Los campesinos han sido el pilar de la economía en medio de la pandemia, ya que a pesar de los cierres y recesiones de diferentes sectores comerciales, industriales y manufactureros a causa de los efectos duraderos del COVID – 19; el campesinado no ha detenido su labor y día a día garantiza la seguridad alimentaria del país.
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, durante el primer semestre del 2021 el agro creció 3,3% y se mantiene como una de las actividades que más aportó al Producto Interno Bruto – PIB del país desde 2019.
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En este sentido, la actual situación de salud pública permitió fortalecer y avanzar en la implementación y visualización de los mercados campesinos; una estrategia que busca brindar espacios para la venta local y la dignificación de la labor campesina. Que les permita obtener una remuneración justa y generar la posibilidad de eliminar los intermediarios entre los productores y sus consumidores finales.
Esta iniciativa se comenzó a implementar en Colombia en el 2017, según datos de la Red Nacional de Agricultura Familiar – RENAF, en la actualidad hay más de 75 mercados, distribuidos en 56 municipios de 13 departamentos. Los cuales ofrecen alternativas a los pequeños productores, para el comercio equitativo de alimentos.
Además, los mercados campesinos se han impulsado a través de medios digitales. Por ejemplo en Bogotá la Alcaldía creó la página Mercados campesinos Bogotá Y del mismo modo, en Medellín la web Compra Local que permiten la compra de productos agropecuarios de manera virtual.
La mejora en los ingresos de los agricultores y la inclusión en el mercado local no han sido los únicos beneficios, pues a raíz de la articulación de los mercados campesinos, en algunas regiones de Colombia se han gestado proyectos agropecuarios que fortalecen los procesos de reincorporación de cientos de firmantes del Acuerdo de Paz.
Tal es el caso de Frutos de paz, un emprendimiento que se dedica a la venta y distribución de productos cultivados por excombatientes de las extintas FARC-EP y campesinos de las Zonas de Reserva Campesina.
Por: Jennifer Cristancho Medina- Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.