El municipio de Guasca está localizado en el departamento de Cundinamarca, específicamente sobre la cordillera oriental. De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, cuenta con una población de 15.967 habitantes. Y según la Alcaldía Municipal este territorio que se extiende a lo largo de 346 kilómetros cuadrados tiene una gran riqueza natural, pues en él se encuentran ecosistemas de bosque alto andino, subpáramo y páramo.
Además, la entidad asegura que es hábitat de diversas especies de fauna y flora como el frailejón, el oso de anteojos, el venado cola blanca, venado soche, el zorro gris y más de 250 variedades de aves. Así mismo, alberga al Páramo de Guasca, una de las principales fuentes de abastecimiento hídrico de la región. Debido a su valor biológico aproximadamente el 64% del municipio está bajo la figura de protección, compuesto por reservas de orden nacional y regional.
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Reconociendo la importancia de conservar y proteger la diversidad natural del municipio, Claudia Ruíz una diseñadora industrial y artista plástica, oriunda de Guasca creó en el año 2010 la Fundación Art Collegium, la cual busca fomentar el empoderamiento de las comunidades para que sean salvaguardas de su territorio. “Proveemos herramientas para decodificar los mensajes y propuestas del artista, motivando reflexiones que le ayuden a interpretar su realidad, para que recree y redefina su propio entorno”, aseguró Ruíz.
De acuerdo con la explicación de Claudia, este proyecto nació luego de una salida de campo que realizó en compañía de varios habitantes de la región, en la que visitaron la laguna de Siecha. En dicha excursión determinó que a pesar de que las personas que la acompañaban habitaban en la zona, muchas de ellas nunca habían visitado el lugar y no tenían ninguna relación con los ecosistemas que les rodeaban.
Desde entonces, lleva más de 10 décadas haciendo talleres de fotografía con la comunidad, con los que espera que las personas conozcan sus cuerpos, sus territorios y, especialmente, la biodiversidad de los entornos que los rodean. Lo más innovador de este proyecto es que recupera el cianotipo, una técnica fotográfica que no se necesita cámara, pues las imágenes se revelan con el sol y en el papel queda un registro negativo de lo que se pone encima.
Claudia detalla, que este antiguo saber fue seleccionado debido a que es eficiente para el registro taxonómico de la botánica, pues al ser impresiones monocromáticas solo quedan las siluetas de las plantas. “Con esta técnica abstraes la naturaleza del color y puedes empezar a centrar tu atención en otras cosas como las formas, las texturas, las siluetas”.
Cabe destacar que, hasta el momento han participado más de 500 personas de 8 municipios como Cogua, Guatavita y Sopó, en los cursos que imparten todos los sábados de manera gratuita. Sólo en el en 2021 han realizado cerca de 20 talleres que han dado como resultado varios cianotipos, los cuales serán parte del libro El azul de las intenciones, editado por el Ministerio de Cultura, con el apoyo de Conservación Internacional.
Si usted desea conocer más información sobre esta iniciativa puede consultar el siguiente enlace: Fundación Art Collegium
Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.