitaria que participaba en la JAC le pidió reemplazarla en una reunión, “allí vi que hacía falta una persona que gestionara algunos procesos y recursos, entonces empiezo a ir a todas las reuniones”. Su motivación inició al reconocer la importancia de la unión comunitaria para el desarrollo social.
Tras participar en diversos espacios, la comunidad sintió la entrega con la que Briyit ha trabajado, por eso cuando fue momento de renovar la Junta de Acción Comunal la eligieron a ella. En el marco de su gestión, conoció el proyecto ASIR – SABA de COSUDE, al cual se vinculó.
De la mano de Acción Cultural Popular – ACPO, aprendieron sobre alfabetización digital para la gestión del agua, según su experiencia afirma que “son aprendizajes valiosos porque muchas personas de la vereda no saben ni siquiera manejar un celular de alta tecnología”.
Lo interesante del proyecto de acuerdo a lo que comenta Briyit, es que todas las capacitaciones estuvieron enfocadas en el cuidado de las fuentes hídricas y la conciencia en torno al impacto de la contaminación.
“Las zonas rurales están muy olvidadas por el Gobierno, entonces estos procesos empoderan a las personas para que se sientan reconocidas, pero sobre todo que sean quienes se encarguen de la transformación de su comunidad”, concluye esta joven lideresa.
Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.