En el año 1994 la Asamblea general de las Naciones Unidas – ONU, proclamó el 17 de junio como el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Esta fecha busca generar conciencia en la población sobre la importancia de tomar acciones en pro del cuidado de los suelos del planeta, para garantizar su fertilidad y recuperación natural.
De acuerdo con la ONU la desertificación se entiende como “la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas”, y las principales causas de este fenómeno son: las variaciones climáticas y las malas prácticas humanas como la deforestación, el uso de fertilizantes químicos y la agricultura intensiva.
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En consecuencia, la entidad estima que en el mundo se pierden aproximadamente 24.000 millones de toneladas de suelo fértil. Así mismo, el 33% sufre degradación moderada a grave y más del 1% se ha convertido en terreno infértil sin capacidad de recuperación. Una cifra alarmante, ya que el buen estado de la tierra contribuye a reducir el impacto del cambio climático y sobre todo posibilita la seguridad alimentaria.
¿Cómo están los suelos de Colombia?
La protección de los suelos en Colombia está reconocida en la Resolución 170 de 2009 del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, en la cual “se adoptan medidas para la conservación y protección de los suelos en el territorio nacional”. Y por el Decreto 843 de 1979, en el que se dictaminan las “disposiciones del comercio de los abonos o fertilizantes, enmiendas, acondicionadores del suelo y plaguicidas de uso agrícola”.
Sin embargo, el panorama es poco alentador, pues según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia – IDEAM, el 40% de la tierra que hay en el territorio nacional presenta algún grado de erosión, de este porcentaje el 3% es decir, aproximadamente 1.368.000 hectáreas, presenta severidad.
Además, conforme con la Cancillería de Colombia, el 85% de los sistemas de producción agrícola se encuentran en áreas vulnerables a la desertificación y el 48% del país es susceptible a procesos de erosión.
Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.