En Colombia hay aproximadamente 2,7 millones de productores agrícolas de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE. A pesar de dedicar su vida a trabajar la tierra y producir los alimentos que consume la población nacional, los campesinos se enfrentan a diferentes dificultades, entre ellas los intermediarios en los procesos de comercialización.
Según la Sociedad de Agricultores de Colombia – SAC, la cadena productiva de los alimentos está organizada de la siguiente manera: productor, intermediario, central mayorista, intermediario y finalmente consumidor. En consecuencia, los pequeños productores reciben bajas remuneraciones por sus cosechas y el consumidor final adquiere el producto por más del doble del precio original.
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Con el objetivo de potenciar la comercialización equitativa del sector agropecuario, el Gobierno Nacional sancionó la Ley 2046 en agosto del 2020, mediante la cual se establecen “los mecanismos para promover la participación de pequeños productores locales agropecuarios y de la agricultura campesina, familiar y comunitaria en los mercados de compras públicas de alimentos”.
Como aporte para la implementación efectiva de esta medida, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO y la Región Administrativa y de Planeación Especial – RAP-E, realizaron un ciclo de talleres para la socialización del estatuto, denominado “Compras públicas: una oportunidad para dinamizar los territorios de la región central del país”.
Estos cursos se desarrollaron en 3 jornadas de capacitación y participaron principalmente agricultores de Bogotá, Boyacá, Cundinamarca, Huila, Meta y Tolima. Regiones que representan el 30% de la producción agropecuaria de Colombia con cerca de 12,9 millones de toneladas de alimentos al año, así lo aseguró la FAO.
A partir de estos los encuentros, ambas organizaciones coincidieron en indicar que es importante avanzar en la consolidación de la oferta y la demanda de alimentos, así como en la identificación de barreras que obstaculizan la eficiencia de los sistemas alimentarios.
“Es importante fortalecer los circuitos cortos de comercialización que, en articulación con la Ley de Compras Públicas, genera oportunidades de desarrollo y fortalecimiento de las economías locales, priorizando a los pequeños productores y de la Agricultura Campesina, Familiar y Comunitaria – ACFC,” afirmó Marcos Rodríguez Fazzone, asesor especialista en Sistemas Alimentarios, Agricultura Familiar y Mercados Inclusivos, de la FAO en Colombia.
Con la finalización efectiva de los talleres la FAO y la RAP – E esperan llevar a cabo nuevas jornadas de formación a nivel nacional con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, la Federación Nacional de Municipios – Fedemunicipios, la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias – UAEOS, y el programa Mesoamérica sin Hambre FAO-AMEXCID.
Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona – Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.